La misericordia es esencial en la vida del musulmán

Por: Dr. M. Nazir Khan

En el Nombre de Dios, el Más Compasivo, el Más Misericordioso -este es el versículo que abre el Corán y el cual se repite 114 veces. Es difícil ignorar la importancia de la misericordia y la compasión (Rahmah) en el Islam. La Divina Misericordia de Dios “abarca todas las cosas” (40:7), Dios declara que el Corán es una fuente de misericordia y compasión (16:89) y que el Profeta Muhammad fue enviado solamente comouna misericordia para toda la creación” (21:107). Uno de los primeros Hadiz, dicho, del Profeta Muhammad que una persona aprende cuando estudia el Islam es:

El Más Misericordioso otorga Su Misericordia a aquellos que actúan continuamente con misericordia. Sed misericordiosos con todos los que están en la tierra, y recibiréis misericordia de aquel que está por encima del cielo. (Sahih Bukhari)

Si bien suele ser traducida simplemente como “misericordia”, la palabra árabe rahmah transmite algo realmente  más profundo. Viene de la misma raíz que la palabra árabe rahm, que significa el vientre de una madre. Es el amor compasivo que vemos en el amor de una madre por su hijo. Es el simple acto del cuidado desinteresado. Es una preocupación genuina por el bienestar del otro y un profundo deseo de aliviar su sufrimiento y miseria. El Profeta Muhammad también usó el mismo ejemplo de maternidad para explicar a sus compañeros que la rahmah de Dios hacia Su creación es inimaginablemente más intensa que la de una madre que se reúne con su bebé perdido (Sahih Muslim).

Un factor importante de compasión es la empatía, a veces llamada “toma de perspectiva”, o “ponerse en los zapatos de otra persona”. El Profeta Muhammad dijo:

Un siervo no alcanza la realidad de la creencia hasta que quiere para su hermano los mismo que quiere para sí mismo. (Musnad Ahmad)

En el campo de la psicología de ha dedicado mucha atención hacia el concepto de empatía como motivador para el comportamiento altruista entre los seres humanos. El psicoanalista austríaco-estadounidense Heinz Kohut creía que la empatía era la base de toda interacción humana. Y mientras muchos creen que los humanos sólo se ayudan unos a otros por motivaciones egoístas subyacentes, el psicólogo social estadounidense, Daniel Batson, ha concluido que el verdadero altruismo puede surgir de los sentimientos de empatía, compasión, calidez y preocupación por los demás.

Como muchos psicólogos y filósofos han señalado, auneuqe están relacionados, la compasión no es idéntica a la empatía o a la toma de perspectiva. Una madre no cuida a su hijo después de imaginar lo que sería ser un niño sediento; la compasión surge instintivamente. Puede ser provocada por la imaginación empática y puede ser posteriormente justificada por la argumentación racional, pero el impulso a la compasión tiene raíces mucho más profundas en la naturaleza humana. Es una inclinación espiritual.

Como explica el Dr. Aref Ali Nayed: “Si uno es desafiado a definir la compasión, es mejor no tratar de proporcionar una definición racional. La mejor estrategia es decir: ‘¡La compasión es lo que sentías en los brazos de tu madre’. Bebemos compasión, literalmente, en la leche de nuestras madres. Crece en nuestros corazones a medida que crecemos en el amor nutritivo de nuestras madres. Esa es la fuente creadora de nuestra compasión, y la fuente de nuestra profunda comprensión previa de ella”.

Toda relación necesita misericordia

La compasión es lo que determina el éxito de cualquier relación -la capacidad de preocuparse y cuidar sinceramente de otro ser humano. Esto se ve claramente en el caso de los matrimonios. El Dr. Steven Stosny escribe: “La mayoría de los matrimonios terminan en un suspiro, no una explosión. La ruptura final no es causada por demasiada ira o abuso o infidelidad. Más bien, la mayoría de los matrimonios mueren de una muerte lenta y agonizante debido a la poca compasión“. Y cuando los matrimonios fracasan, no es sólo la pareja la que sufre, los niños expuestos a muchos conflictos parentales a menudo pueden desarrollar problemas de comportamiento, desregulación emocional y un rendimiento académico bajo.

