Como realizar la ablución (wudu) de la mejor manera de acuerdo a los Hadiz

Por: Abu Amina Elias

La ablución (al-wuḍū’) es uno de los actos de adoración más importantes en el Islam. Es el prerrequisito para la oración ritual (al-ṣalāt), un medio de purificación externa e interna, y una causa para que se borren nuestras faltas. Para aprovechar al máximo este acto de adoración, necesitamos saber cómo hacerlo de la mejor manera posible.

Este artículo describe las reglas para una ablución correcta, que incluye sus elementos obligatorios y recomendados, a la vez que proporciona las principales evidencias de la Sunnah.

Usar agua limpia en cantidades moderadas

La ablución se debe realizar usando agua pura y limpia en cantidades moderadas. El agua en purificadora en sí misma siempre que no se mezcle con algo impuro.

Abu Sa’id Al-Judri transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

El agua es pura y nada la hace impura. (Sunan al-Tirmidhī 66)

La regla general es que el agua está lo suficientemente limpia para la ablución, siempre que no esté mezclada con algo sucio que cambie su olor, sabor o color. En otras palabras, una cantidad minúscula de impurezas o suciedad que se mezcla con agua no lo invalidará para la ablución puesto que no altera estas cualidades.

Al-Bayhaqi dijo: El agua es pura a menos que caiga una impureza que cambie su olor, sabor o color. (Bulūgh al-Marām, 4)

La ablución debe realizarse usando cantidades pequeñas a moderadas de agua.

Anas transmitió que el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, realizaba la ablución con un mudd (la mitad de un kilogramo) y realizana el baño ritual (ghusl) con entre un sa’ (dos kilogramos) y cinco mudd. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 189)

Al-Bukhari dijo: “A los eruditos no les gustaba la extravagancia en la ablución e ir más allá de lo que hizo el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él”. (Al-Majmū ‘Sharḥ al-Muhadhab 1/468)

Usar demasiada agua en la ablución es una forma de extravagancia y transgresión que no se debe de hacer.

Abdullah ibn Mughaffal transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Vendrán algunas personas que transgredirán en la purificación y la súplica. (Sunan Abī Dāwūd 96)

Abdullah ibn Amr transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, pasó junto a Sa’d mientras realizaba la ablución. El Profeta dijo:

¿Qué es esta extravagancia? Sa’d dijo: “¿Hay extravagancia con agua en la ablución?”. El Profeta dijo: Sí, incluso si estuviera en las orillas de un río que fluye. (Sunan Ibn Mājah 425)

Usar el palo para los diente (siwak)

Se recomienda usar el palo para los diente (siwāk o miswāk) con cada ablución y oración. También se puede usar un cepillo de dientes moderno o frotarse los dientes con los dedos húmedo.

Abu Huraira transmitió que, el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Si no fuera demasiado difícil para mi nación, les habría ordenado usar un palo de dientes antes de cada oración. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 847)

En otra narración, el Profeta dijo:

Les hubiera ordenado que usar el palo para los diente con cada ablución.(Musnad Aḥmad 9612)

También se recomienda usar el palo para los diente o cepillarse los dientes en cinco situaciones: 1) antes de la ablución, 2) antes de la oración, 3) antes recitar el Corán, 4) al despertar del sueño y 5) cuando el sabor en la boca se vuelve no es fresco.

Elementos obligatorios en la ablución

Los elementos obligatorios de la ablución son aquellos que es necesario realizar o la ablución es inválida, incompleto e inaceptable. Son los requisitos mínimos para una ablución válida. Para perfeccionar la ablución, uno debe comenzar practicando los elementos obligatorios de la mejor manera y luego ir incorporando gradualmente los elementos recomendados a la rutina.

Abu Shuja’a escribe: Los elementos obligatorios de la ablución son seis: la intención en el momento de lavarse la cara, lavarse la cara, lavarse los brazos hasta los codos, limpiarse parte de la cabeza, lavarse los pies hasta los tobillos y realizar lo que hemos mencionado en orden. (al-Ghāyah wal-Taqrīb 1/3)

La evidencia para cada uno de estos elementos obligatorios es la siguiente:

La intención a la hora de lavarse la cara

La persona debe tener la intención deliberada de realizar la ablución antes de comenzar la ablución. Si se lavaran todas las extremidades obligatorias pero sin tener la intención de adoración, se debe renovar el lavado.

