La esperanza y optimismo de cara al futuro se consiguen con la firmeza y sinceridad en el presente; con buena opinión, sin desesperar de la Misericordia de Allah, y teniendo siempre esperanza en Sus criaturas.
Por Ahmed Bermejo
Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que con la Taqwa de Allah es con lo que se consiguen nuestros anhelos, se amplía nuestra provisión y se entra en el Jardín:
“Quien teme a Allah, Él le da una salida y le provee desde donde no lo espera” (Talaq, 3).
Musulmanes, sabed, que Allah esté complacido con vosotros, que Allah, subhanahu wa ta’ala, ha creado al ser humano, lo ha creado y le ha dado la vida y sentimientos; sentimientos y aspectos interiores que hacen que el hombre se incline hacia un asunto o hacia otro.
Al crear este mundo de Dunia, Allah ha hecho que no sea igual para todos sus habitantes; ha hecho que esté constantemente en cambio, que no permanezca en el mismo estado y que en ella siempre existan los opuestos. En Dunia están presentes el bien y el mal, la honradez y la corrupción, la alegría y la tristeza, la esperanza y la desesperanza, la vida y la muerte, la riqueza y la pobreza, la salud y la enfermedad, la compañía y la soledad. Que Allah esté complacido con aquel que dijo:
Hay ocho que siempre pasan por el ser humano y de las que nadie puede librarse: alegría y tristeza, compañía y soledad, facilidad y dificultad, salud y enfermedad.
Entre los instintos y cualidades innatas en el ser humano que Allah nos ha entregado, encontramos uno que nos hace mirar hacia delante con alegría e ilusión, que hace que nos fortalezcamos en nuestra posición si estamos haciendo el bien, que hace que esperemos el futuro con los brazos abiertos y una buena opinión; ese instinto, esa cualidad, es el optimismo, la esperanza.
Lo que hace que el creyente deje de seguir sus apetitos y pasiones y obedezca a su Señor es la esperanza y el optimismo en alcanzar Su complacencia y Su Jardín. Lo que hace que el comerciante inicie un nuevo negocio es la esperanza de obtener beneficios. Lo que hace que el enfermo tome una medicina amarga es la esperanza en que se va a curar. Lo que hace que el estudiante se esfuerce en sus estudios y exámenes es la esperanza, el optimismo, en la vida futura.
La esperanza y optimismo de cara al futuro se consiguen con la firmeza y sinceridad en el presente; con buena opinión, sin desesperar de la Misericordia de Allah, y teniendo siempre esperanza en Sus criaturas. Dice Allah:
“Di: ¡Siervos míos que os habéis excedido en contra de vosotros mismos, no desesperéis de la misericordia de Allah; es verdad que Allah perdona todas las faltas, pues Él es el Perdonador, el Compasivo!” (Sura de los Grupos, 53).
Siervos de Allah, sabed que en el Mensajero, sallallahu alayhi wa sallam, tenemos un ejemplo al que seguir, un modelo al que imitar. Él era optimista, su naturaleza era la del optimismo y la esperanza. Allah lo envió como portador de buenas noticias. Permaneció en Meca durante 13 años llamando a la gente a la adoración de Allah, solo y sin asociado, sin perder nunca la esperanza, optimista a pesar de las dificultades que tenía, de los intensos de asesinato, de los ataques de sus enemigos; cuando la situación ya era totalmente insostenible, emprendió el viaje a Medina acompañado de Abu Bakr, y cuando se refugiaron en la cueva, con los muhsrikín sobre ellos, que sólo tenían que agacharse para verlos, tranquilizó a su compañero diciéndole:
“¿Qué piensas de dos cuyo tercero es Allah? No te entristezcas, Allah está con nosotros”.
Esta respuesta sólo puede darla quien tiene esperanza, quien es optimista, quien, aunque parezca que el cielo cae sobre él y la tierra se estrecha a sus pies, sabe que Allah está con él, es consciente de que todo lo que le pasa es bueno para él; sabe que en todo hay una sabiduría; y, que por muy grande que parezca la angustia en la que está o la dificultad que tiene a su alrededor, sabe que encontrará una salida. Es consciente de que todo lo que ocurre es porque Allah lo ha decretado y sabe que con la dificultad viene la facilidad, si, con la dificultad viene la facilidad.
Ciertamente, este optimismo, esta esperanza, no surge de la nada, sino que proviene de un imán absoluto en Allah, surge de un conocimiento total, sin un ápice de duda, de que Él es quien gobierna este universo, de saber que Él, subhanahu wa ta’ala, es quien decide sobre los asuntos como Él quiere, con Su Conocimiento y Sabiduría. Si el creyente es capaz de incorporar esto a su vida, entonces todo le será más fácil de soportar.
Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones:
“¡Qué asombroso es el asunto del creyente! Todo su asunto es bueno, y esto no ocurre más que con el creyente. Si le viene un bien, es agradecido, y eso es bueno para él; y si le acontece una desgracia, permanece paciente, y eso es bueno él” (Rawahu Muslim).
Musulmanes, esperar el bien conduce al siervo a la confianza y a la acción, le abre las puertas de la esperanza, le aleja de la holgazanería y la negligencia, le lleva a la aceptación y la complacencia de lo que Allah ha decretado para él. Cuando el optimista mira a su alrededor, ve la presencia de Allah, ve que le rodea el bien de Allah y vive una vida buena y tranquila, con la esperanza continua en Su Señor. Dice Allah:
“A quien haya obrado con rectitud, sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho” (Nahl, 97).
Dijo el Mensajero de Allah, sallallahu alayhi wa sallam:
“El optimismo es del Misericordioso, y el pesimismo es de Shaytán”. En este hadiz el Mensajero de Allah nos enseña que el optimismo es parte de nuestro Din, que la esperanza es parte del Islam, ya que es algo que pertenece a Allah, subhanahu wa ta’ala; el Islam es el mensaje de la esperanza, el mensaje de las buenas noticias, el mensaje del optimismo. Es el mensaje de la facilidad, no el mensaje de la dificultad. “Yassiru wa la tassiruu, wa bashiru wa la tunafiru”.
Allah, subahanhu wa ta’ala, trata a Su siervo en la medida en la que este pone su optimismo, su esperanza y su buena opinión en Él. Quien tenga una buena opinión de Allah, quien sea consciente de que lo que ha decretado para él es el bien, por duro y amargo que pueda parecer, obtendrá el bien que proviene de Allah; por el contrario, el que tenga una mala opinión de Allah, el mal es lo que recibirá. Dice Allah, subhanahu wa ta’ala, en un hadiz qudsi: “Yo estoy en la opinión que mi siervo tiene de mí; si tiene buena opinión de mí, será para él; si tiene mala opinión de mí, será para él” (Muslim).
Oh Allah, te pedimos que nos hagas tener buena opinión de Ti y que llenes nuestros corazones de optimismo y esperanza.
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Extracto de un Jutba del Shaij Ahmed Bermejo en la mezquita de Granada