Autor: new-muslims.info
Llegados al día 31 de diciembre y con visitas hacia el nuevo año del calendario gregoriano son muchos los que se preguntan si es permisible celebrar este acontecimiento, y en general en estas fechas, si está permitido celebrar la navidad.
La celebración de la navidad, como es sabido, no está permitido en el Islam (leer este artículo para saber más) en cambio felicitar en estas fechas a parientes y vecinos que sí la celebran sí está permitido (aunque hay discrepancia al respecto esta es la opinión de Sheikhs Yusuf Al-Qaraḍawi y Muṣṭafa Al-Zarqa, leer este artículo para saber más). Al llegar al nuevo año nos encontramos con una situación similar.
Sobre celebrar el año nuevo no hay, a priori, nada que lo haga haram, aunque puede ser considerado parte de lo que es imitar a los no musulmanes. Sobre esto se puede decir lo siguiente:
Ibn ‘Umar, que Al-lah Esté complacido con él, narró que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Quien imita a un grupo de personas es uno de ellos (es decir, estará con ellos en el Día de la Resurrección)”. [Abu Dawud]
El Imam Al Munawi y el Imam Al ‘Alqami, que Al-lah les Dé Su perdón, comentaron sobre la anterior narración diciendo: “Esto se refiere a quien se viste como ellos, imitándolos en su estilo, y se comporta como ellos, por lo menos en parte”.
El Imam Ibn Taimiah, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “El Imam Ahmad y otros usaban esta narración como evidencia para probar la prohibición de imitar a los incrédulos. Lo menos que uno puede decir respecto a la implicación de esta narración es que prohíbe la imitación. Por el contrario, esto puede significar que la persona que lo hace sale del Islam, según se entiende del dicho de Ibn ‘Umar, que Al-lah Esté complacido con él: ‘Quien construya en la tierra de los incrédulos, participe en sus festividades religiosas y los imiten hasta que muera, será resucitado con ellos’. Esta narración también implica la prohibición de la imitación parcial y que uno será como ellos de acuerdo a qué tanto los haya imitado”.
Existen dos formas en que los musulmanes pueden imitar a los incrédulos, una de las cuales es prohibida mientras que la otra es permitida.
La forma prohibida:
Esto es hacer algo que no es parte de nuestra religión y que es un rito exclusivo de los incrédulos, y hacerlo a sabiendas. Esto está definitivamente prohibido y puede ser uno de los principales faltas. De hecho, algunas de estas acciones pueden alcanzar el nivel de sacar a la persona del Islam.
Estos reglamentos se aplican a una persona independientemente de si lo hace con la intención de imitar a los incrédulos, satisfacer sus deseos o por equivocación, siempre y cuando haya pensado que lo que estaba haciendo podría ser de beneficio para él.
Entonces, ¿se considera que ha cometido una falta si lo hace por ignorancia? La respuesta es que la persona no ha cometido una falta hasta que sea informado de la prohibición islámica de hacerlo, y aún así insista en lo que estaba haciendo.
La forma permitida:
Hacer lo que no fue originado por los incrédulos, y que tanto musulmanes como incrédulos comúnmente practican. Este tipo no está incluido en la prohibición de la imitación.
Imitar a la gente del Libro y otros incrédulos en los temas mundanales está permitido, pero con las siguientes condiciones:
- Que el acto no sea parte de sus tradiciones y costumbres distintivas.
- Que no sea parte de ninguno de sus ritos religiosos, la única forma de cerciorarse de esto es consultar al Corán o la Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
- Que no existan textos claros en el Islam sobre la permisión o prohibición de tal acto; pero si ha sido establecido, entonces debemos apegarnos o abstenernos de él según sea exigido o prohibido en el Islam.
- Si no implica contradecir ningún mandato o reglamento en el Islam.
- Que no sea parte de sus festividades religiosas.
- Que no transgreda los límites en caso de una necesidad.
El Sheij Ibn ‘Uzaimiah, que Al-lah le Dé Su perdón, fue preguntado acerca de cómo juzgar si lo que uno está haciendo es imitar a los incrédulos o no, a lo que él respondió: “Imitar es hacer lo que es exclusivo de los incrédulos, pero hacer lo que se ha vuelto comúnmente practicado tanto por musulmanes como por incrédulos, no está incluido en la definición de la imitación prohibida, a menos que esto sea prohibido por otra razón específica, como si el acto es una parte de sus símbolos o ritos religiosos. Si ellos (los incrédulos) dejan de considerar el acto (o la ropa) como un símbolo religioso, entonces la prohibición (islámica) es levantada, como lo sostuvo el Imam Ibn Hayar, que Al-lah le Dé Su perdón”.