Por: Redacción
La purificación, tanto interna como externa, es una parte esencial del Islam. Ha sido una enseñanza del Din (la forma de vida, la religión del Islam) desde las primeras etapas de la revelación en Meca. Este aspecto de purificación interna o purificación del corazón el el alma se conoce como “tazkiyyat an-nafs”.
Dice Allah en el Corán:
¡Por un alma y Quien la modeló! Y le infundió su rebeldía y su obediencia*. *[Lit. su taqwa, su temor de Allah.] Que habrá triunfado el que la purifique y habrá perdido quien la lleve al extravío. (Sura del Sol, 91:7-10)
Y dice Allah:
El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón limpio*. *[En árabe “salím”, que significa sin corrupción ni enfermedad a salvo.] (Los Poetas, 26:88-89)
Aprendemos de estos versículos que nuestro éxito en la Próxima Vida depende de la purificación del corazón en esta vida. Debemos purificar nuestros corazones de las faltas espirituales como la codicia, la malicia, la envidia, la arrogancia y la mundanalidad. En su lugar, debemos adornar el corazón con virtudes espirituales como la generosidad, la compasión, la benevolencia, la humildad y el ascetismo.
La purificación del corazón fue uno de los primeros mandamientos con que Moisés, sobre él la paz, fue enviado a Faraón.
Dice Allah en el Corán:
¡Ve a Firaún que ha ido más allá de los límites! Y dile: Te llamo a que te purifiques (Los que Arrancan, 79:17-18)
La purificiación del corazón es también una de las características principales del profeta Ibrahim (Abraham), la paz sea con él. Dice Allah en el Corán:
Y por cierto que Ibrahim era de los suyos. Cuando se presentó ante su Señor con un corazón puro. (Los que se ponen en filas, 37:83-84)
Uno de los principales métodos para purificar nuestro corazón es el recuerdo de Dios a través de las súplicas (duas) y las oraciones, de acuerdo al modelo profético. Dice Allah en el Corán:
Habrá triunfado quien se purifique, recuerde el nombre de su Señor y rece. (El Altísimo, 87:14-15)
Cuando exaltamos a Allah y pedimos que nuestras faltas sean perdonadas, esto elimina la arrogancia de nuestros corazones y nos hace humildes. Cuando pedimos que Allah no gúi y guíe a otros, esto elimina la malicia y el odio de nuestros corazones y nos hace amar a los demás por Allah. Cuando recordamos la Próxima Vida y el Día de la Resurrección, esto nos desapega del mundo y nos predispone ayudar a otros.
Así es como el Mensajero de Allah purificaba su corazón cada mañana y tarde realizando súplicas y oraciones. Anas ibn Malik transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
¡Oh joven! Si eres capaz de eliminar de tu corazón cada mañana y tarde cualquier rencor hacia los demás, hazlo. (Tirmidhi, 2678)
Uno de los significados de las oraciones rituales obligatorias es prevenir que hagamos faltas y acciones inmorale:
Es cierto que el salat impide la indecencia y lo reprobable. Pero el recuerdo de Allah es mayor*, y Allah sabe lo que hacéis. *[Según muchos comentaristas esta frase significa: “El recuerdo de Allah por vosotros es mayor que el vuestro de Él”. Y en este sentido existe un hadiz que lo corrobora. También se dice que significa: “Vuestro recuerdo de Allah en el salat es mejor que todo”, y en este sentido el salat sería llamado “recuerdo de Allah”. Otro sentido es, que el recuerdo de Allah con continuidad es mejor para impedir lo reprobable que el salat; y otro sentido posible sería que el recuerdo de Allah es mejor que el resto de los actos de adoración incluido el salat.] (La Araña, 29:45)
Abu Huraira transmitió: “Un hombre fue al Profeta, la paz y las bendiciones sean sobre él, y dijo: “Es cierto que tal y tal hace oración por la noche, pero roba por la mañana”. El Profeta dijo:
Ciertamente (la oración) debería de prevenirle de hacer eso. (Musnad Ahmad, 9486)
Otra forma que podemos usar para purificar nuestros corazones es dar sadaqa (caridad) y hacer buenas acciones para otros.
Y será librado de él quien se guarde y dé su riqueza para purificarse, no para que nadie tenga un favor que pagarle sino buscando la faz de su Señor, el Altísimo. Y por cierto que quedará satisfecho. (La Noche, 92:17-21)
Y también dice Allah en el Corán:
Exígeles que den dádivas de sus riquezas y con ellos los limpiarás y los purificarás. Y pide por ellos. (At-Tawba, 9:103)
Cuando damos nuestra riqueza en caridad, elimina el deseo de este mundo de nuestros corazones y la envidia de lo que tienen los demás y nos concede esperanza de nuestras buenas obras en la Próxima Vida. La sadaqa (caridad) no es solo dar riqueza, sino también dar a la gente nuestro tiempo, esfuerzo, trabajo, e incluso una sonrisa o una palabra amable.
Jabir Ibn Abdullah transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Toda buena acción es sadaqa. Ciertamente, es una buena acción recibir a tu hermano con una sonrisa, y vertir lo que queda en tu recipiente en el recipiente de tu hermano. (Tirmidhi, 1970)
La sadaqa es un deber para todo musulmán, porque cada persona puede dar algo de su riqueza, tiempo y energía. O, al menos, abstenerse de dañar a otros y eso también es sadaqa. Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
La sadaqa se debe por cada articulación del cuerpo, por cada día en que el sol sale. Ser justo entre dos personas es caridad, y ayudar a un hombre con su animal y a levantar su equipaje es caridad, y una palabra amable es caridad, y cada paso que das hacia la mezquita es caridad, y la eliminación de obstáculos de la carretera es caridad. (Sahih Muslim, 1009)
Estas acciones nos ayudan a purificar nuestros corazones. Pero cuando cometemos una falta, un velo de oscuridad cubre nuestros corazones, el cual se elimina siguiendo una mala acción con una buena. Abu Huraira transmitió que el Menssajero de Allah, que la paz sea con él, dijo:
Ciertamente, cuando el creyente comete una mala acción, aparece en su corazón una mancha negra. Si se arrepiente, abandona esta acción y busca el perdón, su corazón será pulido, pero si se mantiene y continúa con esta acción, la oscuridad aumenta. Este es el encubrimiento que Allah ha mencionado en su Libro: ¡Pero no! Lo que han adquirido se ha apoderado de sus corazones. (83:14) (Sunan Ibn Majah, 4244)
Por lo tanto, un musulmán debe continuar y perseverar en los duas (súplicas), oraciones, sadaqa (caridad), buenas acciones y recuerdo de su Señor hasta que el corazón sea purificado.
La salvación de un musulmán depende de la purificación del corazón de los vicios y de adornar el corazón con virtudes. La purificación se logra mediante la realización de súplicas sinceras, oraciones y actos de sadaqa (caridad) hacia los demás. Debemos recordar que seremos juzgados en el Día de la Resurrección según la pureza de nuestros corazones y la justicia de nuestras obras. Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Verdaderamente, Allah no se fija en vuestra apariencia o riqueza, sino en vuestros corazones y acciones. (Sahih Muslim, 2564)
Fuente: http://abuaminaelias.com Traducido y adaptado por Nuevo Musulmanes