Enseñanzas del Corán y la Sunna para una buena salud

En el Corán y la Sunna encontramos algunas indicaciones de cómo mantener una buena salud

En el Corán y la Sunna encontramos algunas indicaciones de cómo mantener una buena salud

Por: Dr. Shahid Athar

Este artículo no es sobre la gloria de la medicina islámica de los último 1000 años que produjo grandes médicos como al-Razi o Ibn Sina (Avicena)

Este artículo tampoco es sobre las cualidades de la miel, el tema principal de muchos de los artículos escritos sobre la medicina en el Islam hoy en día.

Este artículo tampoco es para decir que la ciencia acaba de corroborar una declaración del Corán, y, por lo tanto, el Corán ha de ser un libro divino. Al contrario, nosotros partimos desde la creencia que todos los versículos coránicos son verdad, la ciencia ha confirmado algunos de ellos en el pasado y sucederá lo mismo con el resto en el futuro. Si la ciencia no lo ha confirmado todavía, entonces es que no se han examinado los datos de forma correcta, o quizás haya que repetir el experimento, en vez de cuestionar la autenticidad del Corán.

El Corán no es un libro de medicina o de ciencia de la salud, pero en él hay indicaciones que llevan a establecer parámetros en la salud y la enfermedad. El Profeta Muhammad, que la paz sea con él, fue mandado como un ejemplo para la humanidad por lo que sus prácticas habituales de salud e higiene también son una guía para sus seguidores.

Empezamos el artículo con el siguiente versículo:

Lo bueno que te ocurre viene de Allah y lo malo, de ti mismo. Te hemos enviado a los hombres como Mensajero y Allah basta como Testigo. (las Mujeres, 4:79)

Una patología, es decir, una enfermedad es definida por el famoso médico William Boyd como una fisiología (un estado natural) que ha resultado mal. Es nuestro entrometimiento en los procesos naturales que lleva a resultado anti-naturales.

El cuerpo humano se puede comparar, hasta cierto punto, con una máquina creada por el ser humano.

Una máquina de escribir u ordenador tiene muchas partes mecánicas y electrónicas, pero la ‘vida’ no le llega hasta que no se enchufa a una corriente eléctrica.

De forma similar, entre los componentes del cuerpo encontramos las partes anatómicas y los fluidos, pero también el espíritu (alma). Al igual que el cuidado de una máquina requiere mantenerla limpia, dejarla descansar, utilizar el voltaje correcto y utilizarla con cuidado y conocimiento, igual son los requisitos del cuerpo y del cuerpo como un todo.

Antes de pasar al cuidado del aspecto físico, hablemos del cuidado del aspecto espiritual.

El cuidado espiritual involucra los actos de adoración. El problema es que el Iman (creencia) no se puede traducir como ‘fe’, ni Salat como ‘oración’, ni Wudu como lavarse las manos, la cara y los pies, ni el Swam como ‘ayuno’, ni el Zakat como ‘caridad’ ni el Hajj como ‘peregrinación’. Sino que son nombres propios en sí.

El Salat

La primera parte del Salat es el wudu. El wudu significa lavarse todas las partes expuestas del cuerpo; manos, cara, orificios de la nariz, boca, pies, etc. Hacerlo cinco veces al día es una buen procedimiento preventivo.

El lavarse las manos es algo cada vez más recomendado para la prevención de los gérmenes. A pesar de esto, no era algo normal no hace muchos años pero el Corán lo enfatiza (5:7) desde hace 1400 años. Y para una limpieza completa se prescribe el ghusl, o baño de todo el cuerpo (4:43)

La recitación del Corán

La recitación del Corán tiene un efecto curativo tanto en el cuerpo como en la mente y el corazón. Estos efectos se deben a los efectos del sonido y el significado de las palabras recitadas. La letra Alif resuena en el eco del corazón y la letra Ya en la glándula pineal en el cerebro.

¡Hombres! Os ha llegado una exhortación de vuestro Señor, una cura para lo que hay en los pechos y una guía y una misericordia para los creyentes. (Yunus, 10:57)

Y con el Corán hacemos descender una cura y una misericordia para los creyentes, sin embargo los injustos no hacen sino aumentar su perdición. (El Viaje Nocturno, 17:82)

Los movimientos en el Salat son suaves, uniformes e incluyen todos los músculos y articulaciones.

El Zakat

La palabra misma significa purificación y crecimiento. En este contexto significa la purificación de la riqueza obtenida de forma legítima. Muchos de los crímenes son cometidos por dinero o por el amor por el dinero, en por amor al dinero se vuelve el carácter violento.

