Gente normal y su conversión al Islam

Omar Hamnzeh con su grupo de amigo tras la conversión al Islam de estos

Omar Hamnzeh con su grupo de amigo tras la conversión al Islam de estos

Por: Redacción

A menudo se hacen notorias las historias de gente conocida, famosa o importante que se hacen musulmanes. Esto no tiene nada de malo, pero la realidad es que la gran inmensa mayoría de gente que se hace musulmana no entran en esta categoría, pero sus historias son igual, y muchas veces más interesantes, que las de quien sí lo hace.

Cada persona que se hace musulmán tiene una historia especial de su conversión al islam, o como muchos prefieren llamarlo, de su regreso al Islam. Hemos seleccionado algunas de estas historias de gente normal que nos han contado su conversión al Islam que esperamos que os muevan tanto como a nosotros.

El camino de uno, el camino de todos: la conversión al Islam de un grupo de amigos

Omar Hamzeh creció en un barrió de Madrid donde hizo un grupo de amigos desde la escuela. Entre ellos, el era el único musulmán. Fue más tarde, cuando habían acabado bachillerato y la selectividad, y estando Omar en Inglaterra, que algunos de ellos fueron a visitarle a Inglaterra, donde había ido a estudiar Ingeniería.

Todo el grupo de amigos de Omar en Inglaterra eran musulmanes, y el carácter de estos impresionó mucho a sus dos amigos de Madrid. Omar relata este efecto en ellos así:

Verse rodeados de jóvenes como ellos, que desprendían alegría y ganas de vivir por cada poro de su cuerpo pero que al mismo tiempo rechazaban “la decrepitud  moral de la juventud occidental”, tuvo un gran impacto en sus sistemas de valores. Sin embargo, a la confusión inicial le siguió un sentimiento de  atracción irresistible ante tal perfecto equilibrio entre lo banal y lo transcendental: “Ni vicio ni monacato”, “ni frío ni caliente”,  simplemente templado.

Estando en Inglaterra todavía estos dos amigos le acompañaron a la oración del viernes y ambos cuentan el sentimiento de paz que les inundó al concluir. Poco después se hicieron musulmanes.

Al volver Omar a Madrid, tras el reencuentro con todo el grupo de amigos y tras la conversión de estos dos primeros, poco a poco, tras interminables noches de conversación, uno a uno se fueron haciendo musulmanes hasta que el grupo entero de amigos había aceptado el Islam. Cuenta, rememorando esos días que:

Uno a uno, el resto de los chicos aceptarían el Islam; pero  llevaría muchas páginas relatar la historia de cada uno de ellos. Hoy día, años más tarde, cuando  mis hermanos recuerdan esa etapa,  palabras como “apertura, liberación, perdón, paz, satisfacción, plenitud, entendimiento, amor y  emoción” salen constantemente de sus bocas, y es que jamás dos frases pudieron expresar tanto: “LA ILAHA IL-LA ALLAH, MUHAMMAD RASULU ALLAH”.

Puedes leer la narración completa de esta historia aquí

Del aprendizaje de Ingles al Islam: Harun Faro

Harún Faro se matriculó en una escuela de lengua inglesa y cultura americana para profundizar sobre su conocimiento de ambos, en la ciudad de Minesota. Parte del programa trataba de entablar conversaciones con las otras personas que se habían matriculado en el mismo programa para practicar la conversación sobre temas más profundos y así conocer mejor la lengua.

Entre ellos había varios que eran musulmanes de origen somalí y la conversación les llevó a hablar sobre Islam. Harun se sentía cada vez más intrigado por lo que iba aprendiendo de ellos sobre el Islam y cuando salía de las clases se dedicaba a continuar con su investigación sobre este.

Poco a poco se fue instalando en su corazón la creencia, lo que le llevó a buscar una mezquita donde poder encontrar más material e información. Dado que no lo encontró, recurrió a internet para ello, tomando clases y recabando información.

Al poco tiempo, la creencia en el Islam, sus principios y valores, creció de forma firme en su corazón y volvió a la mezquita para tomar la Shahada. Dice que cuando esto ocurrió:

En ese momento de pronunciar la Shahada solté el llanto de máximo amor por Allah, que tocó mi corazón, y con lágrimas de alegría, más los abrazos de bienvenida de los musulmanes que fueron testigos de mi renacimiento y regreso al Islam, se selló mi Din. En lo particular siento que no soy un converso, siento que solo estaba distraído y que he retornado al Islam.

Puede leer la historia completa narrada por Harun aquí

La puerta a una nueva vida: Minerva Fraile

Minerva Fraile dejó su pequeña ciudad para irse a la gran ciudad, Madrid, siendo muy joven. A pesar de haber vivido arropada por su familia siempre sintió que le faltaba algo, y fue a buscarlo. Vivió en Madrid hasta los 26 años, sin encontrarlo, y fue cuando le ofrecieron un trabajo en Estado Unidos.

No dudó en salir de su zona de confort para buscar algo más que creía quizás podría encontrar con esta nueva oportunidad. Sin embargo esto no fue así, y una error tras otro le fue arrastrando hasta un lugar de desesperación.

Una noche todo se volvió insostenible, no podía más, la situación le sobrepasaba; y entonces en un momento de sinceridad, sin saber porqué, puesto que nunca lo había hecho, hizo una oración. Pidió a Dios que la ayudase, que le diese la forma de salir y cambiar esa situación. Minerva tenía dos opciones: o precipitarse al vacío o confiar en Dios. Ella lo cuenta así:

Durante mi adolescencia y juventud había caminado por un sendero cuyo fin era un abismo al que llegué aquella noche. Había dos opciones, precipitarme al vacío o prestar atención a ese otro sendero que se abría junto a mí en ese momento y que antes no podía ver. Mi verdadero cambio interior sucedió cuando entendí que no estaba sola, que había sido creada y que realmente existía un camino que podía tomar. Tiempo después vino la inquietud por saber cómo responder a esa llamada, cómo encontrar la manera de agradecer tan sólo levemente y en la medida de mis posibilidades la segunda oportunidad que se me brindaba. Mis sentimientos y mi intelecto me llevaron al Islam.

Y en ese punto empezó mi historia de nuevo. A veces miro hacia atrás y me duele; no comprendo dónde estuve y cómo llegué allí, pero he llegado a la conclusión que cada error del pasado y cada decisión equivocada fue otro paso más en la dirección que estaba marcada para mí y que debía llevarme exactamente a ese momento en el que mi mente y mi corazón confluyeron en un mismo punto y pude abrir la puerta a una nueva vida. ¡Alhamdulillah!

Puede leer la historia completa de Minerva aquí

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