“¡Vosotros que creéis! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un Fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras.”
Por Iman Habib Bewley
“La mejor provisión es taqwa de Allah” (La vaca 2:197)
La mejor cosa que podemos cargar con nosotros en nuestras vidas, la que más nos permitirá sobrevivir y de hecho prosperar durante el curso de nuestro viaje a Allah es Taqwa.
“Tened Taqwa de vuestro señor” este es el consejo que se ha dado a cada ser humano y sobre el que cada ser humano es recordado, pues es el corazón del asunto. Allah dice:
Encomendamos a los que recibieron el Libro antes que vosotros, como os hemos encomendado a vosotros mismos, que tuvieseis taqwa de Allah” (Las mujeres 4:131)
Cada ocasión en la que un profeta fue enviado, la primera cosa que aconsejo a su gente fue tener taqwa. Allah dice en sura hash-Shu’ara:
“Cuando su hermano Nuh les dijo: ¿no vais a tener Taqwa? Yo soy para vosotros un mensajero fiel. Así pues tened taqwa de Allah y obedecedme” (Los poetas 26:106-108)
En ayas posteriores en la misma sura la misma expresión es usada para lo que Hud, Salih, Lut y Shu’ayb dijeron a su gente.
Cada uno de los jutbas dado por cada uno de los jatibs a lo largo del mundo empieza siempre con una llamada a la taqwa, pues en verdad, sin ella no tendremos nada ni seremos nada. Seremos lo más bajo de lo bajo y los más pobres de los pobres. La gente nos miraría desde arriba y nuestra posición ante Allah sería insostenible. El Profeta dijo:
“Si queréis convertiros en la más noble de la gente, entonces tened taqwa de Allah”
Y Allah dice:
“El más noble de vosotros ante Allah es el que tiene más taqwa” (Los aposentos privados 49:13)
Somos recordados frecuentemente acerca de la taqwa, por lo que no hay musulmán que no conozca su estatus vital en el Din, pero muchos malinterpretan que es, o como mínimo tiene un entendimiento limitado de ella.
Se piensa de ella como de algo abstracto, una cualidad concedida a algunos y a otros no, pero en realidad es también el camino más amplio de acción en el Din.
Cuando saidina Ali fue preguntado acerca de la descripción de la Taqwa, él respondió:
“Taqwa es tener miedo del Majestuoso, actuando por el Libro Rebelado, contentándose con poco, y preparándose uno mismo para el Día de la Partida”
Menciona dos elementos relativos a “estados de ser” y dos relativos a acciones. Acción y estado son mutuamente dependientes. El uno no puede existir sin el otro. No puedes tener temor de Allah sin seguir la orden de Allah y evitar sus prohibiciones, y no continuaras haciendo esto sin temer a Allah. Simplemente declarando tu miedo a tu Señor mientras te enredas tu mismo en lo que Él ha hecho Haram no es suficiente.
Esto queda claro cuando miras al significado de la raíz de la palabra. ‘Taqwa’ deriva de la para árabe ‘wiqaya’ que significa “protegerse uno mismo poniendo una barrera entre uno y aquello que es dañino para uno”. Allah dice:
“¡Vosotros que creéis! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un Fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras.” (La prohibición 66:6)
Levantad una barrera entre vosotros y el castigo de Allah. Evitad aquello que Le desagrada y armaros con aquello que Le complace. Esta es la esencia del Taqwa. Al-Hasan al-Basri dijo:
“La gente de Taqwa son aquellos que evitan lo que Allah ha hecho haram y llevan a cabo lo que Allah les ha hecho obligatorio” Ellos ni si quiera se aproximan a lo que es Haram, se mantienen tan lejos de ello como les es posible. Y con ese fin se sujetan firmemente a aquello que está claro y evitan lo dudoso o ambiguo. Ellos caminan por el medio del camino, pisando tan cuidadosamente como pueden.
Cuando Saidina Umar fue preguntado por Ubayy acerca de una descripción de taqwa, el le pregunto, “¿Has cogido alguna vez un camino que estuviese lleno de espinas?” Ubayy respondió que si por lo que Umar le pregunto que había hecho mientras viajaba por ese camino. Cuando Ubayy respondió “Enrolle mis pantalones y pise muy cuidadosamente” Umar dijo “Eso es taqwa.”
Para hacer eso, debemos ser capaces de distinguir que es dañino para nosotros de lo que no lo es, lo haram de lo halal. Debemos tener furqan / discernimiento. No podemos embarcarnos en un curso de acción hasta que conozcamos el mandato de Allah concerniente a ello.
Y si no sabemos, debemos consultar con aquellos que saben. La acción sin conocimiento es como recorrer ese camino espinoso con los ojos cerrados. Es probable que seas rasgado a girones.
Debemos saber también que esto se aplica a todas las acciones y caminos de nuestra vida. No hay aspecto de nuestra vida para el que Allah no nos ha dado guía. El Din es completo y abarca todo. La taqwa no solo se aplica a lo tradicionalmente considerado actos de adoración. Debemos tener taqwa en nuestras transacciones de negocios, debemos tener taqwa en la relación con nuestras esposas e hijos. Debemos tener taqwa en los momentos de soledad tanto como en los momentos de compañía. Se nos rinden cuentas por todo ello, nada escapa al conocimiento de nuestro Señor. Allah dice:
“Él está con vosotros dondequiera que estéis, Allah ve lo que hacéis” (El Hierro 57:4)
Todo lo que hacemos, no importa lo pequeño que pueda parecer, tiene consecuencias. Debemos estar en guardia en todo momento. Debemos sopesar nuestras acciones antes de que nuestro Señor las sopese, como Saidina Umar aconsejaba cuando dijo:
“Llévate la cuenta antes de que te lleven la cuenta”
Maymun ibn Mihran dijo:
“La persona de taqwa se lleva la cuenta más minuciosamente que el avaro de puño cerrado llevando la cuenta de su socio.” Debemos tener cuidado de que nuestro Señor no nos encuentre donde Él ha prohibido estar y no fallar en encontrarnos donde Él nos ha ordenado estar. Debemos asegurarnos que estamos vestidos todo el tiempo con los mejores atuendos y que nuestra despensa está repleta constantemente con la mejor de las provisiones, taqwa de Allah. Es entonces y solo entonces cuando podemos avanzar con seguridad por el camino hacia nuestro Señor.
Traducción de la primera parte de un Jutba en la mezquita Jumu’a de Cape town