Por: Equipo Editorial
Desde una perspectiva islámica la salud es vista como una de las mayores bendiciones que Dios le da al hombre. Esto lo encontramos en un hadith (dicho) del Profeta, en el cual enfatiza el valor de la salud:
El Mensajero de Allah se subió al mimbar y dijo: “Pedir a Allah que os dé el Perdón y la salud, puesto que después de haber recibido la certeza (de creencia) no se nos da nada mejor que la salud” (Tirmidhi)
La salud puede ser una bendición que damos por sentada. Esto no debe de ser así; hemos de ser agradecidos por ella, puesto que como nos indica el Profeta, que la paz sea con él, es un regalo que se nos da, y hemos de hacer lo que está en nuestras manos por mantenerla. Se ha transmitido que el Profeta, que la paz sea con él dijo:
“No habrá nadie a quien se le permita moverse en el día del Juicio hasta que no se le haya preguntado sobre en qué usó su vida, que usó hizo de su conocimiento, cómo ganó y gastó su riqueza y en qué causas usó su salud” (transmitido por Tirmidhi).
La preservación de esta bendición solo se puede conseguir si cuidamos en serio nuestra salud y tomamos todas la medidas posibles para mantenerla y mejorarla. Teniendo esto en cuenta, todos los musulmanes deberían de llevar a cabo las acciones necesarias para encaminarse a una buena salud y mantenerla.
Para buenas nuevas de los musulmanes, la preservación de la salud y su mejora es algo que está contemplado como parte integral del Islam. Desde que comenzó el Islam, hace más de catorce siglos, y hasta hoy, los musulmanes que siguen una vida de acuerdo a los requerimientos del Islam saben que están tomando pasos en esta dirección. Se puede incluso resaltar como en las indicaciones del Corán y los Hadith sobre la salud siguen siendo totalmente actuales hoy en día y como quien las sigue puede llegar a una vida saludable y estado de pureza. A continuación mencionamos algunos de los ejemplos de esto, aunque hay muchos más.
La oración diaria
Aunque los beneficios físicos derivados del Salah, la oración que se hace cinco veces al día, son secundarios nos son así menos importantes. Mantener un buen estado interno y un equilibrio en la vida entre los material y lo espiritual es esencial para una buena salud, puesto que esto no ayudará a tener una disposición equilibrada y sana respecto a todos los asuntos de la vida. Está demostrado que las emociones tienen un gran influencia en los estados de salud, y la oración es una muy buena manera de mantener este equilibrio.
Además, el hecho de que la oración involucra una serie de movimientos físicos que se hacen cinco veces al día en tiempos establecidos es un garantía de una ayuda a nuestro sistema circulatorio y de respiración. El esfuerzo físico de la oración no nos va a mantener en forma por sí solo, pero ciertamente tiene un beneficio a largo plazo.
La ablución (wudu) antes de la oración y el ghusl (ablución mayor)
Antes de llevar a cabo las oraciones, el musulmán ha de llevar a cabo la ablución, la cual requiere un limpieza a conciencia de las manos, la boca, la nariz, la cara, los brazos (hasta los codos), el pelo las orejas y los pies. Este ritual de purificación, cuando se hace repetidas veces al día, deja el musulmán limpio, refrescado, y listo para encontrarse con su creador. También se requiere que los musulmanes se limpien con agua ambos orificios después de usar el servicio. El ghusl, que es como ducharse, es obligatorio cuando se está en estado de impureza ritual o, al menos, una vez por semana en el día del Jumu’a.
Dieta y nutrición
Hay numerosos versos del Corán y hadith que promueven el comer comida sana y saludable y comer con moderación. Dios indica claramente en el Corán:
¡Hombres! ¡Comed de los alimentos lícitos y buenos que hay en la tierra y no sigáis los pasos del Demonio! Es para vosotros un enemigo declarado. (Corán, 2:168)
Una dieta sana y nutritiva debe también ser equilibrada para así mantener el equilibrio que Dios ha establecido en todas las cosas. Esto es mencionado en el Corán cuando Dios dice:
Ha elevado el cielo. Ha establecido la balanza para que no faltéis al peso, sino que deis la pesada equitativa, sin defraudar en el peso. (Corán, 55:7-9)
Como sabemos, comer en exceso causa daño a nuestra salud. Son muchas las enfermedades que están relacionadas con los hábitos descontrolados de comida como la diabetes, los problemas vasculares, algunos tipos de infartos, etc. Se ha dicho que el estómago es el ‘hogar de las enfermedades’ y en muchos casos es responsable de estas. El Islam nos enseña a comer con moderación:
Comed de lo bueno de que os hemos proveído, pero sin excederos. (Corán: 20:81)
La indulgencia excesiva en al comida y el desperdicio de la misma es desaconsejada en el hadith del Profeta, que la paz sea con él, en el que dice:
“Ningún humano ha llenado nunca un recipiente peor que su propio estómago. El hijo de Adam no necesita más que un para de trozos de comida para mantener su fuerza, y par esto debe de usar un tercio de su estómago para la comida, un tercio para la bebida y un tercio para respirar. (Ibn Maja)
El Ayuno
El ayuno del mes de Ramadán desde el alba hasta la puesta del sol se hace para buscar la complacencia de Dios y para practicar el auto control en los aspectos de la vida, con la idea de que este estado de conciencia de Dios y bondad de mantenga también después de Ramadán. Es un tiempo ideal para apartarnos de las impurezas y faltas en nuestra vida.
¡Creyentes!; Se os ha prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, tengáis taqwah de Allah. (Corán, 2:183)
En el Islam ayunar no es como un dieta “shock” sino que es adecuado en cuanto a la toma de calorías y no lleva en ningún caso a la malnutrición. Todas las comidas que son halal están permitidas cuando se rompe el ayuno. Muchas de la comida procesada que tomamos contiene químicos que con el tiempo se acumulan en nuestro cuerpo. El ayuno no ayuda a eliminar estas toxinas y da un descanso al sistema digestivo. Numerosos estudios han demostrado que el ayuno ayuda a bajar el azúcar en la sangre y el colesterol, algo que puede ser beneficiosos en muchos casos.
La prohibición de tomar intoxicantes
El Islam prohíbe la toma de intoxicantes como el alcohol o las drogas por una buena razón. El placer limitado de estas sustancias produce un inmenso daño a la larga a nuestra mente, cuerpo y el tejido social.
¡Creyentes! El vino, el maysir, las piedras erectas y las flechas no son sino abominación y obra del Demonio. ¡Evitadlo, pues! Quizás, as, prosperéis. (Corán, 5:90)
Por lo que hemos visto, si el musulmán, o el no musulmán, se adhiere a los principios del Islam automáticamente estará conduciendo su vida hacia estado pleno, tanto de salud mental como física, lo que le conducirá, si Dios quiere, a la felicidad en esta vida y en la próxima.
Las fuentes de este artículos son de: http://www.muslimhealthnetwork.org/