De lo necesario del saludo

saludo

Es pues para los musulmanes una orden de Allah y de su mensajero el saludarse entre sí y devolver el saludo.

Por: Redacción New Muslims

El saludo es una de las normas básicas de educación en cualquier cultura y sociedad. Este muestra la personalidad de la gente y la relación de los que se saludan. El saludo se ha usado, en diferentes sitios y momentos, para remarcar la autoridad de unos sobre otros e incluso para aislar a ciertos individuos en una sociedad por el simple hecho de negarle el saludo.

Siendo pues una cosa tan característica de una sociedad, es notable que el saludo entre los musulmanes sea: Paz (Salam).

Se transmitió de Al-Baráibn Azib que dijo:

“Nos ordeno el profeta s.a.w.s hacer siete cosas:

-visitar al enfermo; ir al entierro del difunto musulmán; pedir por el que estornuda; socorrer al débil; ayudar al oprimido; prodigar el saludo y hacer valer el juramento del otro.” (Lo relataron Al-Bujari y Muslim)

Es pues para los musulmanes una orden de Allah y de su mensajero el saludarse entre sí y devolver el saludo. Dice Allah en el Corán:

Y cuando os dirijan un saludo, responded con un saludo mejor que él o simplemente devolvedlo, es cierto que Allah tiene en cuenta todas las cosas.” (Sura de las Mujeres 4:86)

El saludo ayuda a incrementar y cuidar los lazos entre las personas y se han transmitido numerosos hadices relacionados con él para indicar lo necesario que es. Se ha transmitido de Abdallah ibn Amr ibn Al-As que un hombre pregunto al Profeta s.a.w.s.:

“¿Qué es lo mejor del Islam*?

Dijo: -Dar de comer y saludar a quien conozcas y a quien no conozcas-.” (Lo transmitieron Al-Bujari y Muslim)

*En cuanto a recompensa se refiere

El saludo es necesario para cuidar los lazos con las personas cercanas, pero también para acercarse a los desconocidos y evitar rencillas y discordias entre la gente; pues si se forman en una comunidad grupos de gente que no se saludan entre si no sale de ello nada bueno.

Allah dice en el Corán:

“¡Vosotros que creéis! No entréis en casas ajenas sin antes haber pedido permiso y haber saludado a su gente…” (Sura de la Luz 24:27)

Y se ha transmitido del profeta que el pedir permiso para entrar no se ha hecho sino para evitar miradas improcedentes. Este tipo de indicaciones que a una persona descuidada o que actúa con rutina y sin fijarse le pueden parecer de poca importancia pueden evitar a las personas que las sigan muchos problemas y tensiones en la sociedad en la que vivan.

Es gracias a las normas de cortesía y al afecto mostrado correctamente y con regularidad como se cimientan las relaciones entre las personas de un modo sano. Y el descuidar estos pequeños detalles suele acarrear problemas de relación mucho más difíciles de solucionar.

Así pues es necesario recordar el saludo en toda situación: al llegar y al marcharse, con los adultos y los pequeños, los cercanos y los desconocidos y con todos en general para poder formar una sociedad fuerte y unida.

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