El Sagrado Corán presenta el amor y la compasión como las características definitorias de un matrimonio:

Y parte de Sus signos es que os creó esposas sacadas de vosotros mismos para que encontrarais sosiego en ellas y puso entre vosotros amor y misericordia; realmente en eso hay signos para gente que reflexiona. (Los Romanos, 30:21).

Este versículo es particularmente interesante porque menciona que esta misericordia es un signo de Dios. En otras palabras, apreciar y experimentar el vínculo de la compasión en el matrimonio en un elemento único que permite que el ser humano alcance una comprensión más profunda del amor compasivo de Dios por toda Su creación. Hay una aspecto de la preocupación sincera hacia nuestro cónyuge que familiariza a una persona con lo Divino.

La compasión también es crucial para los niños. Los niños anhelan un contacto reconfortante con quienes los rodean. En una serie clásica de experimentos, el psicólogo Harry Harlow demostró la necesidad de los monos lactantes del el contacto materno, y encontró que aquellos que estaban privados de contacto materno quedaban permanentemente dañados y eran crueles con los otros. Harlow escribió: “Otros monos sin madre eran indiferentes a sus bebés o los brutalizaban, mordían los dedos de sus manos o pies, los golpeaban y casi los mataban hasta que otros cuidadores intervenían”.

Los resultados perjudiciales de la falta de cuidado compasivo han sido tanbien demostrados en los seres humanos. El Dr. Dacher Keltner escribe: “Los niños firmemente unidos a sus padres, en comparación con los niños inseguros, tienden a ser comprensivos con sus compañeros desde los tres años y medio, según la investigación de Everett Waters, Judith Wippman y Alan Sroufe. Por el contrario, los investigadores Mary Main y Carol George encontraron que los padres abusivos que recurren a la violencia física tienen niños menos empáticos“.

El tratamiento misericordioso hacia los niños fue enfatizado en repetidas ocasiones por el Profeta Muhammad, la paz sea con él. Una vez que un hombre vio al Profeta besar a su nieto con afecto, y comentó: “Tengo diez hijos, pero nunca han besado a ninguno de ellos”. El Profeta Muhammad respondió:

A quien no muestra misericordia, no se le mostrará misericordia. (Sahih al -Bukhari).

Uno de los jóvenes, Mu’awiyah ibn al-Hakam al-Sulami, dijo: “Juro que nunca he visto a nadie que fuera mejor maestro que el Profeta. Nunca me reprendió, me castigó o me avergonzó“.

El Profeta Muhammad dijo:

El que no muestra misericordia a los jóvenes y el respeto a los ancianos, no es uno de nosotros. (Sunan al-Tirmidhi).

El mundo necesita misericordia

A pesar de los impresionantes avances materiales y tecnológicos de la humanidad, el salvajismo y la brutalidad del hombre ha permanecido inalterables. De hecho, el mundo de hoy necesita desesperadamente más compasión que nunca. Pero, ¿dónde encontrar la compasión en el paradigma materialista? El universo carece fundamentalmente de sentido, sus reglas no tienen significado. Cuando los seres humanos se ven a sí mismos como un subproducto involuntario de estas fuerzas mecánicas, ¿por qué se debe aguantar alguna molestia en aras de beneficiar a otra persona?

Como escribe la historiadora de ciencia de Harvard, Anne Harrington: “Me inclino a decir que el mundo que se presenta a través de la lente de enfoque de la ciencia es, en su nivel más profundo explicativo, uno en el que la compasión es irrelevante. Nos entendemos como productos emergentes de un proceso fisicoquímico indiferente; y -aunque siempre hemos admitido nuestra capacidad de experimentar y practicar la compasión- hay poco en las historias que contamos acerca de nuestros orígenes y surgimiento que puede hacer que nos inclinemos a ver la compasión como fundamental para nuestra naturaleza“.

