Por: Redacción
El Islam muestra un profundo aprecio por aquellos a quienes Allah concede una vida larga llena de rectitud religiosa y bondad moral. Desde un entendimiento islámico, la vejez brinda al individuo la oportunidad de purificarse y reformarse mientras enfatiza la centralidad y la importancia del rol social que ocupan dentro de la comunidad en general.
Esto es parte de la importancia del refinamiento espiritual y moral del carácter en el Islam como se describe en la siguiente tradición (Hadiz) del Profeta Muhammad:
Ninguno de vosotros debe desear la muerte ni pedir por ella antes de que le ocurra, porque cuando uno de vosotros muere, sus buenas obras llegan a su fin y nada aumenta la vida del creyente más que hacer el bien. (Muslim, 2682)
Desde esta convicción teológica, el aumento en la edad y las buenas obras están positivamente entrelazadas. Además, esta concepción sirve como garantía de una apreciación espiritual cognitiva e intrínseca más profunda del envejecimiento en el Islam.
De manera similar, el Islam coloca a la vejez en estrecha relación con lo divino y, por lo tanto, le proporciona un contenido espiritual significativo. De esta forma parece que uno de los propósito es mantener una mejor vida espiritual y saludable para las persona mayores junto con una interacción positiva con la sociedad como se ejemplariza a continuación:
“Allah no ha dejado excusas para la persona que vive hasta los sesenta o setenta años; Allah no le ha dejado excusa; Allah no le ha dejado excusa. (Bujari)
El Islam tiene en alta estima el valor espiritual a las personas mayores y consider ver el cabello blanquear algo como positivo y alentador. El Islam propone la idea de que el cabello canoso no debe ser un cambio físico que se perciba con abatimiento y depresión, sino que debe interpretarse espiritualmente y tomarse como un impulso motivador para la reforma personal y una mayor contribución.
Por lo tanto, sirve como una señal de consuelo y distinción para los esfuerzos y sacrificios realizados antes en la vida (Suyuti, 4967), genera una constante seguridad positiva de la misericordia divina mientras da forma a una percepción pública positiva y el tratamiento respetuoso de las personas mayores.
En conjunto, las tradiciones proféticas aluden a un carácter espiritual distintivo de las personas mayores a través de descripciones distintivas del cabello gris tomando la forma de luz en el Día de Resurrección (Suyuti, 4967) y también como un signo de ascendencia en la estación religiosa (Baghawi , 6:211).
El Islam también atribuye un alto grado a la vejez con respecto a las contribuciones sociales de los ancianos en general, y como tal establece una conexión proporcional entre el envejecimiento y la calidad y naturaleza de la vida que los ancianos optan por; ya que la vejez no se ve como el momento de la retirada, la desconexión social o el abandono de la responsabilidad.
Las contribuciones intelectuales hechas por los primeros eruditos musulmanes durante su vejez dan testimonio de esto. En consecuencia, para lograr una comprensión clara de la posición de la vejez en en Islam, se puede referir a una comprensión temática de muchos textos religiosos.
La visión favorable del islam de una vida prolongada como plataforma para aumentar la bondad y la rectitud (Tirmidhi, 2330) es, por un lado, un cumplido del carácter recto y las contribuciones positivas de los ancianos, mientras que por otro sirve como una fuerte indicación del papel y la posición de los ancianos en la sociedad, al tiempo que señala la necesidad imperiosa de la sociedad de apoyar su bienestar y facilitar sus contribuciones.
Lo que el Islam busca quizás sea inculcar un mayor sentido de conciencia sobre el valor positivo del envejecimiento y el potencial inherente al mantener una actitud positiva dentro de la comunidad de personas mayores mientras se desarrolla la autoestima, la seguridad, el equilibrio y una relación social pronunciada.
Por esto, uno de los objetivos del Islam con respecto a las personas mayores es mantener una relación simbiótica efectiva entre la comunidad de ancianos y la sociedad al mismo tiempo que frena y evita cualquier pensamiento o práctica de pasividad, aislamiento o desconexión social.
El buen trato a los ancianos
Como hemos dicho anteriormente, el Islam ve la vejez como una bendición Dios en la vida para una mayor piedad, virtud y reforma (Tirmidhi, 2330).
Con el fin de garantizar el curso positivo de la vida de los ancianos, el Islam establece una serie de medidas espirituales, éticas y legales para mantener un tratamiento justo y misericordioso reflejando valores esenciales como dignidad, honor, amabilidad, respeto, aprecio, facilidad, apoyo, solidaridad y servicio.
La amabilidad y la mayor dulzura hacia los ancianos y los individuos de mayor edad proviene de los sistemas espirituales y teológicos de los musulmanes y de sus esfuerzos por traducir nombres y atributos divinos. Los musulmanes son instruidos y continuamente exhortados a exhibir amabilidad y misericordia en todos los asuntos de la vida como se muestra en numerosos hadices, como en el siguiente:
Cualquiera que no muestre misericordia hacia nuestros hijos ni reconozca el derecho de nuestros ancianos no es uno de nosotros (Tirmidhi, 1921)
Otra tradición dice:
Parte del respeto por Dios es mostrar respeto hacia un musulmán de edad avanzada” (Ibn al-Qattan, 4: 371)
Esto es un breve resumen del respeto y trato debido a las personas mayores que los principios islámico recomiendan y que el musulmán ha de seguir. Es además, un recordatorio de que la vejez es una etapa más de la vida, a la que Allah hace llegar a quien Él quiere y que como todas, tiene sus ventajas, si usa para acercarnos a Allah, y sus inconvenientes, si es para lo contrario.
Texto adaptado, traducido y editado desde “Old Age and Elderly Care: An Islamic Perspective” por NewMuslim.net