Autor: Islam-guide.com
La vida y propiedad de todos los ciudadanos en un estado islámico son consideradas sagradas, sin importar si la persona es musulmana o no. El Islam también protege el honor; por eso, el insultar o burlarse de los demás no está permitido en el Islam. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: “Ciertamente, vuestra vida, vuestros bienes y vuestro honor son inviolables.” (Narrado en Sahih Al-Bujari, #1739, y Musnad Ahmad, #2037)
El racismo no está permitido en el Islam, pues el Corán habla de la igualdad entre los hombres en los siguientes términos:
“¡Hombres! Os hemos creado a partir de un varón y una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconocierais unos a otros. Y en verdad que el mán noble ante Allah es el que más le teme. Allah es conocedor y está perfectamente informado.” (Sura de los Aposentos Privados, 49:13)
El Islam rechaza la idea de la supremacía de ciertos individuos o naciones sobre otros debido a sus riquezas, poder, color o etnia. Dios creó a los seres humanos iguales entre sí, sólo los distingue ante Dios su grado de piedad y fe. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: “¡Oh gente! Vuestro Dios es uno y vuestro ancestro es uno. Un árabe no es mejor que un no árabe, y un no árabe no es mejor que un árabe, una persona blanca no es mejor que una persona negra y una persona negra no es mejor que una blanca (Los colores mencionados en este dicho profético son ejemplos. El significado del hadiz es que en el Islam nadie es mejor que nadie debido a su color), excepto por la piedad. (Narrado en Musnad Ahmad, #22978)
Uno de los principales problemas que confronta la humanidad hoy en día es el racismo. El mundo desarrollado puede mandar a un hombre a la luna, pero no puede hacer que el hombre deje de odiar y luchar contra su semejante. Desde la época del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), el Islam ha sido un vívido ejemplo de cómo se puede acabar con el racismo. El peregrinaje anual a la Meca (Hayy) nos muestra la verdadera hermandad islámica de todas las razas y naciones, cuando cerca de dos millones de musulmanes de todas partes de mundo se reúnen en la Meca para realizar el peregrinaje.
El Islam es una religión de justicia. Dios dice:
“Allah os ordena devolver los depósitos a sus dueños y que cuando juzguéis entre los hombres lo hagáis con justicia. ¡Qué bueno es aquello a lo que Allah os exhorta!…” (Sura de las Mujeres, 4:58)
Y también dijo:
“…Es cierto que Allah ama a los equitativos (los justos).” (Sura de los Aposentos Privados, 49:9)
Debemos ser justos incluso con quienes no tenemos buenas relaciones, tal y como lo dijo Dios:
“¡Vosotros que creéis! Sed firmes cumplidores por Allah, dando testimonio con equidad. Y que el odio que podáis sentir por unos, no os lleve al extremo de no ser justos. Sed justos, eso se acerca más al temor (de Allah)…” (Sura de la Mesa Servida, 5:8)
El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo:“¡Gente! Cuídense de la injusticia, pues la injusticia será oscuridad el Día del Juicio Final.” (Narrado en Musnad Ahmad, #5798, y Sahih Al-Bujari, #2447).
Y aquellos que no han recibido lo que por derecho les corresponde (es decir, sobre lo que tienen un justo reclamo) en esta vida, lo recibirá en el Día del Juicio, como aseguró el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cuando dijo: “En el Día del Juicio Final, los derechos serán restituidos a aquellos que fueran desposeídos (de los mismos)…” (Narrado en Sahih Muslim, #2582, y Musnad Ahmad, #7163).
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