Y es tenaz en su amor por los bienes. (Los que galopan, 100:8)

En el Islam, la riqueza es propiedad de Dios, nosotros somos los usufructos. Por lo tanto esto establece un balance en el corazón ante la pérdida o ganancia de riqueza. De cualquier manera, agradecemos a Dios.

Swam (ayuno)

Una de las enseñanzas del ayuno en el Islam es que este es para entrenar nuestra mente y cuerpo en el auto control.

¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)! (La Vaca, 2:183)

Por lo tanto, cuando se ayuna, no solo se abandona la comida, el café o los cigarrillos, también el enfado y el deseo sexual.

De hecho, el ayuno no solo da un descanso al estómago, sino que también estabiliza la secreción de hormonas que controlan nuestro comportamiento.

El Hajj (peregrinación a Meca)

La enseñanza de esto son la sumisión absoluta del Profeta Ibrahim a la voluntad de Dios, la oportunidad para el arrepentimiento y la reunión política y social de todos los musulmanes mostrando hermandad e igualdad, independientemente de raza o nacionalidad.

Pero también es un recuerdo del Último día, con el sol, las aglomeraciones y el cansancio físico. Es preferible hacer el Hajj cuando uno es joven y capaz, mejor que cuando llega a la vejez.

Salud Física

Tras la explicación de los pilares del islam como base de la salud espiritual, vamos a hablar sobre el mantenimiento de nuestro físico donde reside nuestro espíritu.

Nutrición

El amor de Allah hacia sus criaturas es tan inmenso que Le preocupa hasta lo que comemos e introducimos en nuestro organismo.

Nuestros músculos, huesos, pulmones, el hígado, el cerebro y las secreciones están hechos de la materia prima de la que los alimentamos. Si les damos comida basura, no crecerán huesos y músculos fuertes, el corazón no bombeará correctamente ni los vasos sanguíneos estarán limpios.

¡Hombres! Comed lo lícito y bueno que hay en la tierra y no sigáis los pasos del Shaytán; es cierto que él es un claro enemigo vuestro. (La Vaca, 2:168)

Se nos ha prohibido la carne del animal encontrado muerto, la sangre y la carne de cerdo (5:3) así como los intoxicantes (5:91, 92, y 2:219).

La ciencia aún no ha descubierto ningún beneficio en estas prohibiciones.

La sangre y la carne de los muertos podría estar llena de gérmenes y otros elementos dañinos como los anticuerpos. La carne de cerdo es alta en colesterol, sal y puede hasta tener gusanos; y el alcohol y otras sustancias tóxicas enturbian nuestra mente e interfieren con nuestra capacidad de distinguir entre el bien y el mal.

Por lo que, una persona bajo los efectos del alcohol pueda querer quitarse la ropa, participar en actos sexuales o ponerse violento sin ser consciente de lo que está haciendo. Se han escrito una gran cantidad de libros sobre los daños en la salud debido al alcohol.

El segundo componente en la nutrición (tras lo que está permitido y lo que no) es la moderación en lo permitido.

La obesidad es una gran tragedia que sacude gran parte del mundo, una manera de malnutrición, que afecta a millones de personas de todas las edades. El 99% de la obesidad es debida a comer en exceso. Allah nos aconseja que seamos moderados:

Y comed y bebed, pero no os excedáis. Es cierto que Él no ama a los que se exceden. (Al Araf, 7:31)

¡Comed de las cosas buenas que os damos como provisión y no abuséis de ello, pues entonces se desataría Mi enojo sobre vosotros y aquel sobre quien se desata Mi enojo cae en lo más bajo. (Ta Ha, 20:81)

En un Hadiz del Profeta Muahmmad se nos aconseja que dejemos un tercio de nuestro estómago vacío  al terminar de comer. Llegué a entender este Hadiz un día que al encender la batidora se me rompió por haberle llenado el vaso completamente. ¿No es acaso nuestro estómago una batidora, un rallador y un procesador de alimentos a la misma vez?

