Por: Redacción
En el Islam, el matrimonio entre un hombre y una mujer no es simplemente un acuerdo financiero y físico para vivir juntos, sino un contrato de inmensa importancia ante Dios, un regalo de Dios con el propósito de vivamos un vida con felicidad, disfrute y contentamiento y que surja una siguiente generación de hombre y mujeres sanos, tanto física como psicológicamente. La principal meta del matrimonio en el Islam es la manifestación de la tranquilidad y compasión entre los cónyuges. Para facilitar que esto surja y evitar el conflicto innecesario, el Islam establece ciertos principios, derechos y responsabilidades que un cónyuge tiene sobre otro. Al hacer esto, se resuelve muchos de los principales motivos de conflicto y los cónyuges se pueden centrar en lo que realmente importa.
Un correcto entendimiento del Islam y su aplicación, junto con la bondad, deben de ser los criterios por los que elegir a la pareja. Son muchos las declaraciones en el Corán y la Sunnah que establecen la bondad y la equidad, la compasión y el amor, la simpatía y la consideración, la paciencia y el buena voluntad. El Profeta, que la paz sea sobre él, dijo: “El mejor musulmán es aquel que es mejor con su familia” y también dijo: “… y el disfrute más bendecido en esta vida es una esposa bondadosa y correcta”. (Ambos transmitidos por Tirmidhi)
El principal papel del marido se da entorno al principio moral de que es su deber para con Allah el tratar a su esposa con bondad, honor y paciencia; el mantenerla como esposa de forma honorable o el liberarla del lazo matrimonial de forma honorable; y el no causarle daño o pena. Dice Allah en el Corán:
Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas os disgusta, es posible que Allah haya decretado a pesar de esto un bien para vosotros. (Las Mujeres, 4:19)
El papel de la esposa se puede resumir en el versículo del Corán en el cual se dice que las mujeres tienen tanto derechos como responsabilidades de acuerdo a lo que es equitativo, pero que el hombre tiene un grado sobre ellas, en función a lo que gasta en ellas -y esto es muy importante. Dice el Corán:
Ellas tienen tanto el derecho al buen trato como la obligación de tratar bien a sus maridos. Y los hombres tienen un grado superior al de ellas [porque en ellos cae la responsabilidad de mantener el hogar]; y Allah es Poderoso, Sabio. (La Vaca, 2:228)
Este grado se interpreta generalmente por los eruditos musulmanes en conjunción con otro versículo el cual dice, entre otras cosas, que el hombre es el protector, guardián y confidente de la mujer porque Allah ha hecho a algunos exceder sobre otros y por lo que gastan de su riqueza en ellas. Dice Allah en el Corán:
Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Allah ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Allah y a sus maridos, y cuidan en ausencia de ellos [su honor y sus bienes] encomendándose a Allah. (Las Mujeres, 4:34)
Los derechos de la mujer y las obligaciones del hombre en el matrimonio
Dado que el Corán y la Sunna han ordenado el buen trato hacia las mujeres es el deber del marido:
- Consultar y tratar con su mujer de un forma equitativa y bondadosa. Dice Allah el en Corán: “Tratad bien a vuestras mujeres…”
- Llevar la responsabilidad del mantenimiento completo de su esposa y el hogar, un deber que debe cumplir con alegría, sin reproches o condescendencia. Dice Allah en el Corán: “Que el pudiente mantenga según sus medios, y aquel cuyo sustento sea limitado que lo haga acorde a lo que Allah le haya proveído. Allah no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Y ciertamente luego de toda dificultad Allah os enviará un alivio. (El Divorcio, 65:7)
El mantenimiento significa que la mujer tiene derecho a un alojamiento, vestimenta, comida y todo aquello necesario para el cuidado y bienestar general. La residencia en la que se queda la mujer debe ser adecuada y tener un nivel razonable de privacidad, comidad e independencia. El bienestar de la mujer y la estabilidad del matrimonio deben de ser la meta final.
Al igual que la residencia, lo mismo se aplica para la ropa, la comida y el bienestar general. La mujer tiene el derecho todo esto de una forma de acuerdo a su estilo de vida antes de estar casada, sin ser extravagante ni mísero.
