Por: Equipo Editorial
Marcarse unos objetivos puede parecer algo simple e intuitivo, aún así mucha gente falla en cumplir lo que se había propuesto simplemente porque no se marcaron los objetivos adecuadamente. Lo que se proponen son más como deseos que como reales objetivos que tienen que trabajar para conseguir.
Es sorprendente, pero la manera en la que nos proponemos nuestros objetivos puede tener consecuencias en la probabilidad de conseguirlos. La verdad es que con el hecho de haber escrito tus objetivos, puede aumentar tus opciones de tener éxito. Pero escribirlos no es suficiente; tienes que saber escribirlos correctamente, aquí os dejamos las cuatro claves para hacerlo:
- Positivos: Mucha gente quiere eliminar algo negativo de su vida. Por lo que su objetivo es dejar de hacer un mal hábito. En vez de pensar en lo que no quieres, o en lo que quieres cambiar, enfócate en lo que sí quieres. Tu mente automáticamente atrae aquello en lo que centras tú atención. Si tu propósito es algo negativo, ¡vas a seguir atrayéndolo! Esto explica por qué muchos no consiguen eliminar sus malos hábitos. Por ejemplo, no digas “no volver a fracasar en completar la lectura del Corán”, sino “completar el Corán”.
- Personal: El truco está en escribir tus objetivos en una frase y ponerte como el sujeto de esa oración. Esto fuerza a tu mente a asociarte a ti mismo con el objetivo, lo que lleva al subconsciente a intentar encontrar las maneras para conseguirlo. Por ejemplo en vez de “completar el Corán”, decir “yo quiero completar el Corán”.
- En presente: Muchos marcan sus objetivos en futuro. Dicen por ejemplo, “en Ramadán quiero leer el Corán entero”. En vez de eso puedes adelantarte a ese momento en el que tienes la sensación de haber completado el Corán y hacer un dua a Allah de gratitud por haberlo completado. Siente la gratitud en tu corazón por el Tawfiq (ayuda y éxito) para conseguir este objetivo. Siente la felicidad por haber conseguido ese propósito. Cuando sientas verdaderamente las emociones relacionadas con tu objetivo, intenta escribir esas sensaciones en un papel. De este modo, tu objetivo estará repleto de buenas sensaciones. En términos prácticos, se convierte en “estoy agradecido por haber completado el Corán”.
- Imagen: Una vez que tengas las palabras y las sensaciones, tienes que asociar una imagen, ya que la mente no piensa en palabras sino en imágenes. Esto hace que el objetivo sea más concreto y completa la conexión entre tu mente y el objetivo. Si tu propósito es leer El Corán entero, imagina estar mirando la última página y cerrándolo por última vez (en esta lectura).
Saber cómo redactar adecuadamente tus objetivos es una cosa, pero saber qué tipos de objetivos proponerte es otra totalmente diferente. A continuación os dejamos una serie de criterios que os ayudarán a marcaros los objetivos más adecuados para este mes de Ramadán.
Relevantes: Recuerda que Ramadán es un mes para acercarte a Allah, por lo que intenta que sean objetivos relevantes a este propósito. Y sobre todo relevantes para ti, que sea lo que tú verdaderamente quieras hacer desde lo más profundo de tu corazón, que no sea algo que alguien te imponga.
Ambiciosos: El propósito de Ramadán es expandir tu capacidad y que salgas de tu zona de confort y aspirar a algo mayor y mejor. Cuando te propongas los objetivos para este Ramadán intenta que sean cosas que te produzcan entusiasmo. ¿Nunca has hecho tarawih todos los días de Ramadán? ¡Intenta hacerlo este año! Allah te ha dado la oportunidad de mostrar todo tu potencial y lo ha hecho mucho más fácil para ti ya que shaytan está encadenado.
Medible: Al expresar un objetivo en algo que sea cuantificable y medible, hace que haya claridad en el hecho de si lo has conseguido o no. Por lo que en vez de decir que quieres leer más Corán, planea cuánto quieres leer en este mes. Si tu objetivo es leerlo entero, esto significa que serán aproximadamente unas 20 páginas al día. Podrías intentar quizás dividirte ese número de páginas en diferentes momentos del día; 5 páginas después del salat del amanecer; 5 antes de ir a trabajar; 5 después del trabajo; 5 antes de la ruptura del ayuno. Cuando ponemos números en nuestro objetivo lo hace real, y te ayuda a elaborar un plan para conseguirlo.
Sistema de evaluación: Necesitas un sistema que te permita tener un seguimiento de cómo llevas tus objetivos día a día. Puedes por ejemplo hacer una tabla dividida en los días del mes de Ramadán, e ir apuntando lo que vas haciendo. Así sabrás cómo vas progresando en tus objetivos.
Definidos: Cuando te propongas objetivos no deben ser ambiguos, sino que intenta que sean lo más claros posibles. Hacer que tu objetivo sea cuantificable te ayuda a alcanzar el éxito, y hacerlo claro hará lo mismo. “Necesito ser mejor persona en Ramadán” esto no funcionará. Sé específico. ¿Cómo vas a mejorar? ¿Con tus padres? ¿Con tus vecinos? Define el objetivo ya que te permitirá saber en qué centrarte para tener éxito.
Novedoso: los objetivos que te propongas al igual que decíamos anteriormente que tenían que entusiasmarte deben ser novedosos. Si Ramadán tras Ramadán no has conseguido leerte el Corán completo aun teniéndolo como objetivo, intenta este año marcarte un objetivo diferente. Así si consigues este nuevo objetivo quizás, si Allah quiere, el próximo Ramadán tendrás la confianza necesaria para conseguir objetivos de otros años que hasta ahora no has podido lograr.
Tras esto, te recomendamos que todo lo que te propongas para este Ramadán sean asuntos relacionados con estrechar tu relación con Allah y aumentar el amor por Su Mensajero, la paz sea con él.