Por: Redacción
Entre las últimas diez noches de Ramadán se encuentra una noche la cual, pasarla en adoración es mejor que mil meses. Esta es una oportunidad única que Allah no brinda para acercarnos a Él, pedir perdón por nuestras faltas y imitar al Profeta, que Allah esté complacido con él.
El Ramadán es un mes de renovación, que marca un ciclo en el año del musulmán. Es también, y en especial la Noche del Decreto, un momento único para olvidar los problemas pasados y protegernos contra los futuros.
No importa que nos hayamos esforzado o no durante el resto del Ramadán, si en los últimos diez días hacemos un esfuerzo, todavía podemos conseguir las recompensas de este mes. Dice Allah en el Corán respecto a este noche especial, llamada la Noche del Decreto:
Es cierto que lo hicimos descender en la noche del Decreto. ¿Y cómo hacerte saber qué es la noche del Decreto? La noche del Decreto es mejor que mil meses. En ella descienden los ángeles y el espíritu* con las órdenes de tu Señor para cada asunto. *[Yibril.] Paz, ella dura hasta el despuntar del alba. (El Decreto, 97:1-5)
Y hablando de ella, en el el Surah del Humo dice:
Lo hicimos descender en una noche bendita; en verdad somos advertidores. En ella se distribuye todo asunto sabio. Mandato que procede de Nos. Nosotros somos Quienes lo hemos enviado. (El Humo, 44:3-5)
Esta noche especial, que es mejor que mil meses de adoración. En ella fue revelado el Corán y ocurre durante una de las noche impares de entre las diez últimas noches de Ramadán. En esta noche bajan todos los asuntos del decreto para cada uno de nosotros para el año siguiente. El Profeta, que la paz sea con él, solía ayunar los lunes y los jueves, cuando se le preguntó porqué, dijo que el lunes era el día de su nacimiento y el jueves el día que se presentan las obras ante su Señor, y que le gustaba que esto ocurriese mientras ayunaba.
Con más razón aún entonces, en una noche en la que desciende nuestro Decreto para el año que siguiente, como dice el Corán: “En ella descienden los ángeles y el espíritu* con las órdenes de tu Señor para cada asunto“, hemos de procurar estar en adoración durante ella.
Como veremos más adelante es también un noche de perdón. Por estas dos razones, el Ramadán y en especial la Noche del Decreto, presentan una oportunidad única para empezar con una cuenta nueva.
Durante este tiempo, el Profeta se retiraba en reclusión (al-itikāf) dentro de la mezquita para concentrarse en la oración, la recitación del Corán y la adoración.
Aisha transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, buscaba la reclusión en la mezquita durante las últimas diez noches del Ramadán y decía:
Buscad la Noche del Decreto durante las últimas diez noches de Ramadán.
En otra transmisión el Profeta dijo:
Buscad la Noche del Decreto durante las noches impares de últimas diez noches de Ramadán. (Bujari, 1916)
Imam Ash-Safi’i, que Allah esté complacido con él, dijo:
Quien desee seguir el ejemplo del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, debe buscar reclusión en la mezquita durante las últimas diez noches del Ramadán. Que entre en la mezquita antes de la puesta del sol en la noche veintiuno. (Al-Majmū ‘Sharḥ al-Muhadhdhab 6/501)
El hecho de que no conozcamos la fecha exacta de la Noche del Decreto es en realidad una bendición. Se nos ha transmitido que se encuentra entre las diez últimas noches de Ramadán y en especial entre la noches impares, pero al no saber exactamente en qué fecha cae nos esforzamos en todas la noches, de esta manera la recompensa se incrementa.
Abu Qilabah dijo: La Noche del Decreto se mueve cada año durante las últimas diez noches del Ramadán. (Sunan al-Tirmidhī 792)
Ibn Kathir comentó esta declaración, diciendo:
Esta visión que At-Tirmidhi narra de Abu Qilabah también ha sido transmitida por Malik, Ath-Thawri, Ahmad ibn Hanbal, Ishaq ibn Rahuyah, Abu Thawr, Al-Muzani, Abu Bakr ibn Khuzaymah y otros. Se ha relatado de Ash-Shafi’ee y Al-Qadi lo transmitió de él. Este es el caso más probable. Y Allah sabe mejor. (Tafsīr Ibn Kathīr 97:1)
Por esta razón, el Profeta se esforzaba en la adoración durante todas las diez últimas noches e igualmente alentaba a su familia a pasar sus noches en oración, recitando el Corán y recordando a Allah.
Aisha, que Allah esté complacido con ella, transmitió:
Cuando las últimos diez días de Ramadán llegaban, el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, se apretaba el cinturón, pasaba las noches en adoración y despertaba a su familia. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 1920)
En otra narración, Aisha dijo:
El Profeta se esforzaba en la adoración durante las últimas diez noches más que en cualquier otro momento. (Ṣaḥīḥ Muslim 1175)
Incluso si hemos faltado algunas noches, no encontramos débiles o tenemos dificultad para completar diez días, debemos hacer todo lo posible para esforzarnos en las últimas siete noches.
Ibn Umar transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Buscad la Noche del Decreto en las últimas diez noches del Ramadán, pero si uno de vosotros es débil o frustrado, entonces no abandone las siete noches restantes. (Ṣaḥīḥ Muslim 1165)
El Ramadán y el Laylat al Qadr son una oportunidad única para pedir perdón por nuestras faltas del año anterior.
Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Quien ayune el mes de Ramadán por su creencia y busque la recompensa, entonces Allah perdonará todas sus faltas anteriores. Quien se mantenga en oración durante la Noche del Decreto debido a su creencia y buscando recompensa, entonces Allah perdonará todas sus faltas anteriores. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 1802)
Como hemos visto, la Noche del Decreto bajan todos los asuntos del Decreto para el año siguiente y Allah perdona todas la faltas del año anterior. Por esta razón hemos de esforzarnos en la adoración en esta ocasión única: es la mejor solución para nuestros problemas pasados y la mejor prevención contra los futuros.