Enfocar los problemas de familia de forma islámica

Toda familia encuentra problemas en algún momento, la cuestión es cómo reaccionamos a ellos

Toda familia encuentra problemas en algún momento, la cuestión es cómo reaccionamos a ellos

Por: Ubah

No podemos sino reflexionar cómo a todos nos gustaría tener la familia perfecta: que todos los miembros de la familia sean conscientes de Dios, que los padres cumplan con las responsabilidades y derechos de sus hijo y viceversa, que haya armonía entre los hermanos, un matrimonio con poco conflictos y llenos de felicidad. No creo que exista una familia así, pero no podemos negar que hay ciertas familias cuya felicidad se irradia haya donde van; tiene fuertes conexiones de amor y afecto. La realidad es que la mayoría de nosotros tenemos conflicto y hemos de esforzarnos por resolverlos: con nuestros padres, hermanos, primos, esposas, hijos, etc. Algunos de estos conflictos son pequeños, mientras que otros causan gran daño y dejan secuelas en la vida de muchos. Donde podemos encontrar contentamiento y estabilidad es en darnos cuenta de tres cosas:

  • Toda familia tiene conflicto
  • La felicidad pura y en contentamiento absoluto con nosotros mismos y con los demás está reservado para el Jardín
  • Dentro de la tradición islámica encontramos ejemplos de grandes personas que lidiaron con estos asuntos

Miremos a los siguientes ejemplos:

Problemas con los padres

  • El Profeta Ibrahim (Abraham), que la paz sea con él, siendo un gran hombre, fue amenazado por su padre por llamar a la gente al Islam. No solo lo rechazó su comunidad, sino que su padre le rechazó.

Problemas con los hijos/hermanos

  • Qabil (Caín) sintió tanta envidia de su hermanos Habil (Abel) que al final lo mató. Estos fueron los primeros hijos de nuestro ancestro común, Adam (as).
  • Los hermanos de Yusuf (José) (as) planearon cómo deshacerse de él. Durante años, su padre Yaqub (Jacobo) sintió la pena de la pérdida de su hijo, y, cuando más tarde este regresó sus hermanos se arrepintieron profundamente de lo que habían hecho. Yusuf era descendiente de Profetas (hijo de Yaqub, hijo de Ishaq, hijo de Ismail, hijo de Ibrahim) y aún así fue sometido a esta prueba.
  • Musa se enfureció con su hermano Harun cuando volvió y se encontró a los Hijos de Isreal adorando al becerro de oro.

Problemas con las esposas/os

  • Tanto Ibrahim con su esposa Sara, como Zakariyya con su esposa, tuvieron problemas para concebir un hijo. Incluso Asiya, la mujer del tirano Faraón, adoptó a Musa en su casa dado que no podía concebir hijos.
  • Tanto Nuh como Lut fueron traicionados por sus esposas quienes no les apoyaron. Eran Profetas, y aún así tuvieron problemas en su matrimonio.

Nuestro mayor ejemplo

  • El Profeta Muhammad, que la paz sea con él, perdió a su querido tio, Abu Taalib, antes de que aceptase el Islam.
  • Perdió a varios de sus hijos cuando eran recién nacidos y cuando eran niños.
  • Perdió a su querida esposa Jadiya y se entristeció mucho por esto

Estos son solo alguno ejemplo que encontramos en la tradición islámica. Lo que es más increíble es que ellos eran mucho más piadosos y rectos que nosotros, a pesar de sus dificultades.

Su rectitud y piedad no significó una vida de facilidad y perfección, sino al contrario, fueron probados con cosas que a muchos de nosotros nos harían caer de rodillas. Allah nos dice que no carga a un persona con más de lo que puede aguantar. Al probarlos con semejante pruebas, Dios sabía que podían salir de ellas con más fuerza y más creencia que antes.

¿Y qué sucede contigo y conmigo y con nuestra familia?

Tener problemas familiares es casi inevitable. No mires a las vida de los demás para intentar escapar de tus propios problemas; sino date cuenta que Allah te ha puesto en las circunstancias en las que estás porque en Su conocimiento absoluto, Él sabe que lo puede superar. Y en esta superación hay un beneficio para ti.

Sabemos que hay ciertas cosas que van a ocurrir, el conflicto es natural al ser humano. Y, aunque no es fácil, nuestra principal preocupación ha de ser cómo lidiamos con ellos ¿lo hacemos con aceptación, misericordia y buena voluntad o lo hacemos con dureza y amargura? Nuestro crecimiento espiritual y purificación está ligado a cómo afrontamos nuestros problemas. Cuando en una discusión no callamos cosas que podríamos decir pero cuyo daño es irreparable, o cuando alguien nos traiciona pero no buscamos venganza. No es fácil, especialmente cuando idealizamos la familia perfecta y cuando todos lo medios, televisión, internet, etc. no muestran falsas ideas de lo que es una familia funcional y sana.

La realidad es que todos pasamos por momento difíciles, las más grandes personas que vinieron antes que nosotros los pasaron. La cuestión es cómo lidiamos con estos asuntos, ¿con bondad o con dureza? ¿Con aceptación o con resentimiento? ¿Con paciencia o con ansia? ¿Con orden o con caos?

En la respuesta a estas preguntas es donde podemos encontrar nuestro consuelo, en saber que Allah está siempre con nosotros, que no nos prueba con nada que no podamos superar y que en la superación está nuestro crecimiento y acercamiento a Él. Dice Allah:

¿Acaso piensan los hombres que se les dejará decir: ¡Creemos! sin ser puestos a prueba? (La Araña, 29, 2).

 

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Fuente: http://www.virtualmosque.com/ Traducido y adaptado por el equipo editorial de New Muslims

Ubah es una musulmanes canadiense con un grado en psicología y un master en la espiritualidad integrada en la psicoterapia. 

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