Por: Redacción
Desde el principio de la naturaleza el ser humano ha buscado entender la naturaleza y nuestro lugar en ella.
En esta búsqueda del propósito de la vida muchas personas se han vuelto hacia la religión. La mayoría de las religiones se basan en los libros que sus seguidores dicen inspirados divinamente, sin ninguna prueba. El Islam es diferente porque está basado en la razón y la prueba.
Hay señales claras de que el libro del Islam, el Corán, es la palabra de Dios y tenemos muchas razones para apoyar esta afirmación:
- Se hacen referencias científicas e históricos que eran desconocidos para la gente en esa época y que sólo han sido descubiertos recientemente por la ciencia contemporánea.
- El Corán está en un estilo del lenguaje único que no puede ser replicado, esto se conoce como la “Inimitabilidad del Corán”.
- Hay profecías hechas en el Corán y por el Profeta Muhammad (la paz sea con él) que han sucedido.
Los siguientes son algunos hechos que encontramos en el Corán:
1. El origen de la vida
El agua es esencial para todos los seres vivos. Todos sabemos que el agua es necesaria para la vida, pero el Corán hace una afirmación muy inusual:
¿Es que no ven los que se niegan a creer que los cielos y la tierra estaban juntos y los separamos? ¿Y que hemos hecho a partir del agua toda cosa viviente? ¿No van a creer? (Los Profetas, 21:30)
En este versículo se señala el agua como el origen de toda vida. Todos los seres vivos están hechos de células. Ahora sabemos que las células están en su mayoría compuestas de agua [1]. Por ejemplo, el 80% del citoplasma (material celular básico) de una célula de un animal cualquiera animal, se describe como formada por agua en libros de texto de biología.
El hecho de que los seres vivos están compuestos principalmente de agua fue descubierto sólo después de la invención del microscopio. En los desiertos de Arabia, lo último que alguien habría adivinado es que toda vida surgió del agua.
2. El hierro, un material extraterrestre
El hierro no es natural a la tierra. No se formó en la tierra sino que descendió a la tierra desde el espacio exterior. Esto puede parecer extraño, pero es verdad. Los científicos han descubierto que hace miles de millones de años la tierra estaba atestada de meteoritos. Estos meteoritos contenían hierro de estrellas lejanas que habían explotado. [2]
El Corán dice lo siguiente sobre el origen del hierro:
E hicimos descender el hierro, que encierra tanto un gran poder de agresión como utilidad para los hombres. (El Hierro, 57:25)
Dios usa las palabras ‘hicimos descender’ refiriéndose al hierro. Queda claro en el versículo que el hierro no es un material terrenal, sino que fue enviado para beneficio de la humanidad. El hecho de que el hierro descendió a la tierra desde el espacio exterior es algo que no podía ser conocido por la ciencia primitiva del siglo VI.
3. La protección del cielo
El cielo juega un papel crucial en la protección de la tierra. El cielo protege a la tierra de los rayos letales del sol. Si el cielo no existiera la radiación del sol habría matado toda la vida en la tierra. También actúa como una manta alrededor de la tierra, para protegerla del frío helado del espacio.
La temperatura justo por encima del cielo es de aproximadamente -270C. Si esta temperatura llegara a la Tierra, entonces el planeta se congelaría instantáneamente. El cielo también protege la vida en la tierra mediante el calentamiento de la superficie a través de la retención de calor (efecto invernadero) y la reducción de temperatura extremas entre el día y la noche [3]. Estas son algunas de las muchas funciones protectoras del cielo.
El Corán nos pide que consideremos el cielo en el siguiente versículo:
E hicimos del cielo un techo protegido. Sin embargo ellos se apartan de Sus signos. (Los Profetas, 21:32)
El Corán señala la protección del cielo como un signo de Dios. Las propiedades protectoras del cielo fueron descubiertas por investigaciones científicas realizadas en el siglo XX.
4. Las montañas
El Corán llama nuestra atención sobre una característica muy importante de las montañas:
¿Acaso no hemos hecho de la tierra un lecho? Hemos puesto las montañas como estacas (La Noticia, 78: 6-7)
El Corán indica que las montañas tienen raíces profundas usando la palabra “estacas” para describirlas. De hecho, las montañas tienen raíces profundas y la palabra estacas es una descripción precisa para ello.
