Autor: Abdulgani Melara
Continua a partir de: El misericordioso parte 1 de 2
Nuestra relación con los nombres de Allah y Sus atributos se establece en tres niveles.
El primero es aferrarse a ese nombre o atributo, conectarse a él. Aferrarse al nombre del Raḥmán es que Le pidas Su misericordia a través de los medios que Él ha indicado para conseguirla, como volverse a Él, pedirle perdón y hacer el bien. Dice Allah:
“…Vuestro Señor se ha prescrito a Sí mismo la misericordia. Quien de vosotros haga un mal, por ignorancia, y luego se vuelva (en arrepentimiento) después de ello, y rectifique, Él es Perdonador, Compasivo” (Sura de los rebaños 6:54)
Y dice:
“…En verdad la misericordia de Allah está cerca de los que hacen el bien”. (Sura Al’Araf 7:56)
El segundo es adoptar o imitar su cualidad. El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo:
“Adoptad las cualidades de carácter del Misericordioso”
Y en otro hadiz dijo:
“En verdad Allah, sea ensalzado, tiene trescientas cualidades de carácter; quien se encuentre con Él teniendo una de ellas, a la vez que el tauḥid (el reconocimiento y la declaración de Su unicidad), entrará en el Jardín”.
Adoptar la cualidad del Raḥmán es que mires toda la creación con el ojo de la misericordia. Adoptar la cualidad del Raḥim es que socorras a los pobres y a los apesadumbrados y tengas compasión con todos los siervos de Allah sin excepción.
Y el tercero es hacerlo realidad en uno mismo, descubrirlo en uno mismo reconociendo que pertenece a Allah. El hadiz que dice: “En verdad Allah creó a Adam según Su imagen” se ha interpretado en el sentido de que lo creó y le dio atributos parecidos a los Suyos.
Hacer realidad el nombre Ar-Raḥmán, así como Ar-Raḥim, es que la misericordia y la compasión sean en ti algo natural, intrínseco, hasta el punto que seas una misericordia y un refugio para los siervos de Allah, siguiendo los pasos del Mensajero, al que Allah le dé Su gracia y paz, del que Allah dice:
“Y no te hemos enviado sino como una misericordia para los mundos”. (Sura de los profetas 21:107)
Esta conexión con los nombres y atributos divinos forma parte de la conducta y los estados del mejor de la creación, el Profeta Muhammad, al que Allah le dé Su gracia y paz. Así encontramos que cuando prevalecía en él aferrarse al atributo de la riqueza de Allah y adoptarlo para sí, se manifestaba a través de él el milagro de dar de comer a una multitud de gente a partir de una pequeña cantidad de comida. Y cuando prevalecía en él la realidad de su absoluta dependencia de su Señor, se hallaba en la situación de tener que atarse una piedra al vientre a causa del hambre.
Igualmente manifestó su necesidad de la misericordia de Allah, a pesar de que él había sido enviado como una misericordia para los mundos, cuando dijo que nadie se gana el Jardín por sus obras; y al ser preguntado: “¿Ni siquiera tú, Mensajero de Allah?”, contestó: “Ni siquiera yo, a menos que Allah me cubra con Su misericordia”.
Fuente http://islamhoy.com/