La crucifixión y resurrección de Jesus en el Islam: la opinión más extendida (1/2)

Por: Justin Parrot

La narrativa de la pasión (en latín passionem de “sufrir, aguntar”) es el elemento central del de los evangelios ortodoxos, que relata los últimos momentos de Jesús en la tierra, que incluyen su arresto, tortura, crucifixión y resurrección. Se dice que el evento fue el cumplimiento de la visión del profeta Isaías sobre el servido que sufre.

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado. (Isaías, 53: 7-8)

La resurrección es el milagro característico de la historia en la tradición cristiana; Jesús no solo trajo a otros de vuelta a la vida, él mismo resucitó de entre los muertos. La narración está entretejida con doctrinas e interpretaciones cristianas en lo que equivale a un principio básico de su visión de la salvación y su reivindicación de la divinidad de Jesús.

¿Qué dice el Corán sobre la Pasión de Cristo? ¿Y hasta qué punto puede ser reconciliado con la narrativa del evangelio? La respuesta a esta pregunta gira en torno a la interpretación crítica de una frase de un solo versículo.

Allah ﷻ dice:

Y por haber dicho: Nosotros matamos al Ungido*, hijo de Maryam, mensajero de Allah. Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Y los que discrepan sobre él, tienen dudas y no tienen ningún conocimiento de lo que pasó, sólo siguen conjeturas. Pues con toda certeza que no lo mataron. Sino que Allah lo elevó hacia Sí, Allah es Poderoso y Sabio. (Las Mujeres, 4:157-158)

Este pasaje viene en el contexto de refutar a los que estaban en obstinados en la desobediencia a Allah, que apoyaban matar a los profetas, calumniaban a la virgen María, y se jactaban de matar, crucificar y derrotar al Mesías.

Allah les responde diciendo: “Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron”. Esta última frase, wa lakin shubbiha la hum (eso les pareció a ellos), es la fuente de interpretaciones divergentes de los momentos finales de Jesús. Si Jesús no fue matado o crucificado, ¿qué se les hizo creer en su lugar?

No hay transmisiones auténticos del Profeta ﷺ que expliquen el significado de este versículo, como señala Abu Hayyan, “Los narradores no están de acuerdo en la modalidad de la muerte y crucifixión. Nada de esto está confirmado por el Mensajero de Allah ﷺ excepto lo que indica el Corán”. Las interpretaciones del versículo propuestos por muchos de los predecesores justos y estudiosos posteriores fueron tomadas de fuentes cristianas (o tradiciones Isra’iliyyat), que el Profeta ﷺ les permitió usar, como se mencionó anteriormente. Esto ha dado lugar a una amplia gama de posibles opciones interpretativas, algunas de las cuales se ajustan a las narraciones del Evangelio y otras las contradicen rotundamente.

La opinión adoptada por la mayoría de los comentaristas del Corán es que Jesús fue sustituido por otra persona; es decir, sus enemigos mataron y crucificaron a otra persona, pensando que era Jesús. Los detalles de estas interpretaciones, como quién exactamente fue crucificado y bajo qué circunstancias, son variados y en ocasiones contradictorias.

Abu Layth al-Samarqandi (m. 375 H) narra una opinión común de que Judas Iscariote, quien había traicionado a Jesús, fue crucificado en su lugar:

El líder judío ordenó a un hombre que entrara a la casa, se dice que Judas (o se dice, Tatianos). Entonces Gabriel, sobre él sea paz, vino y elevó a Jesús, sobre él sea paz, hasta los cielos. Cuando el hombre entró en la casa, no lo encontraron. Allah hizo qur tomase la aperiencia de Jesús, y cuando salió, pensaron que era Jesús, por lo que lo mataron y lo crucificaron. (Abū al-Layth al-Samarqandī, Tafsīr al-Samarqandī, 1:354 verse 4:157).

