Eid al Fitr: la felicidad de la festividad del Ramadán

En el Eid al Fitr la felicidad y el júbilo de esta celebración es compartida por todos

En el Eid al Fitr la felicidad y el júbilo de esta celebración es compartida por todos

Por: Serdar Guler

El eid es una bendición, un ofrecimiento, un beneplácito especial. Es un presente divino entregado por el Profeta. El principio de estas festividades se remonta a la Sagrada Emigración. Cuando el Mensajero de Dios llegó a Medina y honró convenientemente a la ciudad, existía anteriormente una tradición establecida ya en la que se dedicaba dos días del año a todo tipo de celebraciones y espectáculos conmemorativos. Cuando preguntó qué era importante acerca de esos días, le respondieron que eran jornadas que solían dedicar al entretenimiento. Como el Profeta cambió otras tradiciones pertenecientes a la Yahiliya —la «Época de Ignorancia», antes de la llegada del Islam— asimismo cambió ésta indicando: «Dios el Omnipotente ha sustituido estos dos días por otros mejores. Éstos son el Eid al-Fitr y Eid al-Adha».

La alegría del Eid al-Fitr

La festividad de Eid al-Fitr es uno de los símbolos de Islam. Hasta este día, todo el mundo comparte este regocijo, tanto si ayunan o realizan las oraciones prescritas como si no, incluso aquellos que no creen participan de la alegría de Eid. La alegría, el regocijo, el entretenimiento y la celebración son los rasgos especiales de estos días. Tanto jóvenes como mayores, todos son conscientes de este ambiente maravilloso. La festividad del Eid trae la felicidad, la tranquilidad, y el alivio. Los creyentes están alegres y llenos de vida; se puede ver en todas partes rostros sonrientes y ojos brillantes de la alegría.

Aquellos que aprecian esta bendición se deleitan con el placer inherente al conocimiento de que han hecho todo lo posible en esta prueba mundana para ser un buen siervo de Dios, sienten el entusiasmo de ser anunciados con las buenas nuevas del perdón divino, y logran que la serenidad implícita en la veneración diaria forme parte de sus vidas. Aunque el ayuno es prescrito durante todos los días del mes de Ramadán, está prohibido ayunar durante los días de Eid al Fitr, así como del Eid al Kabir. Durante la festividad del Eid, los creyentes disfrutan de las provisiones otorgadas por Dios el Sustentador. También dan limosna y la caridad, son hospitalarios con los invitados así como se intercambian regalos entre todos. Ayudan a los niños, los parientes, los pobres, y todos aquellos necesitados… lo hacen de un modo tal que hasta la gente más pobre se beneficia de las bendiciones. Como el Mensajero de Dios declaró: «Éstos son días para comer y beber».

El entretenimiento y la distracción

La historia del entretenimiento durante los días de la festividad del Eid se remonta a la época del Profeta. Tan sólo los dos ejemplos que vienen a continuación serán suficientes para mostrar que la sunna, las costumbres y tradiciones del Profeta, era natural y compatible con la naturaleza humana: Era un día de la festividad Eid. Dos jóvenes chicas del Ansar —los «ayudantes», musulmanes originarios de Medina— tocaban la pandereta y entonaban baladas junto a Aisha. Abu Bakr al-Siddiq las contempló y reaccionó inmediatamente, diciendo a su hija Aisha «¡El sonido de Satanás en la casa del Mensajero de Dios!» El Mensajero de Dios proporcionó la siguiente respuesta: «Oh, Abu Bakr, cada nación tiene una celebración. Y esta es la nuestra». Durante otro día de la festividad de Eid dos hombres, naturales de Sudan, actuaban fingiendo un combate con sus lanzas y escudos. El Mensajero de Dios preguntó a Aisha: «¿Deseas contemplarlos?» Cuando ella le contestó que sí, la dejó sentarse detrás de él, Aisha apoyó su cabeza sobre su hombro y luego juntos vieron el espectáculo. Mientras tanto el Profeta animaba a los participantes. Aisha relató: «Seguí viendo el espectáculo hasta que me aburrí. Entonces el Mensajero de Dios me preguntó “¿Es suficiente por hoy?” y cuando le dije que sí, expresó “Vámonos pues entonces”».

Resuena la invocación «Allahu Akbar»

Aunque las diversiones de la festividad del Eid estén enmarcadas dentro de los límites permitidos por la religión, a veces no podemos controlar nuestros sentimientos y excedemos dichos límites. Por lo tanto mantener el equilibrio es muy importante, y proteger dicha mesura sólo puede ser posible por medio de la conmemoración de Dios, la cual alimenta el corazón, así como mediante la acción de dar gracias, ya que es nuestro deber para con Nuestro Señor. Como el renombrado erudito Said Nursi declara a su vez, a través de la acción de dar gracias, aumentan las bendiciones de Dios y se suprime la ingratitud.

Durante los días del Eid, el takbir (Allahu Akbar —«Dios es el Más Grande»—) es repetido con frecuencia. A la vez que pronunciamos el takbir, los siguientes significados confluyen en nuestro corazón: «El poder y el conocimiento de Dios Todopoderoso es superior a todo y nos abruma. Nada puede escapar de Su poder o ser excluido de Su conocimiento. Él es Más Grande que todas las cosas colosales que tememos. La resurrección, ser redimido de la pobreza así como la concesión de la dicha absoluta y eterna no son nada en comparación con Su Grandeza».

La Oración del Eid al Fitr

Otro cumplimiento religioso durante la festividad del Eid es la oración. La realización de las oraciones prescritas es la esencia del sumo agradecimiento a Dios Omnipotente, es el sentido de ser humano y el límite superior del regocijo espiritual. Los creyentes que se acercan a su Señor por medio de las oraciones de tarawih a lo largo del mes de Ramadán son envidiados por los ángeles durante la mañana del día de Eid. Incluso los creyentes que no efectúan las oraciones diarias se hallan embelesados con regularidad por dicho momento de júbilo y viven el dulce entusiasmo de hallarse en la mezquita a tiempo; sin ser conscientes, dan un paso adelante para familiarizarse con las oraciones diarias. Durante esta mañana bendita, las mezquitas se encuentran repletas y a veces una parte de la congregación ha de rezar al aire libre por falta de sitio. La muchedumbre en la mezquita es mayor que la de la oración de viernes. En realidad, ellos pueden sentir en sus corazones el significado de las palabras del Profeta: «La primera cosa que hacemos hoy es rezar».


Fuente: Revistas Ramadán: El bendito mes del Islam

Related Post