Por: Redacción
Hemos llegado al equinoccio de Ramadán. Justo el momento antes de que comience la cuenta atrás. Este es quizás el momento más duro. Hemos pasado los primeros días en lo que la ruptura de la rutina que conlleva este mes se presentaba como algo nuevo.
Ya hemos recibido al invitado y lo hemos agasajado como mejor hemos podido. Pero ahora el ayuno nos empieza a pasar factura, las energías comienzan a disminuir por la privación de sueño y de comida. Y aún así, este sigue siendo el mes bendito de del año, el que el Creador ha elegido para darnos una recompensa que solo Él conoce. Y queremos continuar siendo dignos de esa recompensa.
Es el momento de hacer una pausa y reflexionar, para poder continuar con energías renovadas hastas el final de Ramadán.
1. Reflexiona sobre tu Ibadah, adoración
El mes de Ramadán está lleno de bendiciones. Es un mes especialmente propicio para incrementar nuestros actos de adoración. Ibn Abbas transmitió:
El Profeta era el más generoso de entre la gente y era aún más generoso durante el mes de Ramadán cuando (el Ángel) Gabriel lo visitaba. Gabriel, con él la paz, se reunía con él todas las noches del Ramadán hasta el final del mes y el Profeta recitaba el Corán a Gabriel. Cuando Gabriel lo visitaba, era más generoso que un viento rápido que trae lluvia. (Sahih Al Bujari, 1803).
Imam an-Nawawi dijo:
Nuestros compañeros han transmitido que ser generosos y realizar buenas obras es muy recomendado durante el Ramadán, específicamente durante las últimas diez noches. Al hacerlo, imitamos el ejemplo del Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, así como nuestros justos predecesores (al-salaf al-ṣaliḥ). Este mes es honrado y las buenas obras realizadas en este mes son más bendecidas que en cualquier otro momento. (al-Majmū’ Sharḥ al-Muhadhdhab 6/424)
Ahora que hemos llegado a la mitad, piensa en las acciones que has hecho y recuerda que Allah da más recompensa por estas acciones en este mes, aunque estas sean pocas. Piensa que el Profeta dijo que las últimas noches de este son las más bendecidas. Si quizás no has podido hacer el Tarawih hasta ahora o recitar el Corán y reflexionar sobre sus significados, ahora es un momento propicio para ello.
Entre las diez últimas noches se encuentra el Laylat ul-Qadr, de acuerdo a un conocido Hadiz. Sobre esta noche especial Allah nos dice en el Corán que es mejor que mil meses de adoración:
La noche del Decreto es mejor que mil meses. (El Decreto, 97:3).
Es una oportunidad única que no debemos dejar pasar.
2. Mantén una dieta sana y duerme suficiente
Para poder incrementar nuestras buenas acciones y nuestra oración en el seno de la noche, hemos de mantener nuestros niveles de energía. Para esto es importante que llevemos una dieta equilibrada y que descansemos lo suficiente.
Todos sabemos que esto es difícil durante este mes. Pero es una de las claves para llegar al final de Ramadán en buena forma.
Ahora que el Ramadán ya no es novedad, deberíamos revisar nuestra dieta y nuestra rutina de sueño. ¿Nos estamos hidratando lo suficiente por las noches? ¿Tomamos alimentos que nos aporten los nutrientes necesarios? ¿Descansamos lo suficiente?
Es fácil caer en la indulgencia con comidas poco alimenticias durante la noche: después de todo un día de ayuno quién se resiste a un dulce… Y la realidad es que no pasa nada por tomar alguno, pero hemos de tener cuidado en asegurarnos de que le estamos dando a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios. Piensa en lo que comes tanto para el Suhur como para el Iftar. Si sientes que te quedas sin energía, esta puede ser una de las razones.
Otra puede ser la falta de sueño. La noches largas y levantarse temprano pueden empezar a pasar factura. Es muy probable que tengas un rutina de sueño partida, como casi todos los demás que ayunan, pero piensa si estás durmiendo las horas suficientes. Quizás una siesta durante el día, si puedes, te ayudaría.
3. Al ayuno hace que se borren nuestras malas acciones
La recompensa del ayuno solo es conocida por Allah. El Profeta dijo en un Hadiz:
Allah dice: Todas las acciones del hijo de Adam son para él, excepto el ayuno, que es para Mi y Yo le recompensaré por él. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 1805)
Por lo que hemos de tener esperanza en la mayor de las recompensas. Pero no solo eso, sino que el Profeta, que la paz sea con él dijo:
Quien ayuna el mes de Ramadán, con creencia y buscando la recompensa, todas sus faltas pasadas serán borradas. (Ṣaḥīḥ Muslim 760)
Y por si esto no fuese poco, en las últimas diez noches encontramos la Noche del Decreto, de la que el Profeta, la paz sea con él, dijo:
Quien pase la Noche del Decreto en oración, con creencia y buscando la recompensa, Allah borrará todas sus faltas pasadas. (Ṣaḥīḥ Muslim 760)
El Ramadán es una oportunidad única para poner nuestra balanza a cero y empezar a sumar buenas acciones. Es un misericordia de Allah para con los musulmanes, que salen de él libres de faltas y purificados interna y externamente.
Sabiendo esto, quizás sea más fácil encarar la segunda mitad del Ramadán y salir de él con energía y bendiciones para todo el año, hasta el siguiente Ramadán.