Después de Ramadán

Por: Shaij Abdul Rahman Al Sudais

El verdadero musulmán es quien teme a Allah; practica buenas acciones y evita cometer faltas y malas acciones, se adhiere a esto y lo convierte en su forma vida hasta que muere. Por lo tanto, las estaciones del bien aumentan su diligencia en la adoración, su entusiasmo por la obediencia y el acostumbrarse al bien. Si estos tiempos pasan, sus efectos estarán presentes en su vida como imágenes vivas, una realidad tangible y un hecho concreto perceptible.

Después de Ramadan

Nos hemos despedido de un mes honorable y de una gran estación. Ayunamos durante el día y hacemos oración en las noches, conveniente para nosotros. Recitamos el Sagrado Corán, aumentamos nuestro zikr (recuerdo de Allah) y sus súplicas y damos caridad generosamente.

Además, nos acercamos a Allah mediante acciones de cercanía con Él, esperando Su recompensa y temiendo Su castigo. Cuántos esfuerzos hemos llevado a cabo, cansamos nuestros cuerpos, llenamos nuestros corazones con el temor de Allah, levantamos las manos en súplica y derramamos lágrimas. Ramadán es el mes perfecto para buscar Su misericordia y perdón y buscar la emancipación del Fuego.

Este bendito mes pasó como un sueño espiritual; pasó con sus bendiciones y beneficios. Este mes pasó por nuestro tiempo como testigo, ya sea de nuestras buenas acciones o en contra de nosotros por lo que hicimos durante el mismo. Todos deberían abrir su libro de cuentas y ver qué han hecho. Cómo sus obras afectan su trabajo y comportamiento. ¿Hemos adoptado todos los medios posibles para que nuestras acciones sean aceptadas (por Allah) después de esto? ¿Continuamos realizando buenas obras o la realidad de las personas es diferente?

¿Seguimos los pasos de los antepasados ​​justos? Aquellos cuyos corazones tenían Taqwa y sus almas se entristecían cuando pasaba el mes de Ramadán, ya que temían que sus buenas obras no fueran aceptadas. Por esto solían aumentar sus súplicas después del mes de Ramadán para que se aceptasen sus acciones. Allah Todopoderoso dice:

Los que dan de lo que se les da y sienten temor en su corazón porque saben que han de retornar a su Señor. (Corán, 23:60)

Aisha, que Allah esté complacido con ella, le preguntó al Mensajero de Allah, que las bendiciones y la paz de Allah sean con él, sobre la gente de este verso: “¿Son ellos que cometen adulterio, beben vino y roban?” Respondió: “No , ¡Oh hija de As-Siddiq! Sino que son los que ayunan, realizan la oración, dan caridad y temen que esto no sea aceptado por ello“. (At-Tirmidhi)

Además, Allah Todopoderoso dice:

Verdaderamente, Allah acepta solo de aquellos que son Al-Muttaqun (los que le temen). (Corán, 5:27)

Cada musulmán debe mirar su condición, pensar en sus asuntos y reconocer los signos de ganancia y pérdida después de llevar a cabo una acción. La señal más importante es que continuamos haciendo la buena acción y la seguimos con otra buena acción.

Aquel cuya condición es mejor después de Ramadán que su estado anterior, ya que se apresura a realizar buenas acciones, se esfuerza en realizar los actos de obediencia, conserva la oración del viernes y las oraciones congregacionales, esto será una buena señal de que sus acciones son aceptadas, con el favor de Allah. Además de lo anterior, debe estar arrepentido y ser recto, justo y estar lejos de las malas acciones.

Por otro lado, aquel cuya condición después del Ramadán es la misma que la que tenía antes, aunque se acerque más a Allah en este mes, volverá sobre sus pasos y volverá a cometer malas acciones. Además, abandonará las buenas acciones e incurrirá en lo que Allah prohíbe, perderá las oraciones y seguirá sus deseos. Además, no protegerá su oio, vista, órganos, dichos, hechos y su dinero de los asuntos prohibidos. Esta persona estará más lejos de Allah, buscamos refugio con Allah de esta forma.

