Por: Redacción
Ramadán está aquí una vez más, llenándonos de actos de ibadat y adoración, como el rezo, el ayuno, el tarawih o la recitación de Corán. Pero antes de todo esto, vamos a ser conscientes de nuestras metas en este mes para aprovechar al máximo cada día. Como parte de nuestra ibadat y de obediencia a Allah, debemos desear mejorar nuestra relación con Allah pidiendo perdón y bendiciones, concentrarnos en hacer el bien y llevarlo a la práctica, y hacer cambios permanentes en nuestra vida.
Acercarse a Allah
Lo primero que tenemos que tener en cuenta cuando realizamos estos actos de ibadat (adoración) en Ramadán es que estos nos brindan la oportunidad de acercarnos a Allah y aumentar el amor que tenemos por El en nuestros corazones. El amor de un musulmán por Allah y su Profeta (que la paz y las bendiciones sean con el) debe de ser mayor que el amor por cualquier otra cosa en este mundo. Muchos eruditos coinciden en que, según ciertos ahadith (dichos del Profeta), Allah crea al hombre, su alma y su corazón, para que esté inclinado a amar Allah. Sin embargo, las dudas, deseos o tentaciones hacen que este amor deba de ser reavivado constantemente a través de la creencia y el conocimiento.
En Ramadán, con la ibadat, tenemos la oportunidad ideal para aumentar el amor por Allah. El Salat es una de las claves de adoración en este mes. Podemos concentrarnos en aumentar la calidad del khushu‘, el estado de suavidad, silencio y humildad en el que se encuentra el corazón cuando está de pie o se postra ante Allah. Este estado puede mejorar si centramos nuestro corazón y mente en la recitación y en Allah.
El Profeta (SAWS) dijo:
“Cuando uno de vosotros permanece de pie rezando, conversa con Dios, sed conscientes de lo que decís a Dios y no elevéis vuestra voz por encima del otro cuando recitéis en la oración”. (Narrado por Ahmad, 4928)
La importancia de la oración se expresa en este Hadith, en el que Abu Huraira dijo que el Profeta dijo:
“Aquel que vaya a la mezquita por la mañana y por la tarde, Allah le preparará un lugar honorable en el Paraíso cada vez que vaya y venga”. (Narrado por al-Bukhaari, 631, and Muslim, 669)
Deberíamos basarnos en esto también cuando hacemos otros actos de adoración, como recitar el Corán, hacer dhikr (recordar a Allah) o cuando damos Sadaqa. Debemos asegurarnos de que nuestra única intención al realizarlas es la de complacer a Allah y aumentar nuestro amor por El en nuestros corazones.
Ve más allá en las buenas acciones
En Islam, la adoración va más allá de rezar y ayunar. Desafortunadamente, muchos musulmanes se confunden con la definición de las acciones correctas. Algunos le dan mucha importancia al ayuno y la oración, pero dejan a un lado algunos consejos morales de Allah y su Profeta (SAWS). Ramadán es un gran momento para ampliar nuestro horizonte con buenas acciones que se mencionan en el Corán y los ahadith (dichos del Profeta).
Algunas pueden ser:
- Visitar al enfermo
- Solucionar problemas familiares u otras relaciones
- Ser generoso y respetuoso con nuestro cónyuge
- Dar el pésame
- Ayudar a los necesitados
- Otros actos de generosidad y devoción
En otro Hadiz de Sahih Muslim, Abu Huraira narra que el Profeta (SAWS) dijo:
¿Quién comenzó ayunando este día?” Abu Bakr dijo: Yo. El Profeta (SAWS) dijo: “¿quién ha estado en un funeral hoy? Abu Bakr dijo: Yo. El Profeta (SAWS) dijo: ¿Quién ha alimentado a un pobre hoy? Abu Bakr dijo: Yo. El Profeta (SAWS) dijo: ¿Quién ha visitado a un enfermo hoy? Abu Bakr dijo: Yo. Entonces, el Profeta (SAWS) dijo: la persona que haga todas estas acciones entrará al Paraíso.
