La ayuda humanitaria en el Islam

La ayuda humanitaria en el Islam

La ayuda humanitaria en el Islam

Autor: Jamal Krafess

Los actos de ayuda humanitaria son elementos esenciales de la práctica de la religión para los musulmanes. Los textos coránicos y proféticos que llaman a ello son numerosos. Estos texto o llaman a ello haciéndolo una obligación o alientan este tipo de acciones; los no musulmanes no están excluidos de beneficiarse de estas ayudas.

Para un musulmán, llevar a cabo una acción humanitaria es una forma de recibir ayuda del cielo, de borrar faltas, de acercarse al Jardín y de complacer a Allah. Los mecanismos establecidos por la religión (p.e. el zakat, el waqf, etc.) tuvieron un impacto sin precedentes en las vidas de población: la liberación de esclavos, un apoyo sustancial a los más necesitados y la expansión de los sistemas de salud y educación. Hoy en día, ONG de creencia islámica siguen estos textos para lanzar diferentes programas de acción.

El humanitarismo es uno de los principios fundamentales de la religión musulmana. El acto de dar dinero o ayudar a alguien en peligro no se deja a la libre elección del creyente, sino que es una obligación de la misma forma que es la oración, el ayuno durante el mes del Ramadán y la peregrinación a La Meca.

Los actos de ayuda humanitaria, ya sea una donación en dinero o en especie, o de carácter más práctico, como la distribución de la ayuda, son un elemento esencial de la práctica religiosa para los musulmanes.

Esta dimensión religiosa motiva, canaliza e intensifica los aspectos emocionales y obligatorias de la caridad. Son numerosos los textos del Corán y los dichos del Profeta Muhammad pidiendo la acción humanitaria, definiéndola y regulándola. Estos textos o bien son de carácter obligatorio o son una llamada para dicho trabajo. Llevar a cabo un acto humanitario es una manera de recibir ayuda del cielo, de borrar faltas, escapar el castigo, de dar gracias a Dios por Su misericordia e intentar hacernos merecedores del paraíso.

En el siguiente artículo vamos a ver ejemplos de cómo la religión musulmana favorece, por medios legales y prácticos, estimula  y refuerza la acción humanitaria para hacerla popular, generalizarla y hacer posible que se haga de foma diaria.

Carácter obligatorio

Los musulmanes consideran la acción humanitaria y el deber de ayudar como obligaciones religiosas para todos los musulmanes, ricos y pobres. Los textos del Corán y lo Hadith tiene a veces un tono exhortatorio alentando las acciones caritativas: “Los primeros en entrar en el paraíso serán aquellos que llevan a cabo acciones de caridad…”. (Al Bujari)

Otras veces los textos son formulados como una orden clara: “Rescatar prisioneros, alimentar a quien tiene hambre y cuidar a los enfermos…” (Al Bujari). Y hay numerosos textos que son muy severos con quien no ayuda a los pobres, los huérfanos y los necesitados.

La obligatoriedad de la caridad no termina con la redacción de los textos; El Islam también ha puesto los mecanismos prácticos para gestionar la ayuda humanitaria. Estos arreglos son muy precisos, como en el caso de zakat, que se explica con mayor detalle más adelante en este texto.

Validación de la creencia

La religión musulmana insiste en traducir de la intención y convicción en acciones concretas en todas las áreas -incluyendo humanitarias-. Se puede observar que cuando la creencia se evoca en el Corán, la sigue una orden judicial para reaccionar inmediatamente y los actos de caridad son especialmente fomentados.

La expresión “aquellos que creen y llevan a cabo las acciones de bien…” es repetido un número considerable de veces en el Corán. Por ejemplo: “Que es cierto que el hombre está en pérdida. Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien…” (103:2-3); y también: “Los que cree y llevan a cabo las acciones rectas tendrán todo lo bueno y un hermoso lugar de retorno” (13:29).

De hecho, la palabra sadaqa, que significa lismosna, viene de la palabra árabe “tasdiq” que significa confirmación. El Profeta Muhammad, la paz sea con él, dijo: “La limosna es una prueba…” (Ibn Rajab); una prueba que muestra el buen carácter de un musulmán transformado en una acción concreta de ayuda a los pobres. También es una prueba de que el amor hacía Dios purifica el corazón del creyente del amor hacia lo material.

Borrando las faltas

La religión musulmana considera el error como algo humano. El comportamiento del hombre, ya sea en su relación con el Creador o en su relación con otros seres (humanos, animales, plantas…), no puede ser perfecto. Su religión, sin embargo, le recomienda de forma encomiada que corrija sus errores y pone una serie de medios a su disposición para hacerlo, tales como el arrepentimiento, la sumisión a la justicia y la reparación de los daños causados por terceras personas.

El Islam también estableció un sistema que permite que las faltas sean borrados por el ejercicio de actividades humanitarias. En este sentido, el Profeta dijo: “La limosna extingue las faltas exactamente como el agua extingue el fuego…” (Al-Bujari).

Hay ciertas ocasiones, como la de violar un juramento, para las cuales lo siguiente puede ser citado:

“Allah no os toma en cuenta los juramentos frívolos, pero sí os toma en cuenta los juramentos con los que intencionadamente os comprometéis. Como reparación alimentaréis a diez pobres según el término medio con el que alimentáis a vuestras familia, o los vestiréis o liberaréis a un siervo”. (5:89)

En otro ejemplo, como sería el caso de no ayunar uno de los días de Ramadán sin una razón válida, el musulmán debe ayunar durante sesenta días consecutivos o alimentar a sesenta personas necesitadas. Estas disposiciones, que llamamos kaffara (borrar faltas) también se practican si el creyente está incapacitado, por ejemplo, por la salud, y por lo tanto no puede realizar un ritual durante el ayuno y la peregrinación.

Para leer más ejemplos de esto, puedes leer el siguiente artículo, que anima la acción humanitaria (en inglés)


Fuente: www.icrc.org

 

Related Post