En esta interpretación, fue el hombre que vendió a Jesús a sus enemigos quien fue crucificado en su lugar. Allah no solo salvó a su mensajero de la tortura y una muerte dolorosa, sino que el propio traidor tuvo que soportar lo que había deseado a otro. Al-Tha’labi cuenta una versión similar en la que era el soldado romano llamado Tatianos quien en realidad fue crucificado y asesinado. De cualquier manera, los opresores fueron castigados y no el mensajero inocente de Allah.

En otra interpretación, fue uno de los discípulos que se ofreció s ser crucificado en lugar de Jesus. Una transmisión de Wahb ibn Munabbih expresa esta opinión:

Jesús fue con setenta discípulos a una casa y fueron rodeados. Cuando entraron, Allah hizo que todos ellos se pareciesen a Jesus. Ellos dijeron: ‘¡Nos has hechizado! Presentar a Jesús ante nosotros, o de lo contrario los mataremos a todos!’. Jesús dijo a sus compañeros, “¿Quién de vosotros comprará hoy el Paraíso con esta vida?”. Un hombre entre ellos dijo: “Lo haré”. Salió a ellos y dijo: “Yo soy Jesús”. y Allah había que hecho que se pareciese a Jesús. Se lo llevaron, lo mataron, y lo crucificaron.

En esta lectura, fue uno de los discípulos quien heroicamente dio un paso adelante para salvar a Su amado profeta de una espantosa muerte y humillación. Esto refleja la la voluntad de Ali ibn Abi Talib de ponerse en peligro para protege al profeta Muhammad ﷺ durmiendo en su cama la noche en el Quraysh intentaron asesinarle. Los verdaderos discípulos de losvprofetas aman a su profeta tanto que fácilmente se sacrificarían por ellos.

Algunos autores modernos, como Rashid Rida, tratan de fundamentar la afirmación de que Judas fue crucificado citando el evangelio apócrifo y el supuestamente suprimido de Bernabé, que sugiere que el traidor fue crucificado. El Evangelio de Bernabé, sin embargo, es ampliamente considerado como una falsificación descarada escrita en la Edad media.

Otros escritores han intentado refutar la teología cristiana proponiendo una teoría del desmayo, que dice que Jesús fue puesto, pero en realidad no murió, en la cruz, y por lo tanto la Resurrección no sucedió; si no hay Resurrección, no puede haber cristianismo. Aunque estas fuentes y argumentos son atípicos y sin precedentes, han disfrutado de cierta popularidad debido a su polémica utilidad contra los misioneros cristianos.

Alternativamente, Al-Maturidi (d. 333 H) propone que nadie fue sustituido por Jesús y el anuncio de su asesinato y crucifixión fue simplemente una mentira difundida por sus enemigos:

Es posible que lo que se le hizo creer fue el informe de que fue asesinado, en lugar de hacer que otro tomase su imagen y fuese asesinado. Esto se menciona en algunas de las historias, que cuando buscaron en esa casa no lo encontraron y ninguno de ellos estuvo ausente. Dijeron: ‘Lo matamos’ porque dijeron que entró en la casa y ellos entraron tras él y no lo encontraron. Esto fue así para mostrarles los grandes signos de su profecía. No podían aceptarlo y dijeron eso, por lo que falsamente dijeron “Lo matamos”. Esto es lo que se les hizo creer. Y Allah sabe mejor.

Desde este punto de vista, Jesús fue elevado y salvado antes de que sus enemigos tuvieran la oportunidad de matarlo Ellos entendieron que su ascensión era un milagro probando que era realmente un profeta pero no querían que la gente supiera lo que habían visto. Así, simplemente inventaron la historia de que habían matado y crucificado a Jesús.

