Por: Shaij Ahmed Bermejo
El amor a Allah. ¿Qué es el amor a Allah? ¿Qué significa amar a Allah? ¿Quiénes son los que aman a Allah? ¿Quiénes son aquellos a los que Allah ama?
Di: Si amáis a Allah, seguidme, que Allah os amará y perdonará vuestras faltas. Allah es Perdonador y Compasivo”. (La Familia de Imran, 3:31)
Allah ama a Sus siervos, Allah ama a aquellos de Sus siervos que Le obedecen, Allah ama a aquellos de Sus siervos que cumplen con lo que les ha ordenado, ya que Allah dice en el Corán:
Y haced el bien. Es verdad que Allah ama a los que hacen el bien. (La Vaca 2:195)
Allah ama a los que aman lo que Allah ama y odian y detestan lo que Allah detesta. Y este es uno de los grados más elevados del amor de Allah, ya que cuando un siervo ama lo que Allah ama, Allah ama a ese siervo porque está en Su camino, porque sus deseos, su caminar y su transitar están de acuerdo con lo que Allah ha establecido, y eso le hace hacerse merecedor del amor de Allah.
Allah ha puesto Su recuerdo en nuestras lenguas, Allah ha puesto ante nuestros ojos los rostros de nuestros hermanos a los que amamos por Allah, Allah ha puesto en nuestros corazones el anhelo por Él; por lo tanto Allah nos ama, Allah nos ha bendecido con Su amor; oh Allah, Te damos gracias por habernos escogido y hacernos de aquellos a los que amas.
El Mensajero de Allah, salla allahu alaihi wa sallam, dijo: “Realmente, cuando Allah ama a un siervo llama a Ŷibril y le dice: ‘Yo amo a fulano, ámalo tú’. Y entonces Ŷibril lo ama. Después, llama al cielo diciendo: ‘Ciertamente, Allah ama a fulano, amadle, pues’. Y la gente del cielo le ama”. Dijo: ‘Y después se le acepta en la tierra’. Y cuando detesta a un siervo, llama a Ŷibril y le dice: ‘Detesto a fulano, ódiale tú también’. Y entonces Ŷibril lo detesta. Después, llama al cielo diciendo: ‘Ciertamente, Allah odia a fulano, odiadlo pues también’. Dijo: ‘Lo detestará la gente del cielo y después se le impondrá el aborrecimiento en la tierra’”.
Es decir, que Allah nos ha dado Su amor, y ese amor que Él, en Su infinita Misericordia y Generosidad, nos ha entregado, ese amor con el que nos ha cubierto, ese amor que se manifiesta en la cantidad de dones que nos ha entregado, debe ser correspondido, sobre nuestros hombros recae cumplir esa responsabilidad para poder ser de aquellos de los que Allah habla en Su Libro cuando dice:
Allah traerá a otros a los que amará y por los que será amado. (La Mesa Servida, 5:54)
Allah ya ha cumplido con Su parte, Allah ya nos ama, os lo repito, no tengáis ninguna duda, Allah nos ama con un amor real y sincero, con un amor que está por encima de todas las cosas; y si alguien piensa que Allah no le ama, que sepa que está muy equivocado, si alguien está pasando un momento de dificultad y cree que por eso Allah no le ama, que sepa que está equivocado; Allah nos ama, nos ha escogido y nos ha elevado, Él ha sido el que nos ha guiado a Su camino y eso, sin ninguna duda, es una muestra de Su amor; pero ahora nos corresponde a nosotros amar a Allah, nos corresponde cumplir con nuestra parte del pacto porque Él está cumpliendo con la suya; y ¿cómo se consigue?
La respuesta la encontramos en la aleya que hemos mencionado previamente, en la que Allah le dice a Su Mensajero: “Dí (oh Muhammad): Si amáis a Allah, seguidme, que Allah os amará y perdonará vuestras faltas. Allah es Perdonador y Compasivo”.
El amor a Allah está entonces vinculado al amor al Mensajero de Allah, el amor a Allah es seguir y amar al Mensajero de Allah; y sabed que el Mensajero de Allah, salla allahu alaihi wa sallam, también nos ama; es más, su amor hacia nosotros, comparado con nuestro amor por él, es una gota en medio de un océano; y si nosotros pretendemos ser de los que el Mensajero de Allah llama sus hermanos, debemos corresponder este amor que él tiene por nosotros; y la forma de hacerlo es seguir su Sunna, es imitarle, es tomarlo como modelo en todas y cada una de las acciones de nuestra vida.