Un libro titulado “Tierra”, por el geofísico Frank Press, explica que las montañas son como estacas que están enterradas bajo la superficie de la tierra. El Monte Everest, cuya altura es de aproximadamente 9 km sobre el suelo, tiene una raíz de más de 125 km.
El hecho de que las montañas tengan ‘estacas’ profundas, como raíces, no se conocía hasta después del desarrollo de la teoría de las placas tectónicas de al el comienzo del siglo XX. [6]
5. Expansión del Universo
En una época en la que la ciencia de la Astronomía era todavía primitiva, la expansión del universo fue descrita en el Corán:
Hemos edificado el universo con solidez y lo mantenemos en expansión (Corán 51:47)
El hecho de que el universo está en expansión se descubrió en el siglo pasado. El físico Stephen Hawking escribe en su libro “Breve historia del tiempo”: “El descubrimiento de que el universo se está expandiendo fue una de las grandes revoluciones intelectuales del siglo XX”. [4]
El Corán mencionó la expansión del universo incluso antes de que se inventase el telescopio.
6. La órbita del Sol
En 1512 el astrónomo Nicolás Copérnico presentó su teoría de que el sol está inmóvil en el centro del sistema solar y que los planetas giran en torno a él. La creencia de que el sol estaba inmóvil estaba extendida entre los astrónomos hasta el siglo XX. Ahora es un hecho científico establecido que el sol no está inmóvil, sino que se mueve en una órbita alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea [5].
El Corán menciona la órbita del sol:
Él es Quien creó la noche y el día, el sol y la luna. Cada uno navega en una órbita. (Los profetas, 21:33)
El Corán habría estado equivocado, de acuerdo a los astrónomos, hace sólo un par de décadas. Pero ahora sabemos que el relato coránico del movimiento del sol es consistente con la astronomía moderna.
7. El Océano
El Corán usa metáforas para transmitir sus significados profundos, en este versículo describe el estado de los incrédulos como:
O son como tinieblas en un mar profundo al que cubren olas sobre las que hay otras olas que a su vez están cubiertas por nubes. Tinieblas sobre tinieblas. Cuando saca la mano apenas la ve. A quien Allah no le da luz, no tendrá ninguna luz. (La luz, 24:40)
Generalmente pensamos que las olas ocurren solamente en la superficie del océano. Sin embargo, los oceanógrafos han descubierto que hay olas internas que ocurren debajo de la superficie del océano. Estas olas son invisibles para el ojo humano, y solo pueden ser detectadas por equipos especializados [6].
El Corán menciona la oscuridad en un océano profundo por encima del cual hay olas, por encima de las cuales hay más olas, y nubes por encima de eso. Esta descripción es extraordinaria no sólo porque describe las olas internas en el océano, sino también porque describe la oscuridad en el fondo del océano.
Un ser humano puede no bucear más de 70 metros sin equipo de respiración. Ha esta profundidad todavía hay luz, pero si bajamos 1000 metros está completamente oscuro [7]. Hace 1400 años no había submarinos ni equipos especializados para descubrir olas internas o la oscuridad en el interior de los océanos.
Conclusión sobre las referencias científicas en el Corán
Estos son sólo algunas de los muchas referencias científicas insólitos que se encuentran en el Corán. Es importante enfatizar que el Corán no es un libro de ciencia, sino que es coherente con la ciencia. Afirmar que estas referencias científicas en el Corán se deben a la coincidencia sería irracional. La mejor explicación es que Dios reveló este conocimiento al Profeta Muhammad.
Al igual que el Corán contiene conocimiento sobre el mundo natural, también contiene información sobre las dimensiones internas de nuestras almas. Se relaciona con nuestros sentimientos, deseos y necesidades. El Corán nos informa que tenemos un propósito en la vida, y que seguir la guía de Dios nos llevará a la paz interior en esta vida y el Paraíso en la otra. Y rechazar de su mensaje no conducirá a la depresión en esta vida y el fuego después de la muerte.
Les haremos ver Nuestros signos en el horizonte y en ellos mismos hasta que se les haga evidente que es la verdad. ¿Es que no basta con que tu Señor es Testigo de todas las cosas? (Se han expresado con claridad, 41:53)