Por Redacción New-Muslims
Tener hijos es una bendición de Allah, por lo tanto, es una obligación para los padres el cuidar de sus hijos, esta es la responsabilidad más importante que tienen sobre sus hombros.
El Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sobre él dijo:
“Cada uno de ustedes es un pastor, y cada uno de ustedes es responsable de su rebaño” [Bujari, Muslim]
A través del Corán se nos exhorta y a través de la sunnah se nos enseña cómo educar correctamente a nuestros hijos, pues en esta responsabilidad que se nos da al ponerlos a nuestro cargo hay un regalo para los que tengan taqwa de Allah.
¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias de un Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras… (La prohibición 66:6)
Entre los asuntos que se deben tener en cuenta en lo relacionado con los niños citaremos algunos que nos darán una guía sobre la que construir la educación de nuestros hijos e hijas.
Lo primero que se debe tener en cuenta en todo asunto es la intención. A la hora de plantearse tener una familia y contraer matrimonio uno se ha de asegurar es correcta y precisa, pues ciertamente se nos ha enseñado que toda acción es por su intención, y que recogeremos los frutos en relación a esta intención. Siendo en este caso los frutos de nuestra intención tanto del padre como de la madre los hijos que Allah les dé.
A la hora de educar a nuestros hijos e hijas es importantísimo ser consciente de uno mismo y del ejemplo que se les está dando. No se puede exigir a un niño que acierte en aquello que nosotros no acertamos.
En este tema es muy común entre algunos padres por el impulso instintivo de desear lo mejor para sus hijos, que estos no cometan aquellos errores que los padres cometieron sin darse cuenta que al presionar demasiado a los hijos en este sentido consiguen el efecto contrario.
A la hora de dar ejemplo a los más pequeños es importante ser conscientes que la sinceridad y el mostrar nuestra intención a la hora de enseñarles algo permitirá un dialogo más directo y cercano. No debemos caer en la rigidez y la disciplina para que nos respeten sino hacernos dignos de respeto mediante el mejor ejemplo que podamos encontrar en nosotros mismos.
A la hora de enseñar es importante tratar de inculcar las buenas cualidades de carácter haciéndoselas evidentes, a un niño no le puedes hablar de ser justo si no le muestras que es ser justo, y esto empieza con el mismo.
Por supuesto es importante no caer en favoritismos perjudicando a algunos de nuestros hijos sobre otros o prestando más atención a alguno de ellos. Esto puede darse si alguna de las afinidades del padre o la madre coincide más con la de alguno de sus hijos y no con otros.
Por ello es importante ser conscientes que el educar no es rellenar al niño con datos y conocimientos sino descubrir dentro de el mismo y ayudarle a descubrir cuáles son sus potenciales, sus virtudes y sus intereses para que así el mismo, con ilusión, pueda emprender el maravilloso trabajo de pulir sus destrezas y transformar sus flaquezas en ventajas.
Todo esto solo puede darse, si los padres son temerosos de su señor a la hora de asumir la responsabilidad que se les ha dado; y emprenden la educación de sus hijos con la intención de que estos caminen su propio camino. Confiando en la misericordia de su señor para que los guie de la misma manera que nos ha guiado a todos nosotros a donde Él ha querido, e instando a sus hijos a recorrer con confianza y esperanza en su Señor su propio camino.
…No cae una hoja sin que Él no lo sepa, ni hay semilla en la profundidad de la tierra, ni nada húmedo o seco que no esté en un libro claro.
Él es quien os toma de noche y sabe lo que habéis adquirido durante el día… (Los rebaños 6:59-60)