Hay ciertos alimentos y frutas sobre los que se hacen hincapié en el Corán (36:57, 43:73, 16:67):

Y de los frutos de las palmeras y de las vides sacáis una embriagante* y buena provisión. En eso hay un signo para gente que razona. *[Según el qadi lbn al-Arabi si el término “sakar” se refiere al vino, como explica lbn Abbas, entonces la aleya estaría abrogada, pues esta aleya es mequí y anterior por lo tanto a la prohibición del vino que es de Medina.] (La abeja, 16:67)

Las frutas son bajas en calorías, altas en minerales y vitaminas, y la fibra y azúcar es fructosa y no sacarosa. En un estudio reciente llevado a cabo por el Dr. Anderson, la fructosa ha demostrado no elevar la azúcar en la sangre y además baja el azúcar de las personas que sufren diabetes. La miel es fructosa.

La limpieza

Allah es puro y le gusta la pureza. Es limpio y le gusta la limpieza. (4:43) El Miswak (lavarse los dientes) no es un invento de los últimos 200 años. El Profeta Muhammad recalcaba esto para que fuera parte de nuestra rutina diaria.

También nos aconsejaba que se usara el hilo dental (Khilal), lo que ahora recomiendan todos los dentistas. De hecho, se sabe que decía que si no fuese porque sería demasiada carga para los musulmanes, que recomendaría que se usara el Miswak antes de cada oración, es decir, cinco veces al día.

La limpieza de nuestra mente es un requisito para una limpieza completa (cuerpo y mente).

El valor del ejercicio para mantener la salud

A pesar de que no encontramos en el Corán mucho sobre ejercicios en concreto, la vida del Profeta estaba llena de recomendaciones.

Recomendaba a todo los musulmanes enseñarles a sus hijos a nadar, a tirar con arco y montar a caballo. Él mismo andaba a paso ligero y hasta hacía carreras con su mujer Aisha (que Allah esté complacida con ella)

Y lo más importante es que hacia trabajos manuales, tanto en el hogar, la cocina o con sus compañeros recogiendo leña para la hoguera, luchando etc.

Es una pena que los musulmanes y musulmanas se hayan hecho sedentarios, y el consumo excesivo de hidratos de carbono ha hecho que la obesidad se apodere de ellos. Debemos manteneros en forma para cumplir de forma correcta con las obligaciones de Allah.

El estado de enfermedad

La mayoría de las enfermedades crónicas (por ejemplo: enfermedad coronaria del corazón, hipertensión, diabetes, enfermedad de úlcera péptica, la obesidad y la depresión) tienen una misma raíz creada por el hombre y cuyo origen es comer mucho, echar mucha sal o azúcar en los alimentos, fumar, el estrés o el alcohol.

Si quitamos la sal y el azúcar excesiva y el colesterol de nuestra dieta, no bebemos ni fumamos, y nos mantenemos activos, es posible que el corazón tenga un mejor funcionamiento.

¿Qué debe hacer un musulmán cuando tiene una enfermedad?

Lo primero es aceptar que es la voluntad de Allah como un Kaffara (expiación) por sus errores, y pedir que Allah quite el sufrimiento.

Si Allah te toca con un mal, nadie excepto Él, podrá apartarlo. Y si Allah te toca con un bien… Él tiene poder sobre todas las cosas. (Los Rebaños 6:17)

Muchos musulmanes no irán al médico, lo que es contrario a la sunnah del Profeta. La sunna es usar los medios que Allah nos ha puesto para estar lo más sanos posible.

Usama Bin Shareek ( que Allah esté complacido con el) informó: “Estaba con el Profeta y algunos árabes se acercaron y le preguntaron “oh Mensajero de Allah, tomamos medicina para las enfermedades?”. El contestó: “Sí, siervos de Allah, tomad medicina ya que Allah no ha creado una enfermedad sin crear su cura, excepto una. Le preguntaron cuál era, y dijo, el envejecimiento.

Aumenta tu conocimiento sobre la salud y la enfermedad, la medicina y sus efectos secundarios. Este conocimiento no es solo para los médicos, tú también puedes tenerlo y así prevenir enfermedades, reconocer sus síntomas, acudir a atención médica a tiempo, aplicar el tratamiento a tiempo (por ejemplo la dieta de los diabéticos) y reconocer los efectos secundarios de los medicamentos.

Aquellos de mis pacientes que hacen lo que arriba indico me hacen sentir muy feliz, ya que puedo confiar en ellos como ellos confían en mí.

En resumen, un cuerpo sano es un regalo de Dios. Somos los que debemos cuidarlo y no darle un mal uso, no alimentarlo con comida basura y los que debemos estar siempre alerta de que funcione correctamente, para así poder disfrutar de él. Al fin y al cabo es el que contiene nuestra alma.


Fuente: www.soundvision.com Traducido y editado por Truth Seeker

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