El propósito del Islam es la purificación y el conocimiento

Por: Redacción

El Profeta, que la paz sea con él, dijo en una ocasión:

Yo soy la oración de mi padre Abraham y las buenas nuevas [anunciadas por] Jesús a su pueblo, y la visión de mi madre que, mientras estaba embarazada de mí, vio un luz que emanaba de ella y iluminaba los castillos de Siria. (Al-Hakim, Mustadrak, no.4175. Sahih por al-Albani)

La buenas nuevas de Jesús son mencionadas en el siguiente versículo del Corán:

Y cuando dijo Isa, hijo de Maryam: ¡Hijos de Israel! Yo soy el mensajero de Allah para vosotros, para confirmar la Torá que había antes de mí y para anunciar a un mensajero que ha de venir después de mí cuyo nombre es Ahmad. (Las Filas, 61: 6)

En cuanto a la oración de Abraham, la paz sea con él, el Corán dice:

¡Señor nuestro! Envíales un mensajero que sea uno de ellos, para que les recite Tus aleyas (signos), les enseñe el Libro, la Sabiduría y los purifique. Es cierto que Tú eres el Poderoso, el Sabio. (La Vaca, 2: 129)

La respuesta de Allah a la oración de Su jalil, el Profeta Ibrahim, es:

Él es Quien ha hecho surgir para los iletrados* un Mensajero que es uno de ellos; y que les recita Sus signos, los purifica y les enseña el Libro y la sabiduría, cuando antes estaban en un claro extravío. *[Alusión a los árabes que no escribían ni leían.] (El Viernes, 62:2)

El hadiz y los versículos anteriores destacan algunas consideraciones importantes para nuestra creencia y crecimiento espiritual

El propósito del Islam es la purificicación y el medio para alcanzarla el conocimiento

Nuestro Profeta, que la paz sea con él, fue enviado con dos tareas principales: la enseñanza (ta’lim) y la purificación (tazkiyah): enseñándonos el conocimiento revelado acerca de Dios, la divinidad y la próxima vida; y la purificación de las almas de los vicios de la idolatría (shirk), la incredulidad (kufr) y la negligencia (ghaflah) de los mandamientos revelados y la Presencia Divina.

Aunque Abraham puso ta’lim (conocimiento) antes de tazkiyah (purificación) en su súplica, Allah respondió con la tazkiyah primero y luego el ta’lim. En otro lugar en el Corán Allah también pone la tazkiyah primero:

Igualmente os hemos enviado un Mensajero que viene de vosotros mismos y que os recita Nuestros signos, os purifica, os enseña el Libro y la Sabiduría y os enseña lo que no sabíais. (La Vaca, 2: 151)

Esto nos indica que el propósito del Islam es la purificación y que esta tiene una grado sobre la enseñanza, y que la primera es la meta, mientras que la segunda es el medio necesario para alcanzarla.

El conocimiento es acción

El conocimiento debe ser acompañado por la acción -que es una señal de que el proceso de purificación está en marcha- es corroborada por las siguientes transmisiones:

Ibn Mas’ud, que Allah esté complacido con él, solía insistir repetidamente: “Aprended! Y quien aprende que actúe en consecuencia“.

El sabio venerable Sahl al-Tustari dijo: “Todo el conocimiento es del mundo; y el que es de la próxima vida, es acción“.

Y Abu Qilabah, un transmisor de hadices y hombre justo del segundo siglo del Islam, dijo: “Cuando Allah os da conocimiento, devolvedle adoración; y no permitas que tu deseo sea simplemente transmitirlo a otra gente”.

El conocimiento solo no es suficiente

En el contexto del conocimiento y la purificación, el Profeta, que la paz sea con él, dijo:

Dos cualidades nunca coexistirán en un hipócrita: el buen carácter y la comprensión del Islam” (Timidi)

En otras palabras, un hipócrita puede adquirir un conocimiento sólido y teórico del Islam, pero no se reflejará en la buena conducta, el carácter y el comportamiento. O puede ser que un hipócrita tenga un buen carácter, pero carezca de una sólida comprensión de la creencia. Es sólo en el creyente verdadero que una sólida comprensión (fiqh) de la religión está unida con la acción justa y la iluminación interior del alma. Por lo tanto, el conocimiento por sí mismo no nos salva: a menos que se traduzca en Tawah, en la preocupación por adquierir un carácter hermoso, en la compasión por la creación y, en última instancia, en la búsqueda de Allah y la otra vida.

Dado que la monocultura actual pone la distinción musulmana bajo mucha presión, debemos asegurarnos de que la purificación a la que llama el Corán permanezca siempre en el corazón del Islam y su compromiso con la modernidad. El hecho de que en este momento toda diversidad significativa se perciba como potencialmente desestabilizadora de la cohesión social, sirve simplemente para probar la intolerancia del liberalismo, así como su creciente naturaleza totalitaria. A quienes creen en el Tawhid se le dice que no sean tan críticos con el shirk. Cuando el shirk es lo único que Allah, Dios, no perdona. 

Es importante que tengamos esto en mente cuando pensamos y actuamos en nuestro día a día, especialmente sobre el Islam. Y, en realidad, el Islam abarca todo nuestro día a día, por lo que es importante que tengamos en cuenta que el propósito del Islam es la purificación y que su medio es el conocimiento.

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