Autor: Redaccion New Muslim
Estamos inmersos en las celebraciones de los no musulmanes que acompañan al fin del año del calendario gregoriano y al inicio del siguiente. En estas ocasiones entre los musulmanes es fácil que se tenga más presente de lo normal la diferencia de ritmo entre aquellos que vivimos según la sunnah (la práctica del Mensajero de Allah s.a.w.s. y sus nobles compañeros) y lo que Allah nos ha indicado y aquellos que no lo hacen.
Esta diferencia de ritmo se puede apreciar en la multitud de ocasiones que en la cultura de occidente se celebra algo y al meditar porque se celebra. No es solo una diferencia de calendarios o de fechas en las que los musulmanes celebran o dejan de celebrar.
Eso sí, si bien es cierto que existe esa diferencia, los musulmanes encuentran en el ritmo que Islam otorga a sus vidas la tranquilidad para dejar pasar toda la agitación y estrés que se aprecian en este tipo de festividades con la mayor serenidad.
Una cosa común y característica de esta celebración es la costumbre de establecer buenos propósitos para un año que empieza después de haber repasado el año que termina. Esto es ciertamente una práctica recomendable, pues todo acto de conciencia y de revisión sobre lo que se ha hecho ayuda a una persona a corregirse. Pero es común también entre las personas que siguen esta práctica bromear acerca de lo poco que se acaba cumpliendo de aquello que con tan buena intención se desea al iniciar el año. Esto continuado puede conducir a una conducta peligrosa.
Dice Allah en el Corán:
“¡Oh creyentes! ¿Por qué decís lo que no hacéis? Es grave ante Allah que digáis lo que no hacéis.” (Sura Las Filas 61:2-3)
Y también:
“Rivalizad en las buenas acciones.” (Sura de La vaca 2:148)
Es por lo tanto tener presente que aun que no es una fiesta nuestra como musulmanes toda ocasión y todo momento nos ha de servir para recordar a Allah y toda actitud tiene una enseñanza para el que tiene ojos y ve.
Se ha transmitido que el Profeta paz y bendiciones sobre el dijo:
“El verdaderamente dotado de intelecto es el que reflexiona sobre sus acciones (examinando su conciencia) y obra para después de la muerte; y el incapaz es aquel que sigue sus propios apetitos y pretende la salvaguarda de Allah y obtener su perdón” (Lo relató At-Tirmidí: hadiz hasan)