La importancia de los pilares del Islam en el nexo social

Por: Tariq Ramadán

¿Cómo afectan y se relacionan los pilares del Islam con las sociedad? ¿Qué mensaje aporta para el beneficio y el bienestar de la sociedad? ¿Cómo impactan estos pilares nuestras relaciones con los demás?

Los Pilares del Islam y el nexo social

La oración comunitaria es veintisiete veces mejor que la oración de un hombre solo en su casa. (Al-Bukhari y Muslim)

La oración es el pilar más importante del Islam. Es su esencia misma y explica el vínculo con Dios, pero también la igualdad fundamental que existe entre los creyentes, hermano junto a hermano, hermana junto a hermana, todos pidiendo una guía divina basada en la creencia y la hermandad, tal como se nos ha enseñado.

Este sentido de comunidad se confirma y refuerza con todas las demás prácticas religiosas, en particular el Zakat, que es, esencialmente, un impuesto recaudado para los pobres y necesitados. Cuanto más fuerte sea nuestra relación con Dios, más fuerte será nuestro deseo de servir a los demás.

Una comprensión correcta del Zakat nos muestra el corazón del mensaje social del Islam: adorar a Dios es ayudar a nuestro hermano o hermana. Estos son los fundamentos del Islam como Abu Bakr los entendió cuando advirtió, después de la muerte del Profeta, que lucharía contra cualquiera que quisiera hacer una distinción entre la oración y el pago del Zakat (lo que efectivamente ocurrió más tarde con las tribus del sur) .

El mismo mensaje se encuentra en el requisito de ayunar durante el mes de Ramadán. Siendo un acto de adoración en sí mismo, el ayuno también lleva a los musulmanes a percibir y sentir internamente la necesidad de comer y beber y, por extensión, de garantizar que cada ser humano tenga los medios para subsistir.

Por lo tanto, el mes de Ramadán debería ser un tiempo durante el cual los creyentes fortalezcan su creencia y su espiritualidad mientras desarrollan su sentido de justicia social.

La Peregrinación tiene claramente este mismo significado doble: la reunión en La Meca es el gran testimonio de esta comunidad de creyentes que existe entre los musulmanes. Hombres y mujeres juntos, en el centro, rezando a un solo Dios, miembros de una comunidad que comparten la misma esperanza: de complacer al Creador y de ser perdonados y recompensados ​​en la próxima vida.

En la vida diaria

Para los musulmanes, la práctica diaria de su religión alumbra naturalmente un sentido profundo de ser miembros de una comunidad. Esta es una dimensión inherente a la creencia y la forma de vida islámicos, que a su vez son fortalecidos, guiados y moldeados por este sentimiento comunitario: “Los creyentes son, en realidad, hermanos” (Al-Hujurat 49:10) nos dice el Corán.

Dondequiera que vivan los musulmanes, estaremos presentes en el nacimiento de una comunidad creada y confirmada por la oración y las prácticas religiosas prescritas y que luego se desarrolla progresivamente a medida que los musulmanes comienzan a usar su imaginación y a poner en marcha actividades sociales centradas alrededor de la mezquita (o al crear una asociación islámica).

Este proceso es evidente en todas partes del mundo, tanto en los países musulmanes como en Occidente. Pronunciar la Shahadah, que es, como hemos dicho, la esencia de la identidad musulmana, es compartir este espíritu comunitario con su implicación inmediata que es la promoción de actividades sociales.

En términos filosóficos, uno podría decir que este sentimiento tiene un papel en la identidad musulmana en el corazón de la práctica y que constituye una de las características distintivas de tal identidad. Como dijo el Profeta:

Manteneos juntos, porque el lobo solo ataca a las ovejas que están solas. (Ahmad y Abu Dawud)

En la práctica

Una relectura de este análisis sobre el aspecto comunitario de los cuatro pilares prácticos del Islam muestra un desarrollo en el sentido de pertenencia y cómo estos pilares reflejan nuestra vida social en el Islam.

La oración establece conexiones con nuestro vecino musulmán en un lugar específico, mientras que el Zakat amplía el círculo de nuestras relaciones sociales, ya que toda la suma debe gastarse en las personas necesitadas en el área donde se recoge. Incluso se puede distribuir en el extranjero si todas las necesidades locales están satisfechas o si hay una necesidad excepcional y vital.

El ayuno desarrolla un sentimiento aún más amplio, porque al ayunar y pensar en ello, estamos en comunión espiritual con los pobres del mundo entero. Y esta comunión encuentra una realización final, tangible y física en la peregrinación a La Meca, el lugar sagrado de reunión para millones de musulmanes, símbolo de la Ummah.

Este es de hecho el tercer círculo que delinea la identidad de un musulmán: la Ummah, una comunidad de creencia, sentimiento, hermandad y destino.

Todos los musulmanes que dicen la Shahadah deben saber y comprender que sus acciones individuales son parte, una parte esencial, de la Shahada atestiguada por toda la comunidad de creyentes: a todos los musulmanes se les da individualmente la responsabilidad común de dar testimonio del mensaje ante la totalidad de la humanidad.

Este es el significado exacto del verso ya citado que vincula la noción de Ummah (el cuerpo, en singular) con el deber de los creyentes (los miembros, en plural):

De este modo hemos hecho de vosotros una comunidad justa y equilibrada,  para que diérais testimonio de los hombres. (Al-Baqarah 2: 143)


Fuente: Extracto del libro “Western Muslims and the Future of Islam” del mismo autor. Traducido y editado por Nuevos Musulmanes

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