El recuerdo de Allah en todo momento

Por: Redacción

El corazón de un creyente debe estar siempre lleno y ocupado con el recuerdo de Allah. El olvido y la negligencia son las principales debilidades de los seres humanos. El único remedio es que el creyente desarrolle la conciencia de Dios y sea constantemente consciente de que Dios, Todopoderoso, está con Él.

Todos los actos de adoración tienen como objetivo acercar al hombre a Allah. El Corán dice:

Adórame y establece la Oración para recordarme (Ta-Ha, 20:14).

El Jutba del viernes también constituye uno de los mandatos y es parte recuerdo de Allah (Al-Jumu`ah, 62:10).

Pero debemos tener claro que el recuerdo de Allah no se limita a ciertos actos de adoración formales. El asunto es que uno siempre debemos recordarle:

Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados (Aal `Imran, 3:191).

Thabit Al-Banani, que Allah tenga piedad de él, una vez exclamó: “Sé cuándo mi Señor se acuerda de mí”. Al escuchar esto, los presentes temblaron de miedo y le preguntaron cómo sabía esto. En respuesta, recitó del verso 152 de Surat Al-Baqarah, {Recordadme que Yo os recordaré} Se transmitido en un hadiz:

Estoy en las expectativas de mi Siervo. Estoy con él cuando Me recuerda. Cuando Me menciona en su corazón, Yo le menciono para mí mismo. Cuando me menciona en una reunión, Yo le menciono en una reunión mejor (de los ángeles). (Al-Bujari y Muslim)

Es lo más elevado de la felicidad para un ser humano que Allah le recuerde y que le mencione en la bendita reunión de los ángeles.

Hemos resaltado la importante y bendecida naturaleza del recuerdo de Allah. Del mismo modo, descuidar esto es fatal, es atraernos la desgracia. Aquellos que olvidan a Allah son olvidados por Él (At-Tawbah 9:67). Allah les permite vagar en la red de su propio ser (Al-Hashr 59:19). La indiferencia hacia Allah culmina en la ruina del yo.

El universo recuerda a Allah

Es notable que todo en el universo está ocupado recordando y glorificando a Allah. Esto se menciona de forma explícita en el primer verso de Surat Al-Hadid (sura 57) y en muchos otros lugares del Corán.

Cuando uno se dedica al recuerdo, la alabanza y la glorificación a Allah, se vuelve uno con el universo entero y se abre la puerta para toda bondad y éxito.

El recuerdo de Allah debe impregnar nuestra vida en todos los aspectos. No debe limitarse a recitar ciertas fórmulas en privado a una hora determinada. Las oraciones, el zakah, el ayuno y el Hayy son las manifestaciones prácticas de recordar a Allah.

Además, el recuerdo de Allah no se limita a la expresión y al habla; toda la mente y el proceso de pensamiento deben estar constantemente imbuidos de él, como enseña el Corán:

Reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano. ¡Gloria a Ti! Presérvanos del castigo del Fuego. (Aal‘ Imran, 3:191)

El recuerdo de Allah que es más gratificante implica nuestros pensamientos y nos impulsa a pensar en nuestra responsabilidad en el Más Allá. Esto, a su vez, motiva las medidas necesarias para protegernos contra el Fuego.

Además de los actos de adoración, el estudio del Corán es otro medio efectivo para recordar a Allah. Allah habla del Corán mismo como recuerdo (Al-Anbiyaa ’21:50 y Al-Hijr 15:9). Se dice además:

Realmente hemos hecho el Corán fácil para recordar. ¿Hay quien recapacite? (Al-Qamar, 54:17)

Deberíamos esforzarnos en la recitación el Corán con dedicación y reflexionar sobre su contenido.

Otro forma de recordar a Allah es recitar las súplicas transmitidas de la autoridad del Profeta, que la paz sea con él. Estas nos recuerdan constantemente en cada etapa de la vida que debemos volvernos completamente hacia Allah y mantener una relación cercana con Él.

Estas súplicas no deben ser simplemente pronunciadas, sino que deben reflejarse en los pensamientos y acciones. Allah dice:

¡Vosotros que creéis! Que ni vuestras riquezas ni vuestros hijos os distraigan del recuerdo de Allah. Y quien lo haga…Esos son los perdedores. Gastad de la provisión que os damos antes de que le llegue la muerte a cualquiera de vosotros y diga: ¡Señor mío! Si me dieras un poco más de plazo, podría dar con generosidad y ser de los rectos. (Al-Munafiqun 63: 9-10)

En este contexto, el recuerdo de Allah consiste en gastar en su causa. Uno de los beneficios de recordar a Allah es que el hombre siempre es consciente de que morirá, por lo que gasta generosamente para complacer a Allah.

Protección contra la negligencia

El objetivo de todos los deberes prescritos de la adoración es entrenarnos y remediar las debilidades humanas. Podemos lograr el objetivo de la auto-purificación cumpliendo estos deberes adecuadamente.

El olvido es una gran debilidad del hombre; el remedio efectivo para ello es la oración. Es probable que el hombre se deje llevar por el brillo de la vida mundana, se siente atraído por acumular riqueza y puede desarrollar un fuerte amor por ella; el remedio para esto es el Zakah y gastar para el placer de Allah en su causa.

Del mismo modo, el hombre es vulnerable a los deseos básicos del yo. Le satisface comer, beber, vivir en exceso en el lujo y satisfacer sus apetitos más bajos; el remedio radica en el ayuno, que entrena y disciplina estos apetitos y deseos. El Hayy también cura al hombre de estas debilidades porque sus rituales prefiguran efectivamente los procedimientos del Día del Juicio.


Basado en el libro Tazkiyah: The Islamic Path of Self-Development. De Abdul Rashid Siddiqui

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