La crueldad y la violencia del hombre han explotado también los paradigmas religiosos. A lo largo de la historia y en los tiempos modernos han surgido grupos que han enmarcado sus objetivos políticos y militares en el lenguaje de la religión para darle importancia cósmica a sus luchas terrenales. Al cambiar las Escrituras para adaptarlas a sus intereses personales inventan ideologías desprovistas de espiritualidad, enfatizando sólo la hostilidad hacia aquellos que difieren con ellos, y, fundamentalmente, una falta de compasión o preocupación por el bienestar de los demás. El Profeta Muhammad advirtió de este fenómeno cuando describió la aparición futura de personas: “que recitarán el Corán, pero no pasará de sus gargantas”, habiendo fallado en internalizar el mensaje central de misericordia y compasión.

Debe ser claro y obvio que cualquier cosa hecha en el nombre del Islam que esté desprovista de misericordia o sea implacable, nunca puede ser considerada parte del Din al-Rahmah -la religión de la misericordia. Tampoco puede considerarse alguna vez de las enseñanzas del Profeta de Misericordia, enviadas por Dios “como una misericordia para toda la creación” (Corán 21: 107). Así como tampoco puede ser considerado de los mandamientos de al-Rahman -Dios el Misericordioso (Qur’an 1:1).

Será crucial para las generaciones venideras reavivar el mensaje de la misericordia y la compasión y apreciar su centralidad en la cosmovisión de los seres humanos. Cuando un beduino confesó que nunca había besado a sus hijos, el Profeta Muhammad le respondió:

¿Qué puedo hacer por alguien, si Dios ha quitado la misericordia de su corazón? (Sahih Bukhari)

El famoso erudito Imam al-Munawi (d.1031H) comentó este Hadiz diciendo: “Cuando una persona no tiene misericordia y compasión, el corazón se endurece y se vuelve severo, no suavizándose ni para sí ni para nadie más“.

El Profeta enfatizó que la verdadera creencia se manifieste en la compasión hacia los demás diciendo:

Quien duerma lleno mientras su vecino tiene hambre no es creyente. (Mu’jam al-Tabarani).

Al-Munawi explica: “La creencia completa ha sido negada a tal persona, porque tal comportamiento indica un corazón endurecido, egoísmo excesivo, pérdida de dignidad y una naturaleza vil y maligna” .

Cambiar la mentalidad de la siguiente generación es crucial para la futuro de la humanidad. El psicólogo Ervin Staub, ha argumentado que, en última instancia, es necesario educar a los niños a que sean compasivos y cuidadosos “para prevenir el genocidio, así como para crear un mundo afectuoso en el cual el bienestar humano sea mejorado”.

Toda civilización que pierde la rahmah eventualmente se desmorona, toda sociedad privada de rahmah degenera, toda familia que olvida la rahmah fracasa y toda persona que descuida la rahmah, en última instancia, sufre una vida de miseria y descontento. El Profeta Muhammad declaró:

La misericordia no se quita sino de los más miserables. (Sunan Abi Dawud)

Cualquier ranacimiento espiritual serio debe comenzar con la reiteración del mensaje de la misericordia que abre la revelación Divina y esta omnipresente en toda la creencia. Cualquier ambición moral o humanitaria debe centrarse en cultivar la compasión en los corazones de las personas. Cualquier esfuerzo intelectual debe, necesariamente, volver a la cuestión de mejorar la condición de los que nos rodean. Por supuesto, no importa cuán oscura y sombría pueda parecer la situación, la misericordia siempre conquistará la crueldad. Después de todo, uno solo está perdido cuando desespera de la misericordia de Dios (Corán 15:56).


Fuente: http://spiritualperception.org Traducido y editado por Nuevos Musulmanes

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