La sonrisa del Profeta

Al estudiar las cualidades y caracerísticas del Profeta, que la paz sea con él, profundizamos nuestro conocimiento de las cosas de las que habló y pensó, y de la belleza de su carácter. Al saber más sobre él, esperamos que aumente nuestro el amor por él. También esperamos obtener su amor y placer, que no puede separarse del amor y placer de Allah, el Altísimo.

La bendita sonrisa del Profeta

Hay muchos relatos de compañeros que describen su sonrisa. Sayyiduna al-Husayn le pidió a su padre, Sayyiduna Ali, que la paz sea con ambos, que le describiera cómo era el Mensajero de Allah cunando estaba con sus Compañeros. Dijo: “Siempre estaba alegre y sonriente, de carácter amable“.

Los comentaristas dicen que esto no niega el hecho de que también se lo describe como un estado de tristeza constante, por la preocupación por el bienestar de su nación. Por fuera estaba alegre, pero su estado interior era de tristeza.

Sayyiduna Ali continúa diciendo que el Profeta se reía con sus compañeros de las mismas cosas de las que se reirían estos y se interesaba por las cosas por las que les interesaban. Era así y de esta manera le hacía sentir cómodos y en paz con él.

Uno de los Compañeros dijo que nunca había visto a nadie que sonriera más que el Mensajero de Allah.

Otro narra que desde que se hizo en musulmán, el Profeta siempre le sonreía cuando se lo encontraba.

Varias narraciones nos dicen que “su risa era su sonrisa” o que “la mayoría de su risa era una sonrisa”, lo que entendmos que significa que generalmente sonreía cuando estaba divertido y que rara vez se reiría en voz alta. Lo mismo se aplica al profeta Sulayman, la paz sea con él, que sonríe ampliamente ante la diversión que le causan las palabras de la hormiga, como se relata en el siguiente verso:

Entonces sonrió risueño por sus palabras y dijo: ¡Señor! Muéveme a agradecerte la merced con la que me has favorecido a mí al igual que a mis padres, y a que actúe con una rectitud que sea de Tu beneplácito, e inclúyeme en Tu misericordia, entre Tus siervos justos. (Sura de las hormigas, 27:19)

La sonrisa del Profeta era como un trozo de la luna

Cuando estaba feliz, el rostro del Profeta, que la paz sea con él, se iluminaba tan brillante como un trozo de luna. Cuando abría la boca para reírse, sus dientes brillaban tanto como un relámpago y eran tan blancos como el granizo. El Imam al-Llahji dice que esta metáfora es apropiada porque los rayos caen muy rápido y el Profeta no manteía la boca abierta por más de un instante. También a los rayos les sigue la lluvia, que es una manifestación de la misericordia de Allah, y la risa del Profeta era seguida invariablemente por una palabra amable o un regalo o alguna otra manifestación de su misericordia.

El Imam al-Busiri resume perfectamente todo esto en el Burdah:

أكرم بخلق نبيّ زانه خلق
بالحسن مشتمل بالبشر متّسم
Qué noble es la forma de un profeta cuyo carácter lo adorna aún más.
Tan lleno de belleza es él, tan lleno de alegría.

كأنّما اللّؤلؤ المكنون في صدف
من معدني منطق منه ومبتسم
Es como si perlas preciosas estuvieran protegidas en sus conchas
Saliesen del tesoro de sus palabras y sonrisas.


Feunte: http://seekershub.org Traducido y editado por NewMuslim.net

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