Por: Ahmed Rehab
La oración es la herramienta que borra nuestras faltas, es como un sumidero por el que se va el agua sucia. Dado que es algo inevitable que sigamos cometiendo faltas, el sumidero debe seguir funcionando. El agua subterránea es una consecuencia de la lluvia, y las faltas son una consecuencia de la vida. Los sumideros regulados protegen de problemas mayores, al igual que hace la oración regular.
Allah dice que cuando realizas tu oración, esta borra todos las faltas acumuladas desde tu última oración. Algo así como cómo un sumidero hace que se vaya el agua sucia, tus faltas tambíen se van.
Nuestra primera precaución contra la falta es, sin duda, hacer todo lo posible para protegernos de ella. La primera línea de defensa de mi casa para que la lluvia no dañe su valioso contenido es el techo y las paredes que proporcionan refugio. No podría tener una casa sin techo y sin paredes y luego esperar que los desagües mantengan mi casa limpia y seca. Esto es algo de lógica básica. Necesito ambas estrategias. Pero como incluso los mejores techos y las paredes más sólidas no cambiarán las leyes de la física, necesito los sumideros si deseo evitar que el agua subterránea se acumule e inunde mis cimientos.
La oración regular, la cual contiene istighfar (o arrepentimiento), bombea esa filtración dañina e inevitable que, si se deja a su suerte, se filtrará lenta pero seguramente hacia una inundación que, con el tiempo, te dejará luchando por respirar bajo el agua.
La vida, como la lluvia, es buena. No podemos ni debemos volvernos en contra de esto. ¿De qué otra forma crecerá la hierba? Pero como la lluvia, la vida viene con responsabilidades. Puede sostenerte y purificarte o puede dejarte respirando toxinas del moho, o incluso ahogarte. La diferencia es si la controlas, o si no haces nada y te dejás ser controlado por ella.
Las faltas son los impuestos de la vida de forma muy similar a como las aguas subterráneas son el resultado de la lluvia. Puede amenazar tu base espiritual si no se controla, al igual que las aguas subterráneas pueden amenazar los cimientos de tu hogar. Tu nafs (alma) es el punto más bajo, el sótano. Necesita estar protegido con la oración, como los sótanos con sumideros.
Las bombas de los sumideros deben funcionar a intervalos regulares para garantizar un sótano seco. Una vez a la semana no bastará. ¿Por qué rezas por la noche, pueden preguntar? Bueno, ¿por qué las bombas de sumidero funcionan por la noche? ¿Por qué rezas al amanecer? Bueno, ¿por qué las bombas de sumidero funcionan al amanecer? ¿Es mi nafs menos valioso, menos digno de protección, que mi sótano?
A veces, cuando llueve, diluvia. En esos momentos de mayor riesgo, las bombas de sumidero se disparan para trabajar más duro y mantenerse al día con la necesidad. Y así, mientras tenemos las oraciones regulares 5 veces al día, también tenemos el nawafel, o las oraciones voluntarias, como una herramienta para usar cuando sea necesario.
Pero recuerda, puede que tengas sumideros con bomba, y aún así inundarte, como me pasó a mi. Hasta que te das cuenta de que las bombas de sumidero de plástico y de baja potencia ofrecen una falsa sensación de protección. Al igual que pasa con la oración distraída y sin presencia que bien podrían ser ejercicios aeróbicos. Asegúrate de que tus bombas de sumidero sean de hierro fundido y tengan suficiente fuerza: es decir, mantén tus oraciones sinceras, enfocadas, meditativas y contemplativas.
Recita lo que se te ha inspirado del Libro y establece el salat, es cierto que el salat impide la indecencia y lo reprobable. Pero el recuerdo de Allah es mayor*, y Allah sabe lo que hacéis. (Al-‘Ankabut 29:45)
Fuente: https://muslimmatters.org/ Traducido y editado por Nuevos Musulmanes