Por: Hasan Lam y Ramzi Ajem
Las pruebas en el camino
Este camino por el que viajamos es de facilidad. Sin embargo, cada uno de nosotros estará expuesto en diversas ocasiones a pruebas y tribulaciones que pondrán a prueba nuestra firmeza.
Las pruebas de la vida a veces pueden parecer, en su apariencia externa, actos aleatorios al azar. Sin embargo, con la luz del Iman puede verse su procedencia del el Uno, el Manifiesto y el Oculto, que los envió con su sabiduría divina. Dios es sabio y dirige todos los eventos de la mejor manera posible. El dice:
No hay nada que ocurra en la tierra o en vosotros mismos, sin que esté en un libro antes de que lo hayamos causado. Eso es fácil para Allah. (El Hierro, 57:22)
Aquellos que entienden los atributos divinos de la perfección se darán cuenta de que cualquier cosa que ocurra, ya sea física o inmaterial, solo se produce a través de la Voluntad y el Poder creativo de Dios en perfecta concordancia con Su Conocimiento que todo lo abarca. Dios dice acerca de sí mismo:
Allah crea lo que quiere; cuando decide un asunto le basta decir: ¡Sé! Y es. (La Familia de Imran, 3:47)
Para cada una de Sus criaturas, el Creador ha determinado y medido su asignación, incluyendo la duración de su vida, la provisión que recibirá y lo que le sobrevenga del bien y del mal. Él dice:
Él ha creado cada cosa y la ha determinado en todo. (El Discernimiento, 25:2)
Así que, aunque aparentemente, lo que le llega a una persona puede parecer bueno o malo, beneficioso o dañino, en realidad se rige por una sabiduría divina que le pertenece a Dios solamente. Dios declara:
A Él no se le pedirán explicaciones de lo que hace, pero ellos sí serán preguntados. (Sura de los Profetas, 25:2)
Responder al destino divino
Aunque los creyentes continúan trabajando y esforzándose en el camino, ponen su confianza en su Señor. Reconocen que no pueden desviar las flechas del destino divino ni pueden escapar de su trayectoria ya que todos los asuntos están bajo el control de Dios.
Los creyentes son llevados por corrientes poderosas al darse cuenta de que no hay poder o habilidad excepto a por Dios, y que cada persona será probada en el camino. El Profeta dijo:
La mayor recompensa viene con la mayor prueba. Cuando Dios ama a una gente, Él los pone a prueba. Quien lo acepte, gana Su gran complacencia y aprobación. (Tirmidhi)
Allah dice:
¿Es que cuentan los hombres con que se les va a dejar decir: creemos y no van a ser puestos a prueba? (La Araña, 29:2)
También dice:
Y tened por cierto que os pondremos a prueba con temor, hambre, pérdida de riqueza, personas y frutos. Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes. (La Vaca, 2:155)
El secreto del destino divino reside en aceptarlo con satisfacción. Como uno de los eruditos piadosos del pasado dijo, aquel que está satisfecho con el decreto divino es como el amante que está complacido con los actos de su Bienamado, ya sean dulces o amargos. Cualquier cosa que pueda acontecer al creyente, él o ella permanece constante en oración y súplica, buscando lo que agrada a Dios.
El propio Profeta, que la paz sea con él, aconsejó a los demás tener paciencia y satisfacción, y fue el primero en demostrar esto de la manera más elegante durante los períodos de extrema dificultad. Su hermoso carácter sigue siendo el mejor ejemplo, independientemente de las dificultades a las que nos enfrentamos; porque nadie ha sido más probado que los Profetas. Los Compañeros del Profeta, que la paz sea con él, preguntaron: “¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Quién de entre la gente recibe más pruebas?”. Él contestó:
Los Profetas, luego aquellos que están más cerca de ellos, y luego aquellos que están más cerca de ellos. La prueba de un siervo es acorde con su nivel de creencia; los pruebas continuarán sobre el siervo hasta que camine por la tierra sin una sola falta”. (Tirmidhi)
Aquellos que se someten a Dios deben estar agradecidos en tiempos de tranquilidad y bienestar. En tiempos de adversidad, deben soportar sus pruebas con humilde paciencia sabiendo que no existe un mejor ordenador de sus asuntos que el Creador de todas las cosas.
Fuente: http://zhic.ae/ Traducido y editado por NewMuslim.net