Qué hacer para que Allah responda a la súplica (Dua) rápidamente

Por: Jasser Auda

En su conocido libro, Al-Hikam (Palabras de Sabiduría), el Shaij Ahmad Ibn Ataa’illah Al-Iskandari dice:

La mejor manera de pedirle es expresando tu angustia, y la forma más rápida de adquirir Sus dones es expresando tu humildad y necesidad.

La cita que comentamos trata acerca del Dua, la súplica. No se trata de la etiqueta de la súplica, sino de la condición del corazón durante la súplica.

Allah les pregunta a los incrédulos acerca de sus propias experiencias:

¿Quién responde al que se ve en necesidad librándolo del mal y os ha hecho representantes (Suyos) en la tierra? ¿Puede haber algún dios con Allah? (An-Naml 27: 62)

En este versículo Allah deja claro a los incrédulos que cuando estaban angustiados y le pidieron sinceramente ayuda, Él les respondió. Si este es el caso con los incrédulos en apuros, ¿qué pasa si un creyente está en apuros y le pide ayuda a su Señor?

Por lo tanto, la aflicción hace que la súplica, Dua, sea respondida rápidamente. El Shaykh dice: “La mejor manera de pedirle es a través de tu angustia”. Si estás angustiado y le pides sinceramente a Allah, mientras sientes la necesidad de Su ayuda después de que los medios te hayan fallado, ten la seguridad de que Allah responderá a tu súplica.

Esto se aplica no solo a pedirle a Allah ayuda mundana, sino también con asuntos de la creencia. La mejor manera de pedirle que nos guíe es también a través de la angustia, la necesidad, la humildad y la esperanza en Su misericordia. Esto se ilustra mejor en las súplicas del Profeta en diferentes situaciones.

En la batalla de Badr, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, se volvió hacia la quibla (dirección de la oración), extendió los brazos y comenzó su súplica a su Señor:

Oh Allah, haz que se cumple lo que me has prometido. Oh Allah, haz que suceda lo que me has prometido. ¡Oh, Dios, si este pequeño grupo de musulmanes es destruido, nunca serás adorado en la tierra!

Continuó su súplica a Allah durante un largo tiempo, hasta que su manto se deslizó de sus hombros. (Transmitido por Muslim)

Esta es una súplica de alguien en apuros, y fue una súplica que fue respondida rápidamente.

Según las tradiciones proféticas que conocemos, la persona que realiza la súplica debe ponerse frente a la quibla (dirección de la oración), extender las mano mientras pida a Allah y comenzar la súplica alabando a Allah e invocando paz y bendiciones sobre el Profeta, paz y bendiciones de Allah sea con él. También se recomienda invocar paz y bendiciones sobre el Profeta en el medio y al final de la súplica. Estos son los actos aparentes de súplica. Sin embargo, lo que es más importante es la condición del corazón cuando se pide a Allah, que a menudo ignoramos cuando seguimos el ejemplo del Profeta.

El Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, solía recitar ciertas oraciones en ciertas situaciones, como al levantarse por la mañana, al acostarse, al vestirse, al quitarse la ropa, al mirarse en el espejo, al lavarse, antes de dormir, al ver la luna nueva, en la tarde, en la mañana, al salir de su casa, al volver a casa, etc. No es suficiente que sigamos al Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, memorizando y pronunciando estas súplicas, sino que debemos adquirir el espíritu detrás de ellas, que debe estar conectado con Allah en todo momento.

Si investigamos la historia de la súplica, no encontraremos a ninguna persona, incluso los Profetas anteriores, que fueran como esta corriente continua de súplicas, como lo era el Profeta Muhammad, a paz y las bendiciones de Allah sean con él. Si examinamos los Salmos, la Torá y el Evangelio, no encontraremos tantas súplicas como las que encontramos cuando analizamos la tradición del Profeta Muhammad, la paz sea con él.

Además, también vemos que las súplicas del Profeta Muhammad estaban acompañadas por emociones profundas. ‘Aishah, la esposa del Profeta, fue preguntada por Ataa sobre el evento más sorprendente que presenció sobre el Mensajero de Allah. Ella lloró y dijo:

¿Qué es lo que no era sorprendente sobre él? Una noche vino y se metió en la cama conmigo. Mi piel tocó la suya y dijo: “¡Oh hija de Abu Bakr, déjame! Déjame adorar a mi Señor”. Dije: “Me encanta estar contigo, pero prefiero hacer lo que quieras”.

Lo deje. Luego se levantó e hizo la ablución sin desperdiciar agua. Luego comenzó a orar y llorar. Lloraba tanto que sus lágrimas corrían a través de su pecho.

Luego se inclinó para ruku` y lloró. Luego se postró para suyud y aún lloró. Luego levantó la cabeza y aún lloró. Continuó llorando hasta la mañana. Cuando llegó el momento de la Oración de la Mañana (fajr), Bilal vino y recitó el adhan (llamada a la oración).

Y luego dije: “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Que te hace llorar? Allah ha perdonado tus faltas pasadas y futuras”. Él dijo: “¿No seré un siervo agradecido a Allah? ¿No habré de darle las gracias?”. (Al-Bujari)

La súplica, Dua, puede ser contestada inmediatamente y puede ser respondida eventualmente. Cuando Allah no responda tus oraciones de inmediato, ten por seguro que Allah está eligiendo lo mejor para ti. Allah siempre ha escogido lo mejor para ti. Allah dice acerca de Sí Mismo:

En Su mano está todo bien. (Aal ‘Imran 3:25)

Y el dar de Allah puede ser en este mundo o en el mundo por venir, y la elección es suya:

Tu Señor crea lo que quiere y elige (a quien quiere) mientras que ellos no tienen elección. (Al-Qasas 28: 68)

Ciertamente, Su elección es mucho mejor y más excelente que la nuestra.


Fuente: http://www.jasserauda.net Traducido y editado por newmuslim.net

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