Umar ibn Al-Khattab transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

En verdad, las obras son solo por sus intenciones. Verdaderamente, cada persona tendrá solo lo que pretendía. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 54)

No es necesario verbalizar la intención diciendo: “Tengo la intención de realizar la ablución”. Es suficiente tener conciencia y atención plena del acto deseado en el corazón.

Ibn Taymiyyah escribe: No es necesaria indicar (la intención de la ablución) con palabras, de acuerdo con el consenso de los imanes del Islam. Por el contrario, la intención se encuentra en el corazón sin la lengua de acuerdo con su consenso. (Majmū ‘al-Fatāwá 22/230)

Lavarse la cara, las manos en los codos, limpiarse parte de la cabeza, lavarse los pies hasta los tobillos

Estas son las extremidades más importantes que lavar durante la ablución. Se basan en el verso de la ablución del Corán y la narración de la ablución de Uthman ibn Affan, que Allah esté complacido con él.

Allah dice:

¡Vosotros que creéis! Cuando vayáis a hacer el salat, lavaos la cara y las manos llegando hasta los codos y pasaos las manos por la cabeza y (la mano) por los pies hasta los tobillos. Y si estáis impuros, purificaos. Y si estáis enfermos o no encontráis agua, estando de viaje o viniendo alguno de vosotros de hacer sus necesidades o habiendo tenido relación con las mujeres, procuraos entonces tierra buena y pasáosla por la cara y las manos. Allah no quiere poneros ninguna dificultad, sólo quiere que os purifiquéis y completar Su bendición sobre vosotros, para que podáis ser agradecidos. (Al-Ma’idah 5:6)

Humran transmitio: Vi a Uzman pedir un recipiente de agua y echó agua sobre sus manos tres veces y luego las lavó. Luego, puso su mano derecha en el recipiente, se enjuagó la boca y inspiró agua en su nariz. Luego, se lavó la cara tres veces y las manos hasta el codo tres veces. Luego, se limpió la cabeza y se lavó los pies tres veces. Uthman dijo: El Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

El que realizó la ablución como esta ablución mía y ofrezca dos ciclos de oración sin permitir que sus pensamientos le distraigan, entonces sus faltas previas serán perdonados. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 158)

Realizar lo que mencionamos en orden

Los estudiosos han estipulado que el lavado de estas extremidades debe hacerse en el orden en que se mencionan en el versículo.

Jabir informó: El Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él dijo:

Comenzamos como Allah ha comenzado. (Sunan al-Tirmidhī 2967)

El Profeta, que la paz sea con él, dijo esto acerca de realizar los rituales del Hajj de Al-Safa y Al-Marwah. Es decir, uno debería comenzar en Al-Safa cuando se va entre las montañas durante el Hajj y la Umrah, porque este es el orden en que Allah los mencionó. Por analogía, también debemos seguir la secuencia de la ablución como se menciona en el versículo y las narraciones auténticas.

Sin embargo, algunos eruditos consideran que seguir la secuencia es una recomendación y no una obligación.

Ibn Taymiyyah escribió: La secuencia en la ablución y de otros actos de adoración y obras, el desacuerdo sobre ellos es bien conocida. La escuela de Ash-Shafi’ee y Ahmad dicen que es una obligación, y la escuela de Malik y Abu Hanifa dicen que no es una obligación. (Majmū ‘al-Fatāwá 21/407)

Por precaución y cuidado para realizar la mejor ablución, debemos memorizar el orden correcto de lavado y hacerlo parte de nuestros hábitos diarios.

Elementos recomendados en la ablución

Los elementos recomendados de la ablución son aquellos que aumentan la virtud y la recompensa de la ablución. No son obligatorios y omitirlos no invalida el acto. Sin embargo, debemos practicar todos los elementos recomendados, tanto como podamos, si queremos realizar la mejor ablución posible.

