Por: Radacción
El Isra (viaje nocturno) seguido por Al-Miraj (la ascensión celestial) fue uno de los milagros en la vida del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él.
De acuerdo con la opinión más aceptada, sucedió el 27 de Rajab, el séptimo mes del calendario Hijri, en el décimo año de la profecía de Muhammad.
En la literatura del Hadiz se informa que el Mensajero de Allah fue llevado desde la Mezquita Sagrada de La Meca a la “Mezquita más lejana” (Al-Masjid al-Aqsa) en Jerusalén sobre una criatura llamada Al-Buraq en compañía del ángel Yibril, la paz sea con él. Allí dirigió una oración congregacional en la que estuvieron presentes todos los profetas de Dios.
Después ascendió junto con Yibril a los cielos, donde se encontró con los profetas Adam, Yahia (Juan), Isa (Jesús), Idris, Harun (Aarón) y Musa (Moisés), que la paz sea con todos ellos. En el séptimo cielo, se encontró con Ibrahim (Abraham), la paz sea con él.
Luego fue llevado a la Divina Presencia. Los detalles de este encuentro están bellamente detallados en el comienzo de sura del Viaje nocturno y el comienzo de la surah del Astro:
¡Gloria a Quien una noche hizo viajar a Su siervo desde la Mezquita Inviolable hasta la Mezquita más lejana, aquella cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle parte de Nuestros signos! Verdaderamente Él es Quien oye y Quien ve. (El viaje nocturno, 17:1)
Y estuvo de Él a la distancia de dos arcos o aún más cerca. Y Le inspiró a Su siervo lo que Le inspiró. No mintió el corazón en lo que vio. ¿Podéis acaso negar lo que vio? Ya lo había visto en otra revelación junto al Loto del límite.[ Según el comentario del Qurtubi, se refiere al Profeta Muhammad, que Allah le dé Su gracia y paz, que vio con su corazón a Allah en esta otra ocasión que se menciona aquí.] A cuyo lado está el jardín del Refugio. Cuando al Loto lo cubrió lo que lo cubrió. No se desvió la mirada ni se propasó. Y vio algunos de los mayores signos de su Señor. (El astro, 53:9.18)
Los significados de este viaje son muchos y las enseñanzas vastas, pero lo que no interesa comprender aquí es algo distinto, es la naturaleza de este milagroso viaje.
El Viaje Nocturno y la naturaleza de los milagros
Para la mente moderna actual aceptar que el Profeta Muhammad viajó, de forma física y espiritual, de Meca a Jerusalén, ascendió a los cielos y estuvo en la presencia de Dios, lo que la mayoría de los eruditos del Islam afirma que sucedió, es algo inconcebible porque rompe todas la leyes de la ciencia.
La mente moderna no puede admitir la ocurrencia de un milagro como este, o como cualquier otro, porque son anomalías del funcionamiento ‘natural’ de la cosas. La razón de esto es porque hemos dado a los medios científicos la potestad de dictar qué es verdad y qué no lo es, de tal manera, que los medios (la ciencia) se convierte en la realidad en sí misma, y todo lo que desafíe esa posibilidad, es rechazado como falso.
Pero la misma ciencia se enfrenta a una paradoja insalvable. La paradoja que plantea la mecánica newtoniana y la física cuántica.
La mecánica newtoniana afirma, y es comprobable a través de la herramientas de la ciencia, que el universo se rige por ciertas leyes que lo gobiernan, como puede ser la ley de la gravedad, que está compuesto de materia sólida que responde a estas leyes y que el ser humano puede observar y medir esto de forma objetiva. El resultado es una concepción mecanicista del universo.
Por otro lado la física cuántica afirma que es imposible conocer las leyes que gobiernan el movimiento de las partículas más pequeñas de la materia, lo protones y los neutrones que componen los átomos, que sólo se puede conocer su situación en un momento dado. También afirma que la materia es energía en un estado de constante movimiento y no un elemento rígido. De esta forma las leyes que se aplican a los mecánica newtoniana no se aplican a la física cuántica y el resultado es un universo en constante cambio e impredecible en los procesos cuánticos. De la misma manera, el ser humano no está separado de estos procesos cuánticos sino que tiene un efecto directo sobre ellos y no puede considerarse un observador separado.
La resolución de esta paradoja es el trabajo al que se dedican los científicos hoy en día y sobre el cual no han obtenido ningún resultado. No lo han hecho porque ambas cosas son verdad.
Dios ha establecido leyes por las cuales se rige el universo para que podamos entender su funcionamiento, pero a la vez Él es el que hace que esto suceda en cada momento. Esto es la mecánica newtoniana y la física cuántica.
Desde esta perspectiva, el Viaje Nocturno del profeta es totalmente posible. Esto es así porque si Dios ha establecido estas leyes naturales pero a la vez Él es el que hace que continúen vigentes en cada momento, y esto es lo que deducimos de la física cuántica, entonces Él tiene el Poder y la Capacidad de hacer que no se cumplan cuando Él quiere.
Esto es la naturaleza de los milagros. Es Dios mostrando al ser humano que el universo no es un ente rígido y mecánico, sino que el universo es lo que es porque Él hace que sea así y mostrar que no es así, contradiciendo esas leyes, es una muestra de Su poder.