Por: Tariq Ramadán
Tenemos que tener esto claro: la justicia social no es un estado constante, la justicia social es un ideal. Esto es, algo que queremos alcanzar. Es un esfuerzo constante, un esfuerzo que no termina. No va a suceder que simplemente se nos dé justicia social, nunca será así de perfecto. Sabemos, por ejemplo, que cuando nos tenemos que esforzar contra la pobreza no hay nada en el Corán o en la tradición profética que diga que un día no nos vamos a enfrentar a la pobreza. No, nuestro entendimiento es que es un reto. Es algo que tenemos que cambiar. Pero el convertirnos en un sociedad perfecta donde no habrá más gente pobre, no se nos dice que esto ocurrirá algún día. No nos esforzamos por un resultado, no esforzamos por un cambio, y nuestra intención en esto es cambiarlo cuanto nos sea posible.
Estamos tratando con una meta, la cual nos ayuda a cambiarnos a nosotros mismos y a cambiar la sociedad, sabiendo que en esta vida nada que sea perfecto va a suceder. La justicia absoluta pertenece a Dios, está con Él. Para nosotros, es esforzarnos en hacer cuanto podamos intentando alcanzar una justicia relativa.
Pero ¿qué podemos hacer? Tenemos que hacer algo, y los musulmanes a veces son muy rápidos al mencionar el versículo: “Allah no exige a nadie por encima de sus posibilidades” (La Vaca, 2:286). Pero hemos de tener cuidado, aquello que podemos hacer, hemos de hacerlo. Y cuando apoyamos a una organización, o hacemos alguna otra acción, hemos de preguntarnos ¿hemos hecho lo que podíamos? ¿O nos escondemos tras un versículo? Porque es muy fácil decir que esto es lo Allah me está diciendo: no debo hacer más de lo que puedo. Pero tenemos que cambiar nuestro entendimiento, preguntarnos ¿estamos haciendo lo que podemos? ¿Es esta la realidad de tu involucración en la sociedad? Puede que lo que entendemos como un versículo muy fácil sea una que conlleva mucho peso, que es difícil. Porque Allah te está preguntando ¿te estás esforzando cuanto puedes? ¿Lo estás haciendo? ¿O estás buscando la manera fácil de ser musulmán?
Este es punto de partida de nuestra discusión, pesar sobre la justicia social como un objetivo y un esfuerzo constante. No lo vamos a terminar, sino que es posible que no lo veamos realizado en nuestra vidas.
Y ¿por qué digo esto? Porque el punto de partida de este esfuerzo es la humildad. Se humilde. Pero al mismo tiempo se humilde con Allah y ambicioso con los seres humanos. Este es un esfuerzo en el que necesitamos ambición y humildad, humildad y ambición. Tenemos que ser humildes con los resultados y ambiciosos en el esfuerzo. ¿Sabemos por qué? Porque este es el significado de la palabra ‘tawakkul’ (confianza, dependencia) en Allah. Lo que Él quiere que pase, va a pasar. Si tu no lo quieres y no te gusta, pero Él sí lo quiere, va a pasar. Esto significa que todo es posible.
Hazlo por amor a Dios, como lo hizo el Profeta, que la paz sea con él.
Si el Profeta hubiese empezado con nuestra mentalidad, no hubiese logrado cambiar el mundo, porque en un principio eran solo cinco [los creyentes]. Y los no-creyentes dijeron: “Te daremos todo cuanto quieras, pero has de parar [de predicar]”. Y el Profeta respondió que no iba a parar. ¿Por qué? Porque creéis que lo hago en oposición a vosotros, dijo. Pero Él sabe que lo hago por Él. Por lo que cualquier cosa que queráis, yo voy a continuar con este esfuerzo, porque es para Él. Podéis poner el sol aquí y la luna allí, y no pararé. Vuestra riqueza, vuestras posesiones, no es nada comparado con la cercanía a Él. Esto es lo que quiero, quiero Su amor. Y no quiero vuestro dinero.
Y este es el segundo punto: ¿qué es lo que queremos? ¿Ser alabados por la gente porque nos esfuerzamos por al justicia o ser amados por Dios porque respondemos a Su llamada?
Justicia social: una condición para la paz
Lo segundo que es importante entender es por qué nos esforzamos por la justicia social. La justicia social es un objetivo, pero no es un fin en sí. Es una medio para alcanzar la paz que queremos en la gente, en nosotros mismos y en la sociedad. La justicia es una condición para la paz. La justicia es una condición para la paz interior, para estar con nosotros mismos, para estar en paz con nosotros mismos y para ser justos en la sociedad y así alcanzar la paz social. No hay paz social sin justicia social, por esto, es un medio.
Esta es la razón por la que los eruditos anteriores cuando extraían de los textos y de los objetivos (maqasids) se encontraron cinco o seis principios que sabemos y conocemos, pero hay algo más ¿por qué vamos más allá de nuestra comunidad religiosa? Porque encontramos en el Corán: “Por cierto que hemos honrado a los hijos de Adam” (El Viaje Nocturno, 17:70). La mayoría de comentaristas dicen que esto se refiere a todos los seres humanos, Dios ha honrado a los seres humanos por encima del resto de la creación. No solo a los musulmanes, no solo a los creyentes, sino a todos los seres humanos.
Aveces, cuando estamos fuera, vemos que la gente actúa en contra de su dignidad. Cuando estás borracho, porque pierdes tu lucidez, pierdes tus capacidades mentales, estás actuando contra tu dignidad. Pero nosotros, en el nombre de Dios, miramos a tu dignidad más allá de tu comportamiento en su contra. Tu dignidad es más fuerte tu comportamiento. Entonces puede ser que vea un signo de Dios en tu ser, incluso cuando tú actúas contra tu propio ser. Y esta es la razón por la que servimos a estos seres; a veces tenemos que ir más allá de la forma en la que se comportan. Esta es la razón por la que hemos de ir más allá del enjuiciamiento. Aveces tenemos que entender que respetamos a los seres mientras que no estamos de acuerdo en la forma en la que se comportan.
¿Por qué hacemos esto? Porque aveces, en nuestro esfuerzo por los seres, y la dignidad de estos, al respetar a estos seres, la gente puede que cambie la forma en la que se comportan. Puede que actúe contra mi propio ser, pero si me miras, si miras la dignidad de mi ser, puede que me recuerdes algo que se me escapa y así puede que vuelva. Si muestras que me amas, independientemente de lo que haga, puede que me haga cambiar mi comportamiento indigno. Y esta era la forma en la que el Profeta, que la paz sea con él, lo hacía. “Yo te miro y veo más allá de lo que haces, y porque tú ves que te miro y que respeto tu ser, cambias la forma en la que estás”. Esta es la razón por la que los musulmanes, en esta sociedad, son instrumentales para alcanzar esto. Dejemos de enjuiciar y empecemos a actuar respetando a la gente.
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Fuente: www.icnacsj.org Traducido y editado de una conferencia del Dr. Tariq Ramadán por New Muslims