Hacer estas acciones durante Ramadán nos traerá una gran recompensa. Sin embargo, no debemos decirlo y presumir de ellos. Lo que hagamos tiene que quedar entre Allah y nosotros. Abu Bakr As-Siddir (RA) relató que el Mensajero (SAWS) dijo:
“… Aquel que recuerde a la gente todo lo que ha dado no entrará en el Paraíso”. (Tirmidhi)
Eleva el nivel de hacer buenas acciones
Islam nos aconseja que aumentemos nuestros niveles del buenas acciones. Estos esfuerzos, que normalmente no haremos excepto en Ramadán, nos ayudan a mejorar e ir más lejos. Sabemos que hasta el comportamiento del Profeta, que la paz sea con él, mejoraba en Ramadán. Muchos ahadith nos dicen que el Profeta, que la paz sea con él, era la persona más generosa y lo era incluso más en Ramadán. En esta época, daba más Sadaqa (caridad) y trataba a la gente con más amabilidad. Además, pasaba más tiempo recitando Corán, rezando, haciendo dhikr (recuerdo de Allah) y en I’tikaaf (retiro).
Imam Ahmad dijo: “No había nada que le pidieran que no diese”.
Al-Bayhaqi relató que ‘Aaishah (Que Allah la bendiga) dijo: “Cuando comenzaba Ramadán, el Profeta (SAWS) liberaba a los prisioneros de guerra y satisfacía las necesidades de todo aquel que le pedía algo”.
Guiados por esta luz y motivados por la recompensa prometida por Allah en este mes, deberíamos hacer un esfuerzo por aumentar la cantidad y la calidad de las buenas acciones en nuestra vida.
Comprometerse a un cambio permanente
Con todas estas oportunidades y bendiciones, Ramadán aumenta nuestra obediencia a Allah y la búsqueda de complacerle. Sin embargo, muchos de nosotros comenzamos con mucho entusiasmo pero nuestras costumbres no nos permiten que este cambio sea permanente. Por lo que al empezar Ramadán, debemos buscar un cambio real y permanente, aumentar el amor por Allah y aplicarlo en nuestro día a día. Lo lograremos si dejamos atrás lo que no es correcto y tomamos con fuerza lo bueno, no solo en Ramadán, sino durante todo el año y si es posible durante toda la vida. Debemos tener intenciones sinceras que nazcan y crezcan en nuestros corazones, y guíen nuestro comportamiento.
Hay un Hadith Qudsi que dice:
“… Si Mi siervo viene hacia Mí la distancia de un codo, yo voy a él la distancia de un brazo; si viene a Mí andando, yo voy a el corriendo”. (Sahih Al-Bukhari, Vol. 9, Hadith No. 502)
Un cambio permanente requiere romper con las malas costumbres y obstáculos mentales. Vemos a continuación lo que los primeros musulmanes nos dicen sobre el esfuerzo necesario para conseguir un cambio permanente:
- Muhammad ibn al-Munkadir dijo: “Luché contra mí mismo durante cuarenta años hasta que lo conseguí”.
- Thaabit al-Banaani dijo: “Luché durante veinte años para conseguir rezar qiyaam al-layl, y lo disfruté durante los siguientes veinte años”.
- ‘Umar ibn ‘Abd al-‘Azeez dijo: “Las mejores acciones son aquellas que nos obligamos a hacer”
- ‘Abd-Allah ibn al-Mubaarak dijo: “El alma de la gente recta les obligaba a hacer buenas acciones en el pasado, pero nuestra alma no hace lo que queremos que haga sin ser forzada, por lo que hay que forzarla”.
- Qutaadah dijo: “Oh hijo de Adam, si solo quieres hacer el bien cuando tienes energía para ello, tu naturaleza está más inclinada al aburrimiento y la pereza. El verdadero creyente es el que hace un esfuerzo”.
A veces, hacer el bien requiere mucha paciencia, así que recordemos que Allah nos recompensa según el esfuerzo que hagamos. El profeta, que la paz sea con él, dijo:
“Os esperan días de paciencia, en los que ser pacientes será como sujetar un carbón encendido. El que haga buenas acciones tendrá la recompensa de cincuenta hombres que hagan esa buena acción”. Narrado por Abu Dawood (4341) y al-Tirmidhi (3085)
En resumen, vamos a centrarnos en la transformación duradera de nuestros corazones y almas, mientras esperamos y pedimos la misericordia de Allah. Cambiemos lo que es falso e impuro por lo verdadero, para seguir adelante en el camino correcto en esta vida y en la próxima.
Fuente: www.iqarasense.com Traducido y editado por Nuevos Musulmanes