Abu Shuja’a escribe: Las prácticas proféticas (recomendadas) son diez: comenzar con el nombre de Allah, lavar las manos antes de sumergirlas en el recipiente, enjuagar la boca e inspirar agua en la nariz, limpiar toda la cabeza, limpiar las partes interna y externa del oreja con agua nueva, pasar los dedos húmedos por la barba cuando es espesa, pasar los dedos húmedos entre los dedos de las manos y los de los pies, comenzar por el lado derecho antes del lado izquierdo, realizar las acciones de purificación tres veces cada uno, y hacer la ablución de forma continuada. (Fuente: al-Ghāyah wal-Taqrīb ¼)

La evidencia para cada uno de estos elementos recomendados es la siguiente:

Comenzando en el nombre de Allah

Se recomienda comenzar la ablución diciendo bismillah (“en el nombre de Allah”). Esta súplica fortalece nuestra atención de la intención obligatoria.

Abu Huraira transmitió que que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

No hay oración sin ablución, y no hay ablución sin mencionar el nombre de Allah antes. (Sunan Abī Dāwūd 101)

La frase “no hay ablución sin mencionar el nombre de Allah antes”, se interpreta como un estímulo para la ablución perfecta, no como algo que invalida la ablución.

Al-Marghinani escribe: “No hay ablución sin mencionar el nombre de Allah” significa una negación de la perfección, y la opinión más correcta es que es algo recomendado. (al-Hidāyah 1/15)

Lavarse las manos antes de sumergirlas en el recipiente

Se recomienda lavarse las manos antes de colocarlas en el recipiente para usarlas en la ablución. También es bueno lavarse las manos antes de la ablución si se usa agua del grifo en cantidad moderada.

Abu Huraira transmitió que, el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Cuando uno de vosotros se despierta del sueño, que no permita que sus manos entren en el recipiente hasta que las lave tres veces. Verdaderamente, él no sabe dónde sus manos pasaron la noche. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 160)

Enjuagar la boca y aspirar agua por la nariz

Se recomienda enjuagar la boca, aspirar agua por la nariz y expulsarla como parte del lavado de la cara. El agua que se aspira debe hacerse profundamente hasta el punto de que casi gotea en la garganta, excepto cuando ayunas. Al principio, el agua picará a aquellos que no están acostumbrados a ella, pero uno se acostumbrará y disfrutará de sus beneficios. Estos dos actos promueven la salud al limpiar y revitalizar la boca y los senos paranasales.

Laqit ibn Sabirah transmitió que El Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Realiza la ablución a fondo, pasa los dedos entre los dedos de las manos y los pies y aspira profundamente el agua por la nariz, a menos que ayunes. (Sunan al-Tirmidhī 788)

Limpiar toda la cabeza

Se recomienda limpiar toda la cabeza y no solo una parte de ella.

Ibn Abbas transmitió:

El Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, limpiaba su cabeza y sus oídos (en la ablución), tanto las partes internas como externas. (Sunan al-Tirmidhī 39)

Limpiar las partes internas y externas de la oreja con agua nueva

Se recomienda mojar nuevamente las manos, después de limpiar la cabeza, para limpiar las partes interna y externa de la oreja.

Abdullah ibn Zaid transmitió:

Vio al Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, realizando la ablución y usando agua para sus oídos que era diferente de la que usó para su cabeza. (al-Sunan al-Kubrá 308)

Pasar los dedos por una espesa barba

Se recomienda pasar los dedos por una barba muy gruesa. Para aquellos con una barba clara, el agua debe tocar la piel de la cara.

Uthman ibn Affan transmitió:

El Profeta, paz y bendiciones sean con él, pasaba sus dedos por su barba durante la ablución. (Sunan al-Tirmidhī 31)

Pasar los dedos entre los dedos de las manos y los pies

Se recomienda limpiar entre los dedos de las manos y los pies al lavar las manos y los pies.

Ibn Abbas transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Cuando realices la ablución, pase los dedos entre los dedos de las manos y los dedos de los pies. (Sunan al-Tirmidhī 39)

Comenzar con el lado derecho antes del lado izquierdo

Se recomienda comenzar la ablución lavando las extremidades derechas antes de las extremidades izquierdas, como también se recomienda en diversas actividades diarias, como vestirse y asearse. Sin embargo, no se debe usar la mano derecha para limpiarse después de usar el baño o realizar otras acciones inmundas.