Hay un verso muy conocido en lengua árabe que dice: “Quien pretenda ser de los que aman al Mensajero de Allah, pero no sigue su Sunna, es un mentiroso”. No podemos amar al Mensajero de Allah, y por consiguiente no podemos amar a Allah pues el amor a Allah y a Su Mensajero van unidos, si no seguimos la Sunna del Mensajero de Allah, si no seguimos los mandatos y las prohibiciones de Allah y de Su Mensajero, si no amamos lo que Allah y Su Mensajero aman.
Dijo Sahl ibn Abdullah At-Tustari, que Allah esté complacido con él: “La señal del amor a Allah es el amor al Corán; la señal del amor al Corán es el amor al Profeta; la señal del amor al Profeta es el amor a la Sunna; y la señal del amor a Allah, el amor al Corán, el amor al Profeta y el amor a la Sunna, es el amor por la Otra Vida”.
¿Cómo se ama a Allah? Obedeciéndole en todo, no únicamente en los que nos conviene, porque así lo declara Allah en el conocido hadiz qudsi en el que Él dice por boca de Su Mensajero:
No se acerca Mi siervo a Mí con nada más amado para Mí que aquello que he hecho preceptivo para él.
A Allah se Le ama amando lo que Allah ama, todo lo que Él ama, no únicamente lo que nos conviene, reconociendo lo que nos ha dado, reflexionando sobre los dones con los que no ha bendecido, que son muchos, muchísimos, tanto los que Le hemos pedido como los que no Le hemos pedido.
A Allah se le ama recordándole, haciendo dhikr de Él, teniéndolo presente en nuestros corazones; cada vez que alguien recuerda a Allah con su lengua y su corazón, lo que está haciendo es manifestar su amor por Allah; cada vez que alguien deja sus preocupaciones, sus ocupaciones, su familia, deja su vida unos momentos para recordar a Allah, para hacer la oración, para recitar y reflexionar sobre el Corán, lo que está haciendo es renovar su amor por Allah. ¿Por qué? Porque el que lo hace ama a Allah y entonces Allah le ama.
Este amor con el que Allah nos ha favorecido no podemos perderlo, esta luz con la que nos ilumina no podemos apagarla olvidándonos de Él, no podemos apagarla con nuestras acciones, no podemos apagarla con nuestra arrogancia, no podemos apagarla con nuestro maltrato a los demás, no podemos apagarla con la oscuridad y el mal de nuestras lenguas ─y todo esto apaga la llama del amor de Allah─ ya que si apagamos esa luz, si dejamos que ese amor se diluya, os lo aseguro, no tendremos nada que hacer, pues pasaremos de ser los seres más afortunados a los que Allah ama, a los más desgraciados a los que Allah detesta, ya que nosotros mismos, con nuestras propias acciones, estaremos cerrando nuestros corazones al amor y a la luz de Allah, estaremos cerrando nuestros corazones al amor del Mensajero Muhammad, salla allahu alaihi wa sallam.
El asunto está en nuestras manos, de nosotros depende. El amor de Allah ya lo tenemos, porque os lo repito una vez más y todas las veces que haga falta, ALLAH NOS AMA. ¿Qué vamos a hacer con ese amor? ¿Vamos a ser correspondidos o vamos a dejar que Allah traiga a otra gente “a los que amará y por los que será amado”?
No lo vamos a permitir, no lo podemos permitir, es tan grande que no podemos permitirnos el lujo de perderlo. ¿Porque sabéis qué significa el amor de Allah? Significa que Allah es la vista con la vemos, los ojos con los que escuchamos, las manos con las que agarramos, los pies con los que caminamos; significa que hemos alcanzado el grado de amar a Allah y de amar a Su Mensajero por encima de cualquier otra cosa, por encima incluso de nosotros mismos.
¿Y sabéis lo que significa por encima de todo? ¿Sabéis cuál es el resultado de corresponder al amor que tienen por nosotros Allah y Su Mensajero? ¿Sabéis cuál es el regalo más grande?: Que obtendremos la mushahada, que en la Próxima Vida, en el lugar más elevado del Jardín, en compañía de Muhammad, salla allahu alaihi wa sallam, Allah nos honrará con Su compañía y nos dará Su mushahada. Y esto es el mejor regalo al que podemos aspirar y este regalo es sólo para los que, en su corazón, aman a Allah y a Su Mensajero.
Fuente: http://ahmedbermejo.com/