Escuchar a los ángeles

Por: Imam Mikaeel Smith

Escuchar a los ángeles implica honrarlos como invitados cuando no agracian con su “toque” y seguir sus consejos. 

Sus palabras son suaves y reconfortantes, como las de una madre. En todo lo que dice, puedo escuchar una sonrisa en su voz, y, a veces, incluso se ríe. Es muy directo cuando habla, pero suave y no intrusivo, dejándome sin ningún sentimiento de engaño. Parece que también trata de eliminar cualquier temor que tenga, lo que sea. Lleva viniendo algún tiempo, pero nunca puedo predecir cuándo volverá. Aunque parece que últimamente ha venido más a menudo. Cuando está ausente durante mucho tiempo, empiezo a sentirme débil y flojo. Nunca se enoja o enfada cuando no escucho sus consejos, sino que dice: “Quizás la próxima vez”.

Sin embargo, cuando le escucho, su rostro brilla con felicidad y deleite y luego me da otra sugerencia. A veces, me preocupa que me esté dando demasiados consejos. Tan pronto como empiezo a sentir esto, se calma. No lo he visto en unos días y estoy empezando a preocuparme. Supongo que extraño la confianza que me da. A menudo me dice: “no tengas miedo a nada” y “no te preocupes”. Y me recuerda la inmensidad del poder de Allah. La última vez que lo vi le pregunté: “¿Cuándo volverás?”

Él dijo: “Eso depende de ti, vendré cuando me invites”. No entiendo muy bien lo que quiso decir con eso, pero espero volver a verlo pronto.

Hay otro tipo que también viene a menudo. Me siento horrible cada vez que viene. Constantemente me da miedo de todo, del fracaso, de la desilusión, de lo que sucederá mañana. Y me hace sentir tan inseguro. “¿Qué harás si pasa esto? ¿Qué harás si pasa aquello otro? Me hace sentir que mi fracaso está detrás de cada puerta. Me hace sentir que no puedo confiar en nadie.

Odio a este tipo.

Es extraño, ahora que lo pienso, nunca he presentado a estos dos amigos y nunca están cerca al mismo tiempo. Cada vez que le digo al segundo amigo sobre el gran consejo del primero, siempre dice lo mismo, “sí, eso es cierto, pero …”. Parece realmente inteligente y a menudo dice que mi otro amigo es demasiado crédulo y no realista. Para ser sincero, a veces tiene sentido. Otra cosa que hace es encontrar fallas en todo lo que hago. Me hace sentir que nunca puedo llegar a nada. Nada es lo suficientemente bueno para él, pase lo que pase. Esto a su vez me hace tan cínico con todos los que me rodean que la gente deja de querer estar cerca de mí. Me di cuenta de que su consejo siempre es repentino y contundente, y al principio parece divertido y placentero. Sin embargo, si escucho su consejo, me siento horrible más tarde.

¡Eso es!

He tomado una decisión. Ignoraré por completo a este tipo de ahora en adelante. No puede ser un verdadero amigo. ¡No necesito a este tipo de personas a mi alrededor!

Espera.

Mira quién llega justo a tiempo, el primer amigo del que te estaba hablando. El Profeta ﷺ dijo:

Shaytan toca al Hombre y los Ángeles tocan al Hombre. En cuanto al toque de Satanás, incita al mal, crea desesperación al obtener el bien y el rechazo de la verdad. Mientras que el toque del Ángel es aliento hacia el bien y confianza en lo que es correcto. Quien sea tocado por un ángel, que alabe a Allah y pída a Allah su recompensa. Y quien sea tocado por Shaytan, que busque refugio en Allah y busque el perdón“. El Profeta ﷺ recito: “El Shaytán os infunde temor con la miseria y os manda la avaricia, pero Allah os promete perdón de Su parte y favor“.

Honrar a los invitados es un hábito que el Profeta Muhammad encarnó y enseñó a su ummah. Esto no es exclusivo para el huésped humano, sino que el mismo concepto es importante con respecto a los Ángeles. La honra del invitado angelical se cumple prestando atención a su consejo y actuando de acuerdo con él.

Los eruditos han destacado que los susurros satánicos generalmente tienen algunas tendencias comunes. Tienden a alentar el aislamiento, el miedo y la impotencia. Todos los cuales son antitéticos para un corazón sano. Reconocer la fuente de las inclinaciones del corazón es el primer paso para protegerlo de las emociones no deseadas. El corazón del creyente es su tesoro, es el corazón el que será juzgado y será responsable.

De ahí la necesidad de protegerlo vigilantemente de Shaytan y su ejército.


Fuente: Muslim Matters / Traducido y editado por newmuslim.net

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