La virtud de la declaración de Fe

Originally posted 2014-02-07 19:40:54.

La virtud de la declaración de Fe

La virtud de la declaración de Fe

Autor: Osman Nuri Topbas

El mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Entre Allah y cada criatura hay un velo Sin embargo, no la hay para las palabras ‘No hay más dios que Allah’ y la bendición de un padre para su hijo’ (Tirmidhi).

Se dice que hay cinco tipos de oscuridad y cinco tipos correspondientes de iluminación:

  • El amor por este mundo es la oscuridad; la fe es la luz.
  • La acción errónea es la oscuridad; el arrepentimiento es la luz.
  • La tumba es la oscuridad; el pronunciar ‘No hay más dios que Allah’ con frecuencia es la luz.
  • La otra vida es la oscuridad, los actos de bondad son la luz.
  • El puente hacia el Paraiso es la oscuridad, la fe absoluta es la luz.

El que logra alcanzar estás luces estará en la felicidad eterna.

El mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Allah ordenará en el Día del Juicio: ‘Que salga del fuego quien haya pronunciado ‘no hay más dios que Allah’ y tenga el peso de un grano de creencia en el corazón. Que salga el que me haya recordado o temido. (Hakim)

El mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Si uno de vosotros hace la ablución y luego dice “Testifico que no hay más dios que Allah y que Muhammad es Su siervo y mensajero” se abren para él las ocho puertas del Paraíso y puede entrar por la que quiera. (Muslim, Abu Dawud, Ibn Maja)

La declaración de fe es la luz del corazón que se refleja en la cara del hombre.

El mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo:

Procurad que vuestros hijos empiecen a hablar con las palabras ‘No hay más dios que Allah’ e inspirad que lo digan en el lecho de muerte, porque el que pronuncia lo pronuncie como sus primeras y últimas palabras en esta mundo no tendrá que responder por ninguna acción incorrecta aunque viviese mil años. (Bayhaki)

Sin embargo el hecho de que estas palabras dirijan la vida es de suma importancia porque la condición indicada para el último momento de la vida tomará forma según el grado de su cumplimiento. Se ha transmitido que el Profeta Ibrahim (Abraham) le preguntó una vez al Ángel de la Muerte:

“¿Qué aspecto tienes en el momento de tomar la vida? Deseo verlo”.

“Oh Profeta de Allah ¿podrás soportarlo” respondió.

Al recibir la contestación afirmativa el Ángel dijo:

“Vuelve la cara entonces”.

Cuando el Profeta Ibrahim (a.s.) volvió su cara para mirarlo de nuevo, el Ángel de la Muerte tenía un aspecto temible, de un terror insoportable. Viéndolo, el Profeta Ibrahim (a.s.) perdió la consciencia y cuando la recobró y vio al Ángel en su forma anterior dijo: “Para un malvado es suficiente ver tu cara. No hace falta más. (M. Sami Ramazanoglu, Ibrahim Aleyhiselam)

Sin duda para alguien que ha vivido como un creyente la aparición del Ángel de la muerte no será temible.

El siervo pasa por muchas pruebas en este mundo. Si su creencia es fuerte las pasa satisfactoriamente, si no lo es las falla. Por la tanto, los seres humanos sufren muchas dificultades, calamidades, miserias y dolor en su lucha por la fe y la virtud, lo cual separa a los honrados de los malvados. Tener fe en Allah no es suficiente. Se necesita elevar la estación de uno con buenas acciones para pasar el examen de la vida.

En el siguiente verso Allah declara como están entrelazados la fe y estas pruebas:

Es verdad que ya probamos a los que les precedieron. Para que Allah sepa quienes son sinceros y quienes son los falsos. ¿O acaso creen los que hacen el mal que podrán escapar de nosotros? ¡Qué mal juzgan! (Sura de la Araña, 29:2-3)

Hay que decir aquí que según esta afirmación del Corán la fe es un favor y examen es la medida según la cual el siervo paga el precio de salvar su fe. Es decir, Allah pide un precio para que Su siervo pueda entender el valor de la fe a través de las pruebas en proporción a su capacidad. Dice el Corán:

Es cierto que Allah ha comprado a los creyente sus personas y sus bienes, y a cambio tienen el Jardín… (Sura at-Tawba, 9:111)

Por lo tanto para tener la fe perfecta uno tiene que sacrificar el alma, los bienes, el corazón en el camino de Allah. De hecho, los problemas y sufrimientos del mundo por los que pasan los creyentes se registran como el precio pagado por la compensación en la otra vida.

Por otro lado, los esfuerzos de los que persiguen aquellos que luchan por vivir según los principios de su religión los llevarán con toda certeza a un final muy doloroso en el fuego, puesto que se lo habrán ganado por dos razones: primero, carecen de fe, y segunda, tiranizan a los creyentes.

Resumiendo, el precio de la fe, el precio de ser un creyente perfecto, es mantener el corazón limpio de todas las inclinaciones de todo lo que no sea Allah. Significa hacer el esfuerzo de pasar con éxito las pruebas. Es imprescindible alejarse de cualquier acción o actitud que pueda dañar nuestra oportunidad de cultivar y mantener la fe perfecta. No cumplir este requisito lleva a la destrucción inmediata y la situación en la que no será aceptado ningún arrepentimiento.

Fuente: Libro: ‘Islam, espiritu y forma’.

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