Aisha transmitió:

Al Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, le gustaba comenzar en su lado derecho al ponerse los zapatos, peinarse, realizar su ablución y en todos sus asuntos. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 166)

Realizar las acciones de purificación tres veces cada una

Se recomienda realizar cada acto de lavado tres veces. Sin embargo, está permitido hacerlo solo una o dos veces.

Ali transmitió:

El Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, realizaba todo actos de la ablución tres veces. (Sunan al-Tirmidhī 44)

At-Tirmidhi dijo: Es aceptado por la mayoría de los eruditos, que es permisible realizar la ablución con un lavado cada parte, es mejor realizarlo con dos, y lo mejor es realizarlo con tres; no hay nada mejor después de esto. (Sunan al-Tirmidhī 44)

Hacerlo de forma continuada

Se recomienda, y algunos eruditos dicen que es obligatorio, realizar los elementos de la ablución en sucesión rápida o todos a la vez. Una extremidad no debe secarse antes de comenzar a lavar otra.

De acuerdo con Ahmad Al-Shirbini: ‘Continuamente’ significa continuidad las extremidades durante la purificación, de modo que la primera extremidad no se seque antes de comenzar con la segunda extremidad. (al-Iqnā ‘fī Ḥall Alfāẓ Abī Shujā’ 1/51)

La evidencia de esto es que el Profeta (ṣ) le dijo a un hombre que renovara su ablución después de que notó que había dejado partes en su piel (sin lavar).

Umar ibn Al-Khattab transmitió que un hombre realizó la ablución y dejó una parte en el pie del tamaño de una uña. El Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Regresa y realiza la ablución bien. (Ṣaḥīḥ Muslim 243)

Si no se recomendase la continuidad, el Profeta, la paz sea con él, le habría dicho que volviera y simplemente lavara el punto faltante. Esta narración también es evidencia de que el agua debe tocar cada parte de la piel en las extremidades requeridas.

Súplicas para la ablución

Hay dos súplicas confirmadas para decir durante la ablución, una durante y la otra después.

Abu Musa transmitió que fui al Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, mientras él realizaba la ablución. Escuché al Profeta suplicar:

Oh Allah, perdona mis faltas, expande mi morada y bendice mi provisión. (al-Sunan al-Kubrá lil-Nasā’ī 9828)

Umar ibn Al-Khattab informó: El Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Quien realiza la ablución de la mejor manera y luego dice: “Doy testimonio de que no hay más dios que Allah sin asociados, y atestiguo que Muhammad es su siervo y su mensajero, oh Allah, hazme estar entre los que se arrepienten y entre los que se purifican a sí, entonces las ocho puertas del Paraíso se abrirán para él y podrá entrar por lo que desee. (Sunan al-Tirmidhī 55)

La frase “hazme estar entre los que se purifican” significa la purificación en un sentido amplio, tanto interna como exteriorna: purificación de la suciedad en el cuerpo, enfermedades espirituales en el corazón, malos y vanos pensamientos en la mente, y faltas en el registro de hechos.

Dimensiones internas de la ablución

Finalmente, uno debe ser consciente de las dimensiones internas de la ablución en cada etapa del acto. La purificación externa de la inmundicia debe reflejar la purificación interna del corazón de las enfermedades espirituales. El flujo de agua sobre las extremidades es, de alguna manera, un símbolo de la limpieza del corazón.

Al-Ghazali escribe:

La purificación tiene cuatro niveles. El primer nivel es la purificación externa de los desechos corporales, la suciedad y los residuos. El segundo nivel es la purificación de las extremidades de los crímenes y los flatas. El tercer nivel es la purificación del corazón de rasgos de carácter indeseados y vicios detestables. El cuarto nivel es la purificación del ser interno de todo lo que no sea Allah Todopoderoso, y es la purificación de los Profetas, la paz y las bendiciones sean con él y los justos. (Iḥyā ” Ulūm al-Dīn 1/165)

Por lo tanto, para perfeccionar nuestra ablución, debemos esforzarnos por cumplir con sus objetivos tanto externos como internos. Una ablución externa perfecta debería conducir a una mayor pureza de corazón y acciones rectas, con el objetivo de alcanzar la atención completa de Allah en todo lo que hacemos.

Le pedimos a Allah que nos conceda facilidad para realizar nuestros actos de adoración de la mejor manera posible.


Fuente: https://abuaminaelias.com Traducido y editado por Nuevos Musulmanes

Related Post