Por: Dr. M. Nazir Khan
Los acontecimiento recientes y la forma en la que los medios de comunicación los han mostrado han creado una oleada de intentos de mostrar el Islam como una religión violenta de forma inherente. Esto ha resultado es acusaciones absurdas contra el Corán.
El Corán no promueve la violencia injustificada, y aquellas veces que está justificada, mayoritariamente en defensa o propia o en respuesta a un peligro, está muy limitada. Los grupos extremistas que dicen representar el Islam lo utilizan como un caballo de batalla para atribuirse una identidad que no les pertenece; los motivos de estos grupos son de intereses geopolíticos de control y poder.
Aún así, tanto estos grupos como los medios de comunicación y quienes promueven la islamofobia, mal usan a menudo varios versículos del Corán, cada uno para defender sus intereses, fuera de contexto y cambiando su significado. Estos son los cinco versículos más usados de forma errónea.
Primer versículo mal usado: Corán 2:191
La frase “Y matadles donde quiera que los encontréis” es probablemente las que más veces se usa mal por islamófobos y extremistas. Pero esta orden viene justo después del versículo que dice “Y combatid a quienes os combatan” y justo antes del versículo que dice “pero si dejan de combatiros que no haya más enemistad, excepto con los agresores”.
¿Cuál es el contexto histórico de los versos 2:190-3 y a quién se refieren? Ibn Abbas, el famoso compañero del Profeta y exegeta del Corán dice que este pasaje se reveló en referencia a los Quraish (See Asbab al-Nuzûl by Al-Wahidi (d.468H)). Los Quraish habían perseguido y torturado a los musulmanes durante trece años en Meca. Echaron a los musulmanes de sus casas, les arrebataron sus propiedades y riqueza y lucharon contra ellos incluso cuando los musulmanes emigraron a Medina. Esta es la razón por la que estos versos fueron revelados, para asegurarles que podrían defenderse de un ataque de los Quraish durante la peregrinación anual a la Meca. Esta lucha nunca llegó a darse puesto que se llegó a una acuerdo de paz y se les permitió la peregrinación.
Dijo Ibn Abbas que la frase “Y no seáis agresores” significa que no ataquéis a mujeres, niños, ancianos o cualquiera que no os está combatiendo. Por esta razón, atacar a quienes no son combatientes se considera como una transgresión de las órdenes de Dios (ver: tafsir de al-Tabari y al-Tha’labi). El erudito exegeta Ibn Ashur dijo que: “Si ellos desisten de combatiros, entonces no los combatáis, puesto que Dios es el más Misericordioso, más Compasivo, y es conveniente que los creyentes lo sean”. En esta consideración este versículo es muy similar al versículo 4:89 que prescribe luchar contra el enemigo pero está inmediatamente seguido de: “Y si se retiran y no os combaten y os proponen la paz, entonces Allah no os concede autoridad para agredirlos”.
Volviendo a los versículos 2:190-3, la palabra fitnah en este contexto significa la persecución religiosa (como se usa en 85:10), y castigar a alguien por su creencia o obligarlos a abandonarla. El gran erudito del Corán, Imam al-Kisaai, explica que fitnah en este contexto significa tortura (‘adhaab) porque los Quraish solían torturar a aquellos que aceptaban el Islam. Ibn Jarir al Tabari explica que la frase “fitnah es peor que matar” significa que: “perseguir a un creyente por su creencia obligarlo a abandonar y volverse un idólatra es peor para él y más doloroso que matarles mientras que mantiene su creencia”.
Por lo tanto este pasaje claramente prohíbe luchar contra quienes nos os combaten. La cita en particular que se usa mal casi siempre describe la lucha en defensa de quienes son responsables de la persecución y tortura anti-religiosa.
Segundo versículo mal usado: Corán 9:5
La segunda frase que se suele usar mal es muy parecida: “matad a los idólatras dondequiera les halléis”, pero una vez más, un mínimo estudio del contexto histórico y contextual inmediatamente hacen que se desvanezca esto.
El versículo inmediatamente anterior habla de mantener los acuerdos con aquellos con quien se tiene paz y no han apoyado al enemigo contra los musulmanes, por lo que ¿