Autor: Osman Nuri Topbas
Para ofrecer la oración es por supuesto necesario prepararse para ello de manera adecuada. De los dichos del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, queda claro que la ablución (wudhu) es el primer requerimiento para la oración. Es así porque la oración tiene la belleza espiritual, física y natural. La afirmación del Imam Azam (Abu Hanifa) que sus errores desaparecían al hacer la ablución explica su importancia de manera sobrecogedora. Su intuición espiritual y perspicacia son en este aspecto famosas. Una vez le dijo a un joven que hacía la ablución:
-¡Oh hijo mío! Deja de cometer tal y tal acción.
El joven contestó:
-¿Cómo sabes que lo he hecho?
Imam Azam contestó:
-Lo sé por el agua que cae de tu ablución.
El hecho de limpiar los dientes con un miswq (un palito de madera que tiene muchas fibras en un extremo y que utiliza como cepillo de dientes), que era una costumbre del Profeta, también tiene su importancia. El Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
“La oración hecha después de haber limpiado los dientes con el miswaq es setenta veces más fuerte que cuando no se ha utilizado”. (Ahamd ibn Hanbal, Musnad, VI, 272)
“El miswaq no solamente limpia los dientes, también complace a Allah”. (Bujari, sawm, 28)
La oración se realiza con la lengua pronunciando la Unidad de Allah, la afirmación: “Allah es el más Grande”, alabanza a Allah y otras recitaciones. Por lo tanto la boca por la que pasan las palabras de adoración Divina debe estar limpia, lo cual proporciona también la serenidad del corazón.
Aunque el cepillo y la pasta también limpian los dientes, el miswaq ofrece ventajas adicionales para la salud, por ejemplo elimina la formación de caries, alivia los problemas del estómago y otros.
Uno de los importantes aspectos de la preparación para la oración es, a la luz del dicho del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, “unos pocos actos de adoración basados en conocimiento son mejores que muchos realizados de manera ignorante”, conocer sus pre-requisitos, sunnas y obligaciones.
Es una obligación hacer to lo posible para prepararnos para la oración purificando nuestros corazones de la enemistad, malicia y otras debilidades morales al tiempo que limpiamos los miembros externos de nuestro cuerpo. Es también una obligación permanecer vigilantes con respecto a las trampas y trucos del Shaitán y gente de mal que nos aleja de estas preparaciones. La gente sabia entiende y pone en práctica el verso “Purifica tu vestimenta” (Mudazir, 74:14) como purificarte interna y externamente para la oración, la cual supone entrar en presencia de Allah, y tener buenas cualidades morales.
Se dice en uno de los dichos del profeta, la paz y las bendiciones sean con él,: “Disminuid la mitad de vuestra espalda y estómago” (Jamiu’s Sagir. Aquí disminuir la mitad de la espalda siginifica alejarse de los actos prohibidos y en cuanto al estómago se refiere a no comer demasiado.
Fuente: libro ‘Islam, espíritu y forma’