Los derechos no materiales
Al marido se le ordena, por las leyes de el Corán y la Sunna a:
- Tratar a su esposa con equidad
- Respetar sus sentimiento, y mostrarle bondad y consideración
- No mostrar averisión a su esposa ni tenerla en suspesne o incertidumbre
- No matener a su esposa con la intención de causarle daño o de limitar su libertad
- Dejar que pida su libertad del vínculo matrimonial si él no tiene amor ni simpatía con ella (o viceversa)
Las obligaciones de la esposa y los derechos de marido en el matrimonio
La principal obligación de la esposa en una relación matrimonial es contribuir al éxito y la bendición en el matrimonio de la mejor manera posible. Debe ser atenta a la comodidad y bienestar de su marido, procurar no ofenderle ni dañar sus sentimientos. Puede que nada ilustre mejor este punto que la declaración coránica que describe a la gente recta como aquellos que suplican diciendo:
“Aquellos que piden: ¡Oh, Señor nuestro! Agrácianos con esposas e hijos que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los piadosos”. (El Discernimiento, 24:74)
Esta es la base sobre la que todas las obligaciones se basan y de la que emergen. Para cumplir con ellos las obligaciones básicas de la esposa son:
- La esposa ha de ser fiel, de confianza y leal.
- No debe engañar a su esposo evitando concebir de forma deliberada sin su conocimiento
- No debe permitir que nadie más tenga acceso a intimidad sexual con ella más que su marido
- No debe recibir a nadie en su casa que su marido no apruebe
- No debe aceptar regalos sin su consentimiento para evitar los celos, la sospecha, la calumnia, etc,
- Las posesiones de su marido son su fideicomiso. Si se le encarga la administración de una parte de administrarlo con criterio y de forma justa. No debe deshacerse ni regalar sus posesiones sin su permiso.
- Respecto a la intimidad, la mujer ha de hacerse deseable, arreglarse y cuidarse y ser cooperativa.
- La esposa no debe negarse a su esposo.
El matrimonio es una parte integral de la vida de todo musulmán. Aunque no es obligatorio, sí es recomendado y es un Sunnah del Profeta. Dijo el Profeta respecto a esto:
Cuando un hombre se casa, completa la mitad de su Din (Al Baihaqi)
El matrimonio es uno de los fundamentos sobre la que se basa la vida del musulmán, hombre o mujer. Un hogar en paz y con armonía en la pareja, donde hay respeto, cariño, preocupación por el otro y amabilidad, las cualidades que hacen que surja el amor, es el principio de una sociedad sana. Un hogar con estas cualidades es un lugar donde ambos se sienten cómodos, donde los conflictos de este mundo se quedan en la puerta, donde cada uno se recarga para afrontar las pruebas y esfuerzos de la vida. Un hogar con esta características es el lugar adecuado para criar a los hijos y que sean hombre y mujeres íntegros, compasivos, con capacidad de amar a su Señor, al Profeta, a sus esposas y al resto de la creación, porque han experimentado este amor cuando eran pequeños.
Es un hogar donde se llama al bien, se pasan por alto las faltas del otro y se perdona. Un hogar con estas características hace al musulmán más fuerte en su Din y le hace estar agradecido con su Creador. Dice Allah en el Corán:
Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan. (Los Romanos, 30:21)
Mientras que esta es la meta a conseguir en un hogar, la naturaleza del ser humano le lleva a buscar el conflicto. Dice Allah en el Corán:
Ciertamente el hombre es impaciente por naturaleza. (Los Profetas, 21:37)
Es por esta razón por la que el Islam establece de forma clara cuáles son las responsabilidades y derechos de cada uno de los esposos, para que una vez esto está claro, no sea un motivo de conflicto y se puedan centrar en lo que realmente importa: cultivar un relación basada en el amor, la confianza, el respeto mutuo y el cariño que nos lleve más cerca de nuestro Creador y no haga ser mejores musulmanes y, en consecuencia, mejores personas.
No debemos olvidar cuál es la meta de estas responsabilidades y derechos, puesto que sino se convertirán en reglas vacías, así como tampoco olvidar que esto son unas líneas maestras, pero que cada relación es diferente y que la forma de aplicarlas puede variar mucho, sin ser esto necesariamente mejor o peor.