Por: Redacción
Hoy en día muchos de los problemas de la sociedad son atribuidos al Islam, a pesar de que la visión islámica sobre estos asuntos ha sido totalmente cambiada y manipulada por los mismos que le atribuyen estos problemas. El número de desgracias diarias hacen fácil el querer buscar un culpable de todas estas; pero esto no justifica lo absurdo de dicha pretensión.
La discriminación de géneros es uno de lo temas más usados contra el Islam, aun así, esto no existe realmente en el Islam. Para probar esto vamos a tomar cinco mitos y ha mostrar la falsedad de esto. Estos son los mitos más comunes en las redes sociales.
1) Las mujeres musulmanes no pueden ser educadas. Los musulmanes enseñan cosas que van contra la ciencia.
El Islam alienta específicamente la búsqueda del conocimiento –ya sea investigación o estudio.
Y di: «¡Señor! ¡Aumenta mi conocimiento!». (Corán, 20:114)
En un hadith del Profeta, la paz se con él, encontramos:
Buscar el conocimiento es obligatorio para todo musulmán (Tirmidi, 74)
En estos contextos, la palabra ‘musulmán’ incluye tanto a los hombre como a las mujeres.
En el Corán los musulmanes son llamados constantemente a la observación, la reflexión y el estudio, incluso sobre los mismos versículos del Corán:
Una Escritura que te hemos revelado, bendita, para que mediten en sus aleyas y para que los dotados de intelecto se dejen amonestar. (Corán, 38:29)
En el siglo noveno, Fatima Al Fihri, una mujer musulmana, fue la fundadora de la primera universidad del mundo, la cual todavía existe y está en funcionamiento (Universidad de al-Qarawiyyin, Fez, Marruecos)
2) La esposa no tiene derecho a ninguna propiedad, seguridad financiera o a trabajar; si pide el divorcio tiene que devolver la dote.
Las primera nociones en la ley sobre que las mujeres pudiesen tener su propia propiedad fueron pasadas en 1860 y se conocen como “Actas sobre la propiedad de las mujeres casadas”. Las mujeres francesas tuvieron que esperar hasta 1938 para poder formar parte de un contrato.
1300 años antes de esto el Islam había definido claramente los derechos de las mujeres a tener propiedad, riqueza, a trabajar y otras medidas materiales que garantizaban su independencia.
El Islam respeta la propiedad de las mujeres, que es independiente de la de sus maridos, padres, u otros familiares. Las mujeres, al casarse, tienen derecho a recibir una dote, la cual no han de devolver en caso de divorcio, es más, si la dote pactada no ha sido entregada al completo, en caso de divorcio, el hombre está obligado a darla.
La mujer tiene derecho a mantener su propio nombre, a cualquier propiedad que tuviese antes del matrimonio y a cualquier ingreso que reciba durante este. Su propiedad es reconocida como suya y no como parte de la riqueza familiar o de su marido.
En el caso de un divorcio, si hay niños de por medio, la mujer tiene derecho a recibir dinero del padre para su manutención. Y a pesar de que se llama a los cónyuges a ser pacientes y no buscar el divorcio, este fue permitido desde el principio del Islam; algo que no sucedió en Europa hasta 1804.
Por lo que en vez de una religión que oprime a las mujeres vemos que el Islam les asegura su independencia material, por lo que las hace libres.
3) La mujeres no son tenidas en cuenta, no tiene importancia en el Islam. Si quieren interferir, son criminalizadas.
Más de la mitad del Islam viene de una mujer, Aisha, quién narró más de 2000 hadith y a quien se le conoce por haber enseñado a eminentes eruditos.
Ninguna otra religión usa a una mujer como ejemplo de las virtudes religiosas. Mucho menos una mujer que ejerció influencia sobre hombres y mujeres, guiándoles en política, religión y sociedad.
La esposa del Profeta, que la paz sea con él, Jadiya, era una mujer de negocios, una de las más ricas de arabia, y había enviudado dos veces antes de casarse con el Profeta. Jadiya fue la primera persona, después del Profeta, en aceptar el Islam.
Al menospreciar a las mujeres en el Islam estamos desconsiderando su lugar e importancia durante los últimos 1400 años. Decir que las mujeres no pueden interferir en los asuntos, cuando 1,5 billones de musulmanes ha aprendido gran parte de su religión transmitida por una mujer, Aisha, hace que esto no tenga sentido ni sea lógico.
4) Faltarle el respeto a una mujer está bien, el estatus del hombre está por encima del suyo.
El Corán contradice esto muchas veces:
No dejaré que se pierdan las obra de ninguno de vosotros, lo mismo si es varón que si es hembra. (Corán 3:195)
El creyente, varón o hembra, que obre bien, entrará en el Jardín y no será tratado injustamente en lo más mínimo. (Corán 4:124)
¡Hombres! Os hemos creado de un varón y de una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Para Allah, el más noble de entre vosotros es el que más Le teme. Allah es omnisciente, está bien informado. (Corán 49:13)
En un tiempo donde la igualdad entre hombres era casi impensable, menos la de la mujer, el Corán hace hincapié en esto.
En ese tiempo la consideración de la mujer era fatal en casi todo el mundo. En Europa se discutía incluso si tenían alma. Que en este contexto una religión dijese que “el paraíso está a los pies de una madre”, “que la hijas son una bendición” o que enseñase que los hombres han de “tratar a sus mujeres con bondad” es cuanto menos justo, pero en ese tiempo incluso revolucionario.
5) El Islam practica al mutilación genital a las mujeres
Esto no tiene absolutamente ninguna base en el Islam.
De acuerdo a Unicef, de los 125millones de casos estudiados en más de 29 países en África, Etiopía y Nigeria, dos de los más antiguos estado cristianos, cuentan 43.7 millones de ellos, más de un 35%.
Claramente esto es un fenómeno centro africano que nada tiene que ver con el Islam, o el cristianismo.
Conclusión
Tomando tan solo estos cinco ejemplos significativos vemos que el lugar de las mujeres en el Islam está protegido tanto en su independencia moral, como material y física. Hay muchos más asuntos que se podrían tratar y explicar, pero requería un espacio mucho mayor.
Si hay países en los que ciertos musulmanes, y su interpretación de la Sharia, la ley islámica, parece no estar de acuerdo con lo descrito más arriba, es porque en estos lugares permanece la cultura popular anterior al Islam y estás gentes no han comprendido, o no han querido comprender, este y muchos otros aspecto de la misericordia del Islam y no han querido implementarlos. No hemos de confundir las prácticas y herencia culturales de ciertos pueblos, con lo que el Islam es.