La Mezquita de Huaisheng

la mezquita era un centro de adoración, pero también el sitio preferido para llevar transacciones comerciales y profundizar su conocimiento del Din del Islam.

la mezquita era un centro de adoración, pero también el sitio preferido para llevar transacciones comerciales y profundizar su conocimiento del Din del Islam.

Por: Equipo Editorial

Cuando uno visita mezquitas del mundo, siempre espera ver una arquitectura islámica, con el minarete, diseños geométricos y caligrafía árabe. Si vamos por Andalucía, Libia, Turquía o Tanzania, es lo que encontraremos. En cambio no es siempre el caso en China, ya que veremos aspectos muy peculiares en sus mezquitas.

Allí la caligrafía árabe se mezcla con la caligrafía china, y la arquitectura islámica se ve complementada por los típicos techos que solemos asociar con los palacios de los imperios chinos, o los templos que podemos ver en las peliculas de Kung-fu.

El encuentro de dos culturas

Islam llegó a China en el primer siglo después de la Hégira, con la llegada en estas tierras de algunos de los compañeros del Profeta, sallallahu ‘aleyhi wa salam. Se narra que Sa’ad Abi Waqqas, uno de los Sahabas, fue el primer musulmán en pisar el suelo de China, alrededor del año 630. Allí, con otros compañeros, trabajaron en la edificación de la primera mezquita del país en las afueras de la actual ciudad de Guangzhou.

La Mezquita fue establecida para difundir la Palabra de Allah y la guía de Su Mensajero, y fue nombrada “La Mezquita para recordar el sabio”: Mezquita Huaisheng en chino. Pero la mezquita llegó a ser conocida también como “La Mezquita Faro”, debido a que su minarete, que lleva hoy más de 1300 años en el paisaje de la provincia, ha servido durante mucho tiempo de Faro para los barcos que navegaban sobre el río Zhujiang.

Se dice que cuando los navegadores divisaban el minarete, sabían que habían llegado a la ruta de la seda, la vía de comercio más importante que conectaba el extremo este del continente asiático a la puerta oriental de Europa. El minarete servía también, por supuesto, para dar el Adhan, así como para observar el tiempo.

Según los textos históricos, la mezquita fue construida en dos ocasiones. La primera fue en 1350, en la época de la dinastia Yuan, y la segunda vez en 1695 después de haber sido destruida por un fuego. Pero el minarete nunca ha sido destruido, y es una prueba de la antigüedad de la presencia del Islam en China.

Características de la mezquita

La mezcla de estilos arquitectónicos visibles en la Mezquita Huaisheng es típica de la época de la dinastía Tang. La fusión de elementos claramente típicos de la cultura islámica de Arabia, y otros elementos de la cultura local de la época hace de la mezquita una obra única y sorprendente. De hecho, la mezquita es un punto clave tanto para los turistas como para los locales.

La torre que marca la entrada de la mezquita lleva una inscripción en caligrafía china que pone: “La religión que tiene una gran estima por las enseñanzas que llegaron de las provincias del oeste”, la provincia en el oeste referiendose a Arabia, de donde llegó el Islam y los primeros musulmanes. En los techos y pasillos se pueden ver preciosas caligrafías de ayats del Corán.

La Mezquita está construida en ladrillos rojos y se compone de seis edificios distintos: el minarete, la sala de oración, el sitio para realizar wudu, el ático Wangyue, el pabellón de las Estelas de Piedra, y el almacén de las escrituras islámicas. Todos los edificios y los pasillos que los unen están cubiertos por techos de azulejos verdes típicos de la arquitectura china.

La Mezquita Huaisheng hoy en día

Sabemos que la Mezquita ha sido de gran utilidad para los musulmanes y los navegadores a través de los tiempos. ¿Pero cuál es su papel ahora?

Gracias a su proximidad con Hong Kong y su tremendo atractivo económico, mucha gente de todo el mundo entra en China por el puerto de Guangzhou. Dentro de ello muchos musulmanes aprovechan la presencia de la mezquita para cumplir con su obligación de hacer la oración. También se puede encontrar a muchos musulmanes de diferentes orígenes que tienen pequeños restaurantes o puestos ambulantes de comida en los alrededores de la mezquita.

Para los Jumuah, cientos de musulmanes llegan a la mezquita para escuchar el Jutba y hacer la oración, y no es raro ver a muchos rezar en la calles que rodean la mezquita porque falta sitio dentro para que entren todos. También se reúnen para hacer Dhikr y aprovechar los numerosos restaurantes halal de la zona.

La mezcla de los musulmanes locales, los habitantes de la zona que no son musulmana y los musulmanes extranjeros que pasan por negocios es una riqueza para la ciudad, y reproduce algo que existía ya desde los primeros musulmanes que pasaron por esta mezquita, cuando la mezquita era un centro de adoración, pero también el sitio preferido para llevar transacciones comerciales y profundizar su conocimiento del Din del Islam.