Hábitos de comida del Profeta: comer frugalmente, saludable y no demasiado

Por: Abu Amina Elias

Es importante que los musulmanes mantengan una dieta moderada que incluya alimentos saludables, en consulta con expertos en nutrición y médicos de confianza. Comer demasiada comida o comer alimentos no saludables puede ser muy peligroso para nuestra salud espiritual y física. La amenaza también es sutil porque casi todos los tipos de alimentos son permisibles, pero la extravagancia y el exceso en la comida permitida pueden volverse en nuestra contra. Los hábitos de comida del Profeta eran comer de forma frugal, saludable y no comer demasiado.

Era la práctica del Profeta, que la paz sea con él, tener humildad, en lo que comía, en cómo se sentaba mientras comía y en su actitud general hacia comer.

Yahya ibn Kazir transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Como como come el siervo y me siento como se sienta el siervo. En verdad, solo soy un sirviente. (Shu’ab al-Iman 5519)

Como líder de Medina, el Profeta tenía todos los recursos de la comunidad musulmana a su disposición, y aún así regalaba cualquier alimento que tuviera en caridad antes de alimentarse a sí mismo y a su familia.

Aisha transmitió que la familia de Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, nunca comió pan de trigo por tres noches consecutivas, desde que llegaron a Medina, hasta que falleció. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 6089)

Umar transmitió:

Vi al Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, pasar todo el día sufriendo de hambre. No pudo encontrar ni siquiera los dátiles de peor calidad para llenar su estómago. (Ṣaḥīḥ Muslim 2978)

Ibn Abbas transmitió:

El Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, pasaba varias noches seguidas con el estómago vacío y su familia no encontraba nada para la cena. La mayoría de su pan estaba hecho de cebada. (Sunan al-Tirmidhī 2360)

Por lo tanto no era costumbre del Profeta, que la paz sea con él, llenar completamente su estómago con comida o bebida durante una comida. A veces se abstenía voluntariamente como un acto de ayuno ritual o ayuno intermitente, y otras veces tenía hambre porque prefería las necesidades de los demás a las suyas. El estómago humano simplemente no necesita llenarse y no debe llenarse durante cada comida.

En el tiempo de los compañeros, la primera prueba que experimentaron fue la prosperidad, ya que una abundancia de riqueza y alimentos de calidad abasteció los mercados. La gente comenzó a comer hasta saciarse de manera regular y, por lo tanto, la Sunnah de la alimentación moderada fue olvidada por muchos.

‘Urwah transmitió que Aisha, que Allah esté complacido con ella, dijo:

En verdad, la primera prueba que sucedió a esta nación después del fallecimiento de su Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, fue que la gente comió hasta saciarse. Porque cuando las personas llenan sus estómagos, sus cuerpos se engordan, sus corazones se endurecen y sus deseos son incontrolables. (al-Jū ‘li-Ibn Abī Dunyā 22)

Comer demasiada comida provoca aumento de peso y problemas asociados de salud, obviamente, pero también causa daño espiritual. Demasiada comida endurece el corazón, embota la mente, aumenta la somnolencia y hace que sea aún más difícil controlar los deseos y apetitos.

Por esta razón, la Sunnah con respecto a la alimentación diaria es solo comer lo que sea necesario para mantener una salud y energía óptimas. A lo sumo, uno debe llenar su estómago con no más de un tercio de comida, un tercio de agua, y dejar el tercio restante vacío. No se debe tener el hábito de llenar completamente el estómago todos los días.

Miqdam ibn Ma’d transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

El hijo de Adán no llena un recipiente peor que su estómago, ya que es suficiente para él que tome algunos bocados para enderezar su espalda. Si no puede esto entonces que llene llene un tercio de comida, un tercio de bebida y un tercio lo deje para su aliento. (Sunan al-Tirmidhī 2380)

Esta es la regla general de comer con moderación, pero hay excepciones para ocasiones especiales. Durante las celebraciones, como banquetes, cenas familiares, etc., no hay nada malo en llenar el estómago. Esta es una concesión para promover buenas relaciones entre los miembros de la comunidad al comer juntos y compartir comidas.

Anas ibn Malik transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, nunca combinó en un plato carne y pan ni para la comida, ni para la cena, a menos que estuviera comiendo con gente. (Musnad Aḥmad 13447)

Malik ibn Dinar transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, nunca comió hasta saciarse de pan o carne a menos que estuviera comiendo con la gente. (al-Shamā’il al-Muḥammadīyah 71)

Aparte de estas excepciones festivas, comer habitualmente demasiada comida en el día a día es una manifestación de la incapacidad de para controlar los deseos y el apego a los placeres mundanos.

Ibn Umar transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

El incrédulo come con siete intestinos, y el creyente come con un intestino. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 5079)

El incrédulo, una persona que no cree en el Más Allá, generalmente no tiene una razón filosófica convincente para restringir su ingesta de alimentos y, por lo tanto, tiende a comer siete veces más alimentos que los que su cuerpo necesita. Incluso muchos musulmanes comen en exceso de esta manera. La manera de romper este hábito de comer en exceso es comer gradualmente menos y menos hasta que el cuerpo se acostumbre a comer una cantidad moderada de alimentos.

También se debe reflexionar sobre las consecuencias en la próxima vida. La gente que regularmente y extravagantemente come en exceso será castigada con hambre en el Más Allá, ya que la saciedad innecesaria repetida conduce a todo tipo de faltas.

