La finalidad de la oración en Islam

La oración es uno de los aspectos más importantes de la vida de un musulmán

La oración es uno de los aspectos más importantes de la vida de un musulmán

Por: Abu Amina Elias

Después de la declaración de fe en Allah y su Mensajero, la oración (salat) es la práctica más importante en el Islam. El profeta describió el rezo como una luz, el pilar del Islam y una de las mejores acciones.

Abdullah ibn Mas’ud narró: pregunté “Oh Mensajero de Allah, ¿cuál es la mejor acción?” El Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Rezar a su hora (establecida) (Sahih Bukhari 2630)

Esto se refiere a la oración sincera que cumple con su objetivo, tanto interno como externo; y que no son tan solo una serie de movimientos sin presencia del corazón. Para que la oración sea correcta, debemos permitir que esta purifique nuestros corazones, nos aleje de las malas acciones y que mejore nuestras vidas con el recuerdo de Allah.

La purificación del corazón es el objetivo principal de la oración. La oración solo será aceptada por Allah si se hace con sinceridad, veneración, consciencia y arrepentimiento. Las oraciones deben limpiar nuestro corazón de las enfermedades del alma como la envidia, la maldad o la arrogancia. Allah dice:

Habrá triunfado quien se purifique recuerde el nombre de su Señor y rece. (Surat Al-A’la 87:14-15)

La parábola de la oración es la de la corriente de agua de un río que limpia nuestro corazón cinco veces al día. Jabir ibn Abdullah narró que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

El ejemplo de las cinco oraciones es como el de un río torrentoso que pasará por la puerta de cada uno de vosotros, y en el que se lavará cinco veces al día. (Sahih Muslim 668)

Cuando nos preparamos para la oración debemos tener esta imagen en nuestra cabeza para que seamos conscientes y nos concentremos en conseguir un corazón puro. Junto a esta purificación interna está la purificación de las malas acciones, ya que la oración está entre las mejores acciones que borran nuestros errores.

Abdullah ibn Mas’ud narró que un hombre besó a una mujer que no era su esposa y fue al Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él y se lo contó. El siguiente versículo fue revelado:

Y establece el salat en los dos extremos del día y en las primeras horas de la noche, es cierto que las bondades anulan las maldades. (Ar Rad, 11:114) (Sahih Bukhari 4410)

Esta expiación es otra manera de ver la oración como un río, ya que nos purifica de las malas acciones que cometemos.

Abu Huraira narró: El Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Si hubiese un rio en la puerta de cualquiera de vosotros y esa persona se bañase cinco veces al día, ¿verías algo de suciedad en él?

Contestaron: “No quedaría ni un ápice de suciedad”. El Mensajero dijo:

Este es el ejemplo en el que se muestra cómo a través de la oración Allah elimina las malas acciones. (Sahih Bukahri 505)

La ablución con agua (wudu), que precede a la oración, representa este proceso de arrepentimiento y purificación. Cuando realizamos la ablución, debemos imaginarnos que con cada gota de agua y con la sinceridad y pureza de nuestra acción, estamos limpiando el alma de las malas acciones.

Abu Huraira narró que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Cuando el creyente hace sus abluciones y se lava la cara, todos pecados que cometió con sus ojos se van con agua, y cuando se lava las manos, todos pecados que cometió con sus manos se van con agua. Y cuando lava sus pies, todos los pecados hacia los cuales se dirigió se van con agua. (Fuente: Sahih Muslim 244)

Por esta razón, cuando el Profeta terminaba su ablución, decía:

Oh Allah haz que esté entra aquellos que se arrepienten y aquellos que se purifican. (Sunan At-Tirmidhi 55)

En general, la oración elimina los errores menores para los que no se requiere un arrepentimiento específico. No debemos pensar en cometer errores mayores y que los borraremos solo con la oración.

Uthman narró que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

No hay ningún musulmán, que, cuando llegue el momento de la oración, no realice el wudu (ablución) debidamente, esté concentrado en su oración y se incline correctamente, sin que su oración sea una expiación por las malas acciones cometidas previamente, siempre que no haya cometido una grave. Ésta es la condición hasta el fin de los tiempos. (Sahih Muslim 228)

Los errores mayores que implican los derechos de los demás, como el robo, requieren actos específicos de arrepentimiento, como la devolución de lo que se ha robado o corrigiendo el mal que se haya causado. No obstante, en ciertos casos una oración sincera como acto de arrepentimiento puede eliminar nuestras malas acciones que llevarían si no a un castigo en este mundo.

Anas ibn Malik narró que un hombre fue al Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, y dijo: “Oh mensajero de Allah, he cometido un acto que merece un castigo legal, así que aplícamelo”. Después el hombre fue a la oración y rezó junto al Mensajero de Allah. Cuando acabaron la oración, el hombre repitió su pregunta. El Profeta dijo:

¿Estabas con nosotros a la hora de la oración?

El hombre dijo que sí. El profeta contestó:

Has sido perdonado. (Sahih Bukhari 6437)

En este ejemplo, el hombre confiesa su acto al Profeta sin nombrar el delito en cuestión. Al profeta no le gustaba imponer castigos legales si la situación se podía corregir sin estos. Como la confesión del hombre no tenía detalles pero indicaba un arrepentimiento sincero, el Profeta le dijo que la oración había expiado su error.

Habiendo hecho la oración con este conocimiento y finalidad espiritual, el resultado natural es que la oración evite que cometamos otras malas acciones y que a través de ella consigamos un buen carácter.

Allah dice:

Es cierto que el salat impide la indecencia y lo reprobable. Pero el recuerdo de Allah es mayor. (Surah Al-Ankabut 29:45)

Entonces, ¿cómo puede una persona realizar la oración, para purificar su corazón y arrepentirse de los errores, y luego cometer otra vez estos errores y otras malas acciones? La indulgencia al cometer errores tras la oración demuestra que la oración hecha no ha sido eficiente.

Abu Huraira narró que un hombre fue al Profeta y dijo: “es cierto que un hombres reza durante la noche pero por la mañana roba”. El Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él dijo:

Ciertamente, debería prevenirle de hacer eso. (Musnad Ahmad 9486)

Sin duda, la prevención de cometer malas acciones es una de las finalidades de la oración, pero como dice el versículo, “el recuerdo de Allah es mayor”.

La oración  es fundamentalmente un acto de recuerdo de Allah, de recordar su grandeza, el camino de los profetas y el Más Allá. Este recuerdo es el núcleo de la oración y de cada acto de adoración y buena acción. Es lo que enriquece nuestras vidas y conlleva a la vida eterna en el Paraíso. Por lo que, la parábola de aquellos que recuerdan u olvidan a Allah es como la diferencia entre lo vivo y lo muerto.

Abu Musa narró que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

El ejemplo de la casa en la que se recuerda a Allah y la casa en la que no, es como lo vivo y lo muerto. (Sahih Bukhari 6044, Grade)

Por ello, debemos hacer todo lo posible porque nuestras oraciones estén llenas de sentido, de manera interior y de manera exterior, según las normas de la practica correcta y las normas del corazón.


Fuente: abuaminaelia.com Traducido por Nuevos Musulmanes

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