El despertar

Originally posted 2013-09-24 12:55:25.

Mezquita del Sultán Ahmed, Estambul

Mezquita del Sultán Ahmed, Estambul

Autor: Brahim Saavedra

Bismil-laahi Rahmaani Rahiim, Alhamdulil-lahi Rabbi Alamín, wa assalatu wa assalam ala Rasulilah, Sallahu Alayhi wa Sallam.

Cada individuo a lo largo de su vida tiene experiencias cumbres o experiencias vitales, hechos que no solamente son anecdóticos sino que son capaces de generar profundos cambios en las estructuras de los organismos humanos.

Vuestro servidor comprendió el 23 de Mayo de 2009 que al realizar la profesión de fe en la sumisión hacía el que da humildad, el creador, el dador de todo, la vida no podría seguir siendo la misma, pues había despertado y necesitaba integrar lo que había soñado. Más o menos eso es lo que respondo cuando me preguntan el por qué me hice musulmán: ¿sabe usted por qué se despierta por las mañanas? – suelo responder- la gente dice: porque ya no tenía más sueño, y yo respondo: yo tampoco tenía más sueño… y toda mi vida antes era el sueño que me preparaba para asumir mi responsabilidad como musulmán. Pues no hay nada en mi que no fuese una continuación del proceso iniciado en mi nacimiento.

Había soñado con un mundo interior sin caos existencial. Lo había soñado pero no conseguía integrarlo a mi modo de razonar y sentir,  una segunda experiencia vital ya como musulmán me indicó que no tenía que ahogarme en el océano profundo del Islam, y que la Salat es un salvavidas particular. Así pues doy de comer a mi ego la Salat. Es un cambio reciente, lo sé… pero ya no hay nada que pueda comparar con la potencia cognitiva que me supone el Islam. Si lo forzo con arrogancia se eleva ante mi como una montaña infranqueable, pero si lo acaricio con dulzura me hago un niño de lo más feliz, me hace llorar y reír, me da el amor y me lo quita, el hambre y la saciedad. Allah, el proveedor y el sustentador me adjudicó la guía del Islam, y me da todo lo que soy y no soy, lo que nunca llegare a ser y lo que siempre seré, Iván y Brahim. Un mismo sendero del servicio que debo prestar si quiero integrar el sueño de mis primeros 28 años, al resto de mis días, los que pertenecen todos y más allá, al misericordioso.

Ash haduallah ilaha il Allah wa Ash hadu ana Muhammad ur-Rasulullah.

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