Por: Redacción
Ramadán es un invitado especial que nos visita cada año. Es un invitado que trae con él muchas bendiciones y regalos; la baraka de los días de Ramadán es palpable.
Es un mes que Allah ha señalado para la adoración. Es un mes en el que el ayuno hace que tengamos más conciencia de nosotros mismos y en que aprendemos autocontrol de nuestras pasiones.
Es un mes de purificación interna y externa, física y espiritual. El ayuno nos purifica tanto a nivel físico y orgánico como a nivel espiritual. Esto sumado a la adoración extra de este mes, como el Tarawih, lo hace idóneo para que sea un punto de inflexión cada año en nuestras vidas. Para que veamos dónde estábamos el año pasado, en nuestra vida diaria y en nuestra relación con Allah, dónde estamos hoy y dónde nos gustaría estar, si Dios quiere, el año que viene.
Pero para poder sacar todo el partido a este mes hemos de prepararnos para su llegada, igual que hacemos cuando viene un invitado especial, o cuando vamos a hacer algún ejercicio intenso y calentamos antes de comenzar para no sufrir lesiones y poder completarlo con éxito. Dijo el Mensajero de Allah, que Allah le dé su gracia y paz:
Quien se acerca a Allah durante el (Ramadán) con una sola característica de las características de la bondad (voluntaria), es como quien realiza un acto obligatorio en otros tiempos. Y quien realiza un acto obligatorio durante el mismo, es como quien realizó setenta actos obligatorios en otros tiempos. (Sahih Ibn Juzayma)
-
Pon la intención correcta
Toda acción es tenida en cuenta y recompensada por su intención, como nos informa el Hadiz. Por esta razón lo más importante es que pongamos la intención a partir de ahora de hacer de este mes de Ramadán un mes de adoración que marque un hito en nuestro año.
No estamos hablando de la intención del ayuno, lo cual es una de las obligaciones de ayunar, sino de ser conscientes a partir de ahora que hemos de empezar a prepararnos para este invitado especial y tenemos que empezar a calentar para que cuando empiece estemos en plena forma.
La intención es una acción interna de concienciación y es el principio de toda acción, pero si queremos que esta intención se fructífera y llegue a buen puerto, entonces hemos de acompañar nuestra intención de acción.
-
Empieza a preparar Ramadán
Hay muchas cosas que podemos empezar a preparar Ramadán antes de que llegue para que cuando comience estemos listos.
Es bueno empezar tomando conciencia de nuestro hábitos ¿cuántas hora dedicamos a nuestro trabajo? ¿cuánto tiempo libre tenemos y cómo lo usamos? ¿qué hábitos alimenticios llevamos a cabo?
Un pequeños ejercicio de reflexión y planificación sobre estas cosas puede sernos de gran ayuda.
Por ejemplo, si sabemos que tenemos que continuar siendo productivos en nuestro trabajo pero que a vamos a tener menos horas de sueño por la noche, debido al Tarawih y levantarnos temprano para el Suhur, entonces podemos tener en cuenta que podríamos echarnos una pequeña siesta a mitad del día o por la tarde para recuperar este sueño. Por lo que podemos empezar a acostumbrarnos a levantarnos un poco antes y así irnos haciendo el cuerpo.
Cuando somos conscientes de cómo usamos nuestro tiempo libre, mucho del cual lo usamos en las redes sociales, navegando por internet o viendo algún programa, podemos planear mejor cómo lo queremos usar en Ramadán.
Puede ser útil hacer un pequeño calendario con lo que nos gustaría conseguir durante este mes. Por ejemplo, si queremos completar la lectura o recitación del Corán podemos dividirla en partes y distribuirla en los días que mejor nos convenga, de esta forma nos será más fácil ser constantes y completarlo.
Los hábitos alimenticios son muy importante y hemos de tener en cuenta que durante este mes nuestro horarios de comidas van a cambiar por lo que hemos de ser cuidadosos con nuestra nutrición para mantener nuestra energía y poder aprovechar este mes. Planear nuestra dieta y consultar a nuestro médico, si tenemos alguna duda o problema, nos puede ser muy útil en este sentido.
-
Comienza a incrementar los actos de adoración y las buenas obras
Hacer más actos de adoración y buenas obras es como todo, un hábito al que hemos de acostumbrarnos. Lo que un principio puede parecer difícil o mucho, con una intención correcta y poco a poco se convierte en algo fácil y natural.
Si queremos incrementar nuestra oración durante Ramadán, empezar ahora a realizar oraciones supererogatorias, por ejemplo dos rakaats antes del Fajr, nos será de gran ayuda para que cuando llegué Ramadán estemos preparados para hacer más.
La caridad y las buenas obras es similar. Hemos de recordar que la caridad no es solo aquellos que damos de riqueza, sino que incluso una sonrisa o una buena palabra son caridad. Proponernos hacer una acción más de las que llevamos a cabo cada día con la intención de ayudar a alguién o aliviarles su carga nos preparará, si Allah quiere, para que cuando llegue Ramadán podamos hacer mucho más.
Lo mejor y más valioso es empezar siempre por nuestra familias. Preocuparnos por ellas e intentar ayudarlas debe ser nuestra prioridad; y de ahí extender nuestro círculo.
Por último, Ramadán es un mes en el que hemos de ser conscientes de la dimensión interna del ayuno, como dice Imam Ghazali en su libro ‘Revivir las ciencia islámicas’. El ayuno no ha de ser solo de comida, sino de toda palabra o acción que afecte a nuestro corazón de forma negativa.