La fortaleza de la fe
Imam al-Hajjawi (968H/1561 d. C.) – autor del célebre texto de fiqh Hanbali, al-Iqna, y su resumen Zad a-Mustaqni‘– escribió lo siguiente como parte de su comentario de un famoso poema Hanbali:
“Se ha dicho: la alegoría de la fe (iman) es como una fortaleza que tiene cinco paredes. La primera (más íntima) está hecha de oro; la segunda de plata; la tercera de hierro; la cuarta de ladrillos cocidos; y la quinta (más exterior) de ladrillos de barro. Mientras los habitantes de la fortaleza sean diligentes para proteger la pared de arcilla, el enemigo no atacará la siguiente pared. Pero si se vuelven negligentes, atacarán la próxima pared, y luego la siguiente, hasta que toda la fortaleza quede en ruinas.
Los cinco muros
De manera similar, la fe esta defendida por cinco muros: certeza (yaqin), luego viene la sinceridad (ikhlas), el siguiente es el cumplimiento de las obligaciones (ada ‘al-fara’id), y después son los actos recomendados (sunan) y, por último, proteger el comportamiento hermoso (adab). Mientras Adab sea protegido y defendido, Shaytan no encontrará una manera de entrar.
Sin embargo, si se descuida el adab, Shaytan incursiona en la sunan, luego en el fara’id, luego en el ikhlas y finalmente en el yaqin.”
Estar bien enraizado
Dado que en nuestra época la distinción entre halal y haram se vuelve cada vez más borrosa; y dado que nuestra época desafía también la convicción religiosa y busca socavar los cimientos de la fe revelada, los creyentes debemos estar siempre en guardia contra este ataque invasor. Crucial para todo esto es asegurarnos de que estamos bien enraizados.
por: the Humble I ; traducido y editado por la redacción de NM