Aliza Kim: de una vida de glamour al Islam

Por: Aliza Kim

Mi nombre es Aliza Kim y no soy diferente a ninguno de vosotros, pero muchos dirían que he experimentado algunas cosas extraordinarias.

En mi vida he estudiado en algunas de las peores escuelas y también de las mejores escuelas del mundo, he tendio la oportunidad de viajar a más de una docena de países, he trabajado en cosas tan variados como puedas imaginar, desde camarera hasta ejecutiva de una gran compañía, o como modelo muy demandada o intérprete militar.

Diría que he tenido toda una vida llena de interesantes momentos de lucha, aventuras, dificultades y un poco de glamour. De hecho, he ocupado la portada de al menos dos revistas y el reportaje principal en otras tres o cuatro.

Pero este año es muy diferente.

Durante los últimos meses, me he mantenido alejada de los medios de comunicación y de las fiestas de la industria; reservándome para mí misma, para encontrarme. Aunque gran parte de mi trabajo todavía sea de alta rotación en la televisión, mi nombre se está desvaneciendo de las revistas, los medios de comunicación y las listas de invitaciones.

Este año estoy rodeada de amigos en lugar de cámaras. Este año, mi corazón tiene más paz que nunca. ¿Por qué? He encontrado fundamento, verdad, sinceridad y tranquilidad en la religión.

La búsqueda de paz

En muchos sentidos, los eventos de mi vida son como una nube. Y es una nube en mi memoria por una buena razón: para alejar el dolor, la tristeza y un mal ciclo de autodestrucción… Caí en un período de depresión clínica debido a las condiciones en las que vivía, las experiencias que tuve que soportar año tras año; y cuando pensé que estaba a punto de recuperarme, tomé algunas malas decisiones en mi vida que me hicieron descarrilar por varios años más.

A menudo fingía estar feliz y confiada para mantener el status quo y para que nadie me preguntara nada y no tuviera que pensar en lo que me perseguía. Todo esto es, por supuesto, una fórmula para el desastre emocional.

Pero había una cosa: la única a la que siempre podía recurrir para establecer una base, calmarme y volver a concentrarme para poder al menos funcionar en el trabajo y en la vida. La Religión. Siempre tuve a Dios.

El comienzo del año pasado comenzó bastante brillante para mí. Sentí una libertad recién descubierta porque finalmente estaba progresando en la resolución de algunos problemas personales y familiares y esperaba comenzar de nuevo en muchos niveles.

Mi carrera en los medios de comunicación iba bien con trabajos locales e internacionales, así que sentí que quería experimentar cosas nuevas y probar un estilo de vida diferente.

Hasta entonces había llevado una vida bastante privada, tranquila y humilde haciendo mi trabajo y pasando tiempo en casa, pero debido a que sentía una carga menos, traté de ser más sociable, salir más, encontré algunos amigos inconformistas, comencé a hacer rondas en los muchos eventos y fiestas en la ciudad, e incluso me atreví un poco en la fotografía artística, donde mostré más piel que nunca antes había hecho. Me sentía libre y viva, pero de alguna manera todavía vacía.

Tal vez porque la vida que estaba tratando de vivir era muy extraña para mí y no encajaba conmigo, me arrepentí.

A medida que el vacío crecía, las fiestas se volvieron aburridas, me quedé atascada con una imagen sexy y mis amigos inconformistas no sacaban lo mejor de mí, por decirlo así. Comencé a odiar en quién me estaba convirtiendo en esos cortos meses y volvía a sentirme perdida, desesperanzada y confundida sobre el mundo. Quería recuperar mi vida habitual, tranquila, aburrida pero sana, privada. Entonces, corté completamente y volví a la única cosa que siempre me ha hecho poner los pies en la tierra y me ha vuelto a enfocar.

Después parar todo, rápidamente me volví hacia Dios con la esperanza de encontrar la verdadera paz que anhelaba. Y así comenzó mi viaje…

La verdad me encontró

Esta no era la primera vez que buscaba la ayuda de Dios para calmarme y volver a concentrarme, pero de alguna manera quería que fuera la última vez. Las otras veces me reenfocaba lo suficiente para sobrevivir a mi vida, pero esta vez, quería que Dios fuera y siga siendo la guía de mi vida. Quería que la religión fuera una elección de estilo de vida para mí; no solo un elemento de mi vida.

Como estudiante de pregrado, estudié en una universidad jesuita donde todavía había monjes con túnica marrón que enseñaban y cuidaban los terrenos del campus. Era obligatorio para los estudiantes asistir a clases de teología cristiana como parte del plan de estudios.

En una de esas clases, el jesuita que estaba dando la clase nos dijo algo que nunca he olvidado. La Biblia fue hecha por un papa. Más tarde descubrí que los capítulos de la Biblia también habían sido elegidos o rechazados y que había muchas versiones en conflicto.

Si la Biblia fue elaborada por un hombre o un grupo de hombres y diferentes versiones entraron en conflicto, entonces ¿qué pasa con la religión en sí? Tenía que saber. Quería saber porque quería ser una buena cristiana que sigue los mandamientos de Dios, no lo que fue elegido por un hombre o un grupo de hombres en el pasado.

En este punto, quiero hacer notar mi mayor respeto a mis queridos amigos cristianos y miembros de mi familia que puedan estar leyendo y hacerles saber que sé cuán hermosas son algunas de las enseñanzas cristianas. Estoy muy orgullosa de la educación cristiana que recibí. Estoy agradecida por los valores e ideologías que el cristianismo me ha inculcado. Y todavía amo las enseñanzas y la vida de Jesús hasta este día.

Sin embargo, cuanto más estudiaba la historia, más entendía que el cristianismo y las teorías y creencias que ahora sostenemos fueron reunidas por un grupo de hombres.

Cuanto más aprendía acerca de cuánta lucha se había dado para conseguir que algunos conceptos, como la Trinidad, fueran aprobados y aceptados, me demuestra que era simplemente eso: un concepto (y de hecho, se ha demostrado que es una creación teórica y se ha eliminado de la mayoría de las reimpresiones de la Biblia moderna). Cuanto más descubría sobre Paul o Saul, el supuesto autor del Nuevo Testamento, más me sentía obligado a seguir investigando y buscando la verdad.

Después de un tiempo, llegué a la conclusión de que lo que tenía que hacer era buscar la religión que practicaron Jesús, David, Abraham, Moisés, Noé, etc.

No es la religión que se me había enseñado. Sabía que ninguno de estos hombres eran cristianos. Sabía que Jesús era un judío que hablaba arameo, pero no todos los grandes profetas lo fueron… Entonces, ¿qué religión practicaban todos estos grandes hombres? Porque eso es exactamente lo que quería practicar. Eran los mejores y elegidos por Dios, así que todo lo hacían debía de ser correcto.

Durante este tiempo de investigación, estudio y búsqueda sincera, un amigo musulmán bien intencionado me preguntó si alguna vez había aprendido algo sobre el Islam.

La verdad es que no lo había hecho. Podría pensar que sabía bastante sobre el cristianismo y un poco sobre el judaísmo, pero no sabía nada sobre la tercera religión abrahámica.

Bueno, pensé, si iba a encontrar la verdad y el Islam proviene de la misma tradición, también debía de haber pistas en el Islam por descubrir. Entonces, comencé a leer, leer y leer; y no pude parar.

Me quedé completamente absorta con las enseñanzas del Islam desde el principio. Como se suele decir, el Islam simplemente significa “someterse a un solo Dios”. Y, un musulmán es alguien que se somete a un solo Dios.

Cuando leeí esto pensé: “Bueno, ¡eso significa que cada persona de las tres religiones abrahámicas es musulmana y está practicando el Islam entonces!”.

En cierto modo sí, pero no del todo porque en el Islam no solo hay énfasis en la unidad de Dios, sino que, dado que solo hay un Dios, lógicamente también debe haber una sola manera correcta de adorar a Dios.

Uh oh… esto empezana a parecerse a lo que estaba buscando.

Mientras seguía leyendo, me di cuenta de que entendía facilmente las historias de los Profetas del Islam porque eran los mismos Profetas con los que crecí aprendiendo en la Biblia cristiana.

Me sentía atraído por la forma en que el Islam estructura la religión en un estilo de vida y no solo un elemento de la vida, y me me di cuenta de que aceptaba fácilmente la forma en que los musulmanes adoran a Dios.

Sentí que Dios me estaba guiando paso a paso y colocando cada libro en el orden perfecto para que yo viera la verdad. Y, aunque fue mi elección personal comenzar la búsqueda de la verdad, ahora siento sinceramente que la verdad me había buscado.

Paz, Esperanza y Respeto.

No sé cómo se recibirá mi historia, pero sinceramente espero que sigamos siendo parte de la vida del otro.

Espero que sigamos compartiendo nuestros puntos de vista, compartiendo nuestras experiencias y apoyándonos mutuamente de manera positiva.

También espero hacer nuevos amigos de todas partes, de todas las culturas y de todas las religiones.

Espero dejar atrás mi pasado porque lo que importa es lo que hago desde ahora hacia el futuro. Sí, me verás vestirme de manera diferente y también puedo hablar un poco diferente, pero en gran parte solo seré una versión mejorada de quién era yo. Quiero ser una mejor persona. Alguien que es más amable, más generosa, más reflexiva, más cariñosa, más considerada, más respetuosa, más calmada, más comprensiva y alguien que está más consciente de superarse día a día.

Realmente tengo que agradecer a mis maravillosos padres por el amor, cuidado y comprensión que me han brindado. Tener su apoyo y permiso para elegir lo que creo que es mejor para mí, es una verdadera bendición por la que siempre estoy agradecida.

Por último, pido que todos ustedes también encuentren paz, esperanza y respeto en sus propias vidas.

Assalamu’alaikum (La paz sea con vosotros).


Fuente: http://aboutislam.net Traducido y editado por NewMuslim.net

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