Por: Kurshid Ahmad
La historia de Adam y Eva se encuentra en casi todas las tradiciones religiosas principales. Pero en estas narraciones, el hecho y la fantasía se encuentran entremezclados. La forma en que el Corán narra este evento es crucial para la comprensión de la cosmovisión islámica.
El argumento principal de la narración coránica es el siguiente: Dios declaró su intención de enviar un vicerregente (Jalifah) a la tierra. Él creó a Adam y Eva de la misma sustancia. Estaban destinados a desempeñar este papel de vicegerencia y estaban dotados del “conocimiento de las cosas” para hacer bien el trabajo. Luego se les puso a prueba y se les pidió que no se acercaran a cierto árbol. Cayeron víctimas de las malas persuasiones de Shaytan y cometieron una falta. Pero inmediatamente después de esto se arrepintieron de su error, buscaron el perdón de Dios y fueron perdonados. Fue después de que fueron perdonados y redimidos que fueron enviados a la tierra para desempeñar su papel de vicegerentes de Dios. Se les prometió la Guía Divina y se les aseguró que aquellos que siguieran esa Guía tendrían éxito. Adam fue el primer hombre en recibir esta guía y transmitirla a su progenie.
Algunas inferencias muy importantes se derivan de esto:
(a) El Islam no contribuye a ninguna teoría de la “caída de Adam” que simbolice la caída del hombre. No hubo “caída” en absoluto en ese sentido. El hombre fue creado con el propósito de actuar como vicegerente en la tierra y vino al mundo para cumplir esta misión. Representa el ascenso del hombre a una nueva tarea, su cita con el destino, y no una caída.
(b) El papel y el estado de la vicegerencia se confiere al ser humano como tal, y es compartida por el hombre y la mujer por igual. Esto establece los fundamentos de su igualdad esencial como seres humanos, como vicegerentes de Dios en la tierra, cualesquiera que sean sus diferentes roles en la sociedad.
(c) El Islam no suscribe la opinión de que la mujer llevó al hombre (Eva guiando a Adán) a la falta y la desobediencia. Según el Corán, “Satanás hizo que ambos se desviaran de allí”. Ambos fueron considerados responsables del acto, ambos se arrepintieron de su transgresión y ambos fueron perdonados. Entraron al mundo sin ningún estigma de pecado original en su alma.
(d) La naturaleza humana es pura y buena. El hombre ha sido creado en la mejor de las formas. El hombre y la mujer están hechos de la misma sustancia. Todos nacen en un estado de pureza e inocencia. El éxito o el fracaso dependen por completo de las creencias y comportamientos de cada uno. Nadie debe ser responsable de las deficiencias de los demás.
(e) Al hombre se le ha dado libertad de elección. Él es libre de aceptar o negar la Realidad. Él es responsable de sus acciones, pero no debe privarse de esta libertad, incluso si comete errores y los abusa. La singularidad de la situación humana radica en su volición psicosocial. Esta es la fuente principal del potencial humano: esto es lo que le permite ascender al pináculo más alto o caer en el abismo más profundo.
(f) Los peligros del mal uso de la libertad continúan suponiendo un desafío para el hombre a lo largo de su tiempo en la tierra. El desafío de Shaytan es incesante. Para salvaguardar al hombre contra esto se debe proporcionar la Orientación Divina. La prueba de Adam y Eva revela, por un lado, la bondad esencial de su naturaleza y, por otro, su susceptibilidad al error. Esto demuestra la necesidad del hombre de orientación divina.
(g) El hombre no ha sido protegido contra el error. Esto implicaría la negación de la libertad de elección. Puede cometer errores; su redención radica en su realización de ese error, en buscar el arrepentimiento y en volver al camino correcto. La teoría de la vicegerencia afirma que la creación de Dios es deliberada en lugar de fortuita. El hombre ha sido creado con un propósito. Todo lo demás en la creación ha sido puesto para su servicio. Su tiempo en la tierra comienza con la conciencia de una misión, no a través de golpes en la oscuridad. El ideal se estableció ante él a través de la revelación divina. El criterio para el éxito ha sido establecido en términos claros. Las señales del Camino Correcto han sido hechas manifiestas.
La naturaleza de la vida del hombre en la tierra es que es una prueba. Es de duración limitada. Esta vida será seguida por una vida eterna en la que el hombre cosechará recompensas por su desempeño en esta vida. Y en este prueba que dura de por vida, los hombres y las mujeres son participantes iguales y serán juzgados como tales. Nadie es una mera sombra del otro, sino que ambos son copartícipes activos.
El Corán declara explícitamente que el hombre y la mujer obtendrán lo que buscan y que el mismo estándar se establece para ellos como el último criterio para su éxito:
Los creyentes y las creyentes son amigos aliados unos de otros, ordenan lo reconocido como bueno y prohíben lo reprobable, establecen el salat, entregan el zakat y obedecen a Allah y a Su mensajero. A ésos Allah les hará entrar en Su misericordia; es cierto que Allah es Poderoso, Sabio. Allah ha prometido a los creyentes y a las creyentes jardines por cuyo suelo corren los ríos, donde serán inmortales; así como hermosas estancias en los jardines de Adn. Pero la aceptación de Allah es más importante, ése es el inmenso triunfo. (At Tauba, 9:71-72)
A quien haya obrado con rectitud sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho. (La Abeja, 16:97)
Es verdad que a los musulmanes y a las musulmanas, a los creyentes y a las creyentes, a los obedientes y a las obedientes, a los veraces y a las veraces, a los pacientes y a las pacientes, a los humildes y a las humildes, a los que dan con sinceridad y a las que dan con sinceridad, a los que ayunan y a las que ayunan, a los que guardan sus partes íntimas y a las que las guardan y a los que recuerdan mucho a Allah y a las que recuerdan; Allah les ha preparado un perdón y una enorme recompensa. (Los Coligados, 33:35)
Así es como el Corán describe el ideal y el modelo para hombres y mujeres y el criterio para el día del juicio. Esto define lo que se espera de ellos como vicegerentes de Dios. Esto sienta las bases de su igualdad como papel humano en el mundo.
Fuente: Libro “Family life in Islam“, del mismo autor. Traducido y editado por NewMuslim.net