En otro punto de vista, Abu Hayyan prefiere la opinión de que un ángel milagrosamente intervinieron para salvar a Jesús y crucificaron un espejismo en su lugar, pensando que era él:

Se dice que su apariencia no fue dada a nadie. De hecho, el significado de ‘Pero les fue hecho creer’, es que el ángel de la ilusión los ocultó para que permanecieran en lugar de uno de ello que faltaba. Se apresuraron a crucificar ese y el la gente desechó su sospecha de ello. Dijeron: “Este es Jesús”. Es digno de esta opinión ser creída con respecto a su dicho, “Pero se les hizo crrer”. En cuanto a la opinión de que su apariecia fue dad a una persona, no se informa de manera auténtica del Mensajero de Allah ﷺ de forma que pueda ser citada. Las diferencias en cuanto a quién fue dada su imagen son grandes.

Al-Zuhayli, por otro lado, aboga por la adhesión a la redacción simple de la verso (no fue matado ni crucificado) con solo un mínimo de detalles extraños de las tradiciones de los Isra’iliyyat. “No hay competencia para confirmar otras narraciones cuyas autenticidad no ha sido establecida. Más bien, lo que contienen son muchas incompatibilidades y las contradicciones demuestran que hay dudas en ellas”.

En cualquier caso, la interpretación más común ha llegado a ser que efectivamente fue un discípulo de Jesús quien fue crucificado en su lugar, como lo expresa Al-Suyuti, “La persona asesinada y crucificada fue uno de los compañeros de Jesús quien Allah hizo que se pareciese este y pensaron que era él”. Para muchos musulmanes, cualquier versión de la teoría de la sustitución es una explicación satisfactoria del verso. Pero como hemos visto, algunos eruditos musulmanes han argumentado que es problemática, que la la teoría de la sustitución se originó en escritos cristianos heterodoxos no se pueden probar.

La historia ha sido utilizada durante mucho tiempo por los cristianos para atacar el islam por negar la crucifixión histórica y las narraciones del Evangelio ortodoxo asi como sus doctrinas de salvación que se derivan de estas. De hecho, uno de los primeros y más importante defensores de la teoría de la sustitución fueron Juan de Damasco, quien utilizó la historia para acusar al islam de abogar por una variación de la doctrina cristiana “herética” de Docetismo.

Desde una perspectiva puramente gramatical, el verso no requiere una sustitución. El pronombre implícito en el verbo shubbiha (“fue hecho para parecer”) podría indicar “él” o “ello”. Los defensores de la teoría de la sustitución han sostenido que se refiere a “él”, la persona que supuestamente fue crucificada en lugar de Jesús, pero según Al-Zamakhshari (m. 538 H):

Si preguntas a qué se le atribuye el verbo “parecer” entonces si se le atribuye al Mesías, el Mesías sería una semejanza pero él era no es una semejanza. Si se le atribuye al asesinado, entonces el asesinado no es mencionado. Yo digo: se atribuye al caso genitivo y es como si dijera “se hizo que lo creyeran”.

Aunque Al-Zamakhshari señala que el pronombre podría refiri a “él”, sería inusual ya que esa persona no se menciona en ninguna parte del texto del Corán. Sería extraño que el texto se refiera a una persona no identificada solo con un pronombre, lo que significa que es más probable que el verbo signifique “se hizo (el asunto) que lo creyeran”. Al-Baydawi, que acepta la teoría de la sustitución, está de acuerdo con Al-Zamakhshari que el pronombre puede referirse al asunto en general y no a la persona especifica.

Dicho esto, la teoría de la sustitución no es una interpretación obligatoria del verso en cuestión, ya que no hay nada auténticamente transmitido del Profeta ﷺ para corroborarlo. Hay otras formas plausibles, aunque no necesariamente populares, para interpretar el versículo de una manera que retenga elementos clave de las narraciones del Evangelio.


Expondremos estas versiones en la siguiente parte de este artículo. En el link podeís encontrar la versión en ingles con todas las referencias.

Funte: https://abuaminaelias.com/wp-content/uploads/2019/01/Jesus-a-Foundation-for-Dialogue.pdf

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