Salman transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

En verdad, las personas que comieron todo cuanto pudieron en este mundo serán las más hambrientas en el Día de la Resurrección. (Sunan Ibn Mājah 3351)

Y Abu Ja’far, que Allah tenga piedad de él, dijo:

Cuando el vientre está lleno, el cuerpo transgredirá. (al-Jū ‘li-Ibn Abī Dunyā 23)

Por el contrario, el verdadero creyente reconoce los beneficios espirituales y para la salud de una alimentación moderada, porque comer en exceso resulta en cometer faltas, transgresión y un desperdicio de recursos.

Una de las características de comer en exceso es el desarrollo de una gran barriga o grasa visceral, que puede ser increíblemente peligrosa para la salud de una persona. Aun así, los musulmanes no deberían permitirse el lujo de insultar a los demás porque tienen un peso excesivo, sobre todo porque las personas aumentan de peso por todo tipo de razones hormonales que no son necesariamente su culpa. Por el contrario, uno debe alentar a las personas con sobrepeso de manera amable y sincera a perder peso para su propio beneficio.

En una ocasión, el Profeta, que la paz sea con él, le informó gentilmente a un hombre con una barriga grande que hubiera sido mejor si en su lugar hubiera ofrecido la comida extra en caridad.

Ja’dah transmitió que el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, vio a un hombre con una barriga grande. El Profeta señaló su vientre y dijo:

Si esto hubiera sido colocado en otro lado, hubiera sido mejor para ti. (al-Mu’jam al-Kabīr 2140)

La gente dice que “comer bien es vivir bien”, pero esta actitud es engañosa en el mejor de los casos. Si bien debemos estar agradecidos a Allah cuando tenemos suficiente comida buena para comer, el hábito de comer en exceso no es una bendición y en realidad es un castigo. Si entendemos “comer bien” como comer alimentos saludables y bien cocinados en cantidad moderada, entonces si tiene realidad.

Al-Hasan transmitió que Umar Ibn al-Jattab, que Allah esté complacido con él, vio a un hombre con una barriga grande y dijo: “¿Qué es esto?” El hombre dijo: “Es una bendición de Allah”. Umar dijo :

No, más bien es un castigo. (Ḥadīth Muḥammad ibn ‘Abd Allāh al-Anṣārī 42)

La grasa visceral enterrada profundamente dentro de una barriga grande daña severamente la salud de una persona y, posteriormente, le resta capacidad para ejercer actos de adoración como la oración nocturna o el servicio a la comunidad. En este sentido, es un castigo por comer en exceso.

Los reemplazos justos (al-abdal), que son los verdaderos creyentes que existen en cada generación, pueden ser reconocidos por sus saludables hábitos físicos y espirituales. Comen moderadamente, lo que resulta en una apariencia delgada y saludable, guardan sus lenguas y se comprometen a la contemplación silenciosa, utilizan la noche para la oración y el estudio, y tienen el hábito regular de recluirse para la adoración privada.

Sahl al-Tustari, que Allah tenga piedad de él, dijo:

Todo lo bueno se combina en estos cuatro rasgos, y por ellos los justos reemplazos (al-abdal) se convirtieron en reemplazos: tener delgados vientres, silencio, insomnio y retirarse de las personas. (Qūt al-Qulūb 1/170)

La clave de su éxito es su alimentación moderada, que optimiza su salud, regula sus ciclos de sueño, agudiza sus mentes y maximiza su potencial.

Sin embargo, no es simplemente comer en exceso lo que es problemático. Los musulmanes también deben evitar la comida basura en forma de harina blanca refinada, alimentos procesados ​​y cualquier cosa con una cantidad excesiva de azúcar, sal, grasa y otros ingredientes no saludables.

Allah dice:

¡Creyentes! ¡Comed de las cosas buenas que os proveemos y agradeced a Allah, si es verdad que Le adoráis! (Surat al-Baqarah, 2:172)

Las cosas buenas (tayyibat) son todas las comidas naturales que son saludables para nuestro cuerpo: frutas, vegetales, proteínas magras, grasas saludables, granos enteros, mariscos, nueces, legumbres, etc.

Hoy en día, muchos tipos de alimentos y bebidas procesados ​​industrialmente contienen ingredientes refinados que son despojados de sus beneficios para la salud, como los zumos de frutas comunes comprados en los supermercados en los que se agrega azúcar y se extrae la fibra. El pan blanco refinado tan extendido y que se come hoy no es lo mismo que el pan de trigo integral que comieron el Profeta, la paz sea con él, y sus compañeros.

Abu Hazm transmitió: “Le preguntó a Sahl: ‘¿Has visto harina refinada blanca (al-naqi) en el tiempo del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él?’ Sahl dijo que no. Él dijo: “¿Tamizarías la harina de cebada?”, Sahl dijo:

No, pero sí separábamos las cáscaras. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 5094, Grado: Sahih)

Los llamados “alimentos blancos” o “carbohidratos malos”, cuya sobreabundancia son la causa directa de muchos problemas de salud modernos, se conocían en la época de los compañeros y no se los comían. La harina blanca refinada en su tiempo era costosa y consumía mucho tiempo, a diferencia de lo que ocurre hoy en día cuando es fácilmente producida por máquinas. Los musulmanes deberían evitar estos alimentos procesados ​​y, en su lugar, comer alternativas naturales y saludables.

En resumen, los musulmanes deberían adoptar el hábito de comer moderadamente llenando sus estómagos no más de un tercio en cada comida, excepto en ocasiones especiales. Los alimentos que comen deberían ser nutritivos, equilibrados y saludables. Estas prácticas de alimentación profética ayudarán a facilitar tanto la salud corporal como el crecimiento espiritual.


Fuente: https://abuaminaelias.com Traducido y editado por Newmuslim.net

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