El Viaje Nocturno: un regalo y una prueba

El Viaje Nocturno del Profeta Muhammad fue un regalo y una prueba para la comunidad de musulmanes

El Viaje Nocturno del Profeta Muhammad fue un regalo y una prueba para la comunidad de musulmanes

Por: Tariq Ramadán

La experiencia del Viaje Nocturno del Profeta es transmitida en las tradiciones clásicas de la vida del Profeta como un regalo y una consagración del Profeta además de una prueba.

Una prueba

El Viaje Nocturno marcó la separación entre los creyentes, cuya fe  y confianza en este Profeta y su mensaje eran radiantes y los demás, quienes fueron tomados por sorpresa por la improbabilidad de tal historia.

Una delegación de los Quraysh se apresuró a ir a interrogar a Abu Bakr sobre su amigo loco y sin sentido, pero su respuesta inmediata y directa los sorprendió: “Si él dice tal cosa, no puede sino ser verdad”.

La creencias y la confianza de Abu Bakr eran tales que no se perturbó en lo más mínimo, ni siquiera por un segundo. Después de esto, fue a preguntar al Profeta personalmente, quien confirmó los hechos. Después de oirle Abu Bakr dijo con firmeza: “Te creo, tú siempre ha dicho la verdad”.

Desde ese día en adelante, el Profeta dio a Abu Bakr el sobrenombre de As-Siddiqi, que significa quien es veraz y confirma la verdad.

La prueba que fue el Viaje Nocturno del Profeta Muhammad para sus compañeros musulmanes ocurrió en un momento en el que estaban pasando por un situación muy difícil. Algunas transmisiones dicen que alguno pocos dejaron el Islam, pero la mayoría confió en el Profeta Muhammad.

Un par de semanas más tarde ciertos hechos confirmaron muchos de los elementos de su historia; por ejemplo la llegada de una caravana cuya llegada había anunciado (dado que la había visto en el camino de vuelta) y de la cual había dado una minuciosa descripción.

Gracias a la fuerza de su creencia, la comunidad de musulmanes fue capaz de enfrentarse muchas dificultades venideras. Desde ese momento, Umar ibn Al-Jattab y Abu Bakr Siddiq siempre estuvieron en la primer línea de esta fuerza espiritual.

Lecciones espirituales del Viaje Nocturno

Los eruditos musulmanes han debatido desde el principio la cuestión de si el Viaje Nocturno fue de una naturaleza puramente espiritual o si también fue física; la mayoría considera que fue ambas cosas.

Considerándolo todo, aún así este pregunta no es esencial a la luz de las enseñanzas que se pueden derivar de esta extraordinaria experiencia por la que pasó el Profeta, la paz sea con él.

Primero encontramos la importancia de la ciudad de Jerusalén, en ese momento, el Profeta hacía la oración de cara a esta ciudad santa (la primera quiblah, o dirección de la oración) y durante el Viaje Nocturno, fue en el templo de esta ciudad en la que lideró la oración con todos los profetas. De esta forma, Jerusalén se encuentra en el corazón de las enseñanzas del Profeta como un símbolo dual de centralidad (dado que hacía la oración hacia allí) y de universalidad (con la oración junto a todos lo profetas).

Más tarde, en Medinah, la quiblah (dirección de la oración) cambió de Jerusalén a la Ka’bah para hacer una distinción entre el judaísmo y el Islam, pero esto no significó un disminución de la importancia de Jerusalén y el versículo del Corán:

¡Gloria a Quien una noche hizo viajar a Su siervo desde la Mezquita Inviolable hasta la Mezquita más lejana, aquella cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle parte de Nuestros signos! Verdaderamente Él es Quien oye y Quien ve. (Al Isra, 17:1)

Hace referencia a la Mezquita Inviolable (la Ka’bah, en Meca) y la Mezquita más lejana (Al Aqsa, en Jerusalén) y establece un vínculo espiritual entre las dos ciudades.

Las otras enseñanzas son de una esencia puramente espiritual: toda la Revelación le fue dada al Profeta durante el curso de su experiencia terrenal, excepto los versos que establecen los fundamentos de la creencia (iman) y la obligación de la oración (as-salah).

El Viaje Nocturno y la prescripción de la oración

El Profeta fue hecho ascender al cielo para recibir la enseñanza que se convertiría en los fundamentos de la adoración islámica y fue en este momento cuando se hizo obligatorio las cinco oraciones prescritas de la forma establecida.

Al contrario que en otros campos como el de los asuntos y relaciones sociales, que requieren de la meditación creativa de la gente con intelecto, en este caso la racionalidad humana se somete como un acto de creencia y de humildad a la orden impuesta por revelación.

El Profeta y su extraordinaria experiencia nos revelan lo que la oración, en esencia, debe ser: un recuerdo de la elevación hacia el más Excelso, cinco veces al día, para que nos despeguemos del mundo y se sus ilusiones.

El mi’raj, la ascensión durante el Viaje Nocturno, es de esta manera más que un arquetipo de la experiencia espiritual; está impregnado con el significado profundo de la oración, a través del mundo eterno, nos permite liberar nuestras conciencias de la contingencia del espacio y el tiempo y entender de forma completa el significado de la vida.


El artículo es un extracto del libro del autor “Tras los pasos del Profeta, enseñanzas de la vida de Muhammad”, Oxford University Press, 2007. Traducido y editado por Nuevos Musulmanes.

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