Es extraño que los seguidores de esta religión malinterpreten los rituales del Islam. Por lo tanto, no realizan buenas acciones excepto en ciertas temporadas y tiempos específicos. Cuando estos tiempos pasan, serán los últimos en los que realicen buenas acciones. Buscamos refugio en Allah para no ser desvíados después de la guía, Allah dice:

No seáis como la que deshacía lo que había hilado con fuerza. (Corán, 16:92)

Alguno de los predecesores ​​fue preguntado acerca de aquellas personas que realizan actos de adoración durante el Ramadán y los abandonan después de que pase el mes. Respondió: “¡Qué malas personas son! No conocen a Allah excepto en Ramadán; ¡Oh esclavos de Allah! Temed a Allah; Oh, tú que hicistes buenas obras en Ramadán, ¿cómo puedes dejarlas después de que haya pasado el mes? ¿Olvidaste que el Dios de todos los meses es Uno y que Él es el Observador de tus acciones y condiciones? Oh, tú que te volviste a tu Señor en Ramadán, ¿cómo puedes olvidarlo después de esto? Oh, vosotros que sabéis que la oración es obligatoria en su debido tiempo y en la congregación en las mezquitas, ¿cómo ignoráis esto después del Ramadán?; Oh, tú, que sabías que Alla prohibió cometer malas acciones, ¿cómo podrías volver a ello?; Oh, tú que te embarcaste en recitar el Sagrado Corán, ¿cómo lo abandonaste?”.

Qué desastre tan enorme y qué gran privación es el hecho de que algunas personas hayan cambiado de lo bueno a lo malo, de la guía a la desviación y del camino del paraíso al camino del Fuego. Buscamos refugio en Allah de eso.

¿Dónde están los efectos del ayuno en las almas de los musulmanes? ¿Dónde están las lecciones y ejemplos que fueron deducidos de esta gran obligación? ¿Dónde están la piedad y la fuerza, el sacrificio y la paciencia, la cordialidad y la simpatía? ¿Dónde está la cooperación por la cual los musulmanes deben caracterizarse todo el tiempo para lograr su descripción en el Sagrado Corán y ser como la religión del Islam quiere que sean? De hecho, estos efectos deberían permanecer representados en la vida de los musulmanes perpetuamente, no solo en un momento, y eternamente no temporalmente.

¿Olvidaste que Allah te ordenó que lo obedecieras, te ordenó que lo adoraras y no puso fin a esto, excepto después de que fallezcas?

Al-Hassan Al-Basri, que Allah tenga piedad de él, recitó el siguiente verso en el que Allah Todopoderoso dice: “Y adora a tu Señor hasta que te llegue la certeza (es decir, la muerte)”. (Corán, 15:99 ) y dijo: “De hecho, Allah no ha puesto fin a las obras del creyente excepto por la muerte”.

Aquellos que dejaron de realizar acciones justas al despedirse de Ramadán deberían saber esto bien. ¿Se sienten seguras esas personas de la muerte, a la que que se enfrentarán en cualquier momento, del día o de la noche? ¿Dejarán que esto suceda mientras se encuentren en un estado que no satisfaga al Poderoso y al Eterno? ¿Dejarán que esto suceda mientras se encuentren en un estado que no los beneficie el día de estar de pie ante el Uno y el Eterno?

¿No ha llegado el momento de darnos cuenta de que lo que nos ha afectado, como la debilidad y la desunión, es de nosotros mismos? Es el resultado de malinterpretar los reglamentos de nuestra religión y de nuestros pequeños beneficios de los tiempos de beneficencia y caridad. ¿Qué pasaría si estos tiempos no afectaran a los corazones al revivirlos después de la muerte y no afectaran a la nación al unirlos después de la desunión?

Además, ¿qué pasaría si estos tiempos no contribuyeran a resolver nuestros problemas y dilemas, y a recuperarse de las pruebas y las enfermedades? Será un signo de la falta de perspicacia y visión, de la poca conciencia y de la mala interpretación de la decisión de los fallos religiosos.

Por eso hemos de esforzarnos en mantener nuestas buenas acciones después de Ramadán. Estás serán menos que durante este meb bendito, pero es mejor una buena acción constante, aunque sea pequeña, que una muy grande que se hace de vez en cuando.


Fuente: http://www.arabnews.com Traducido y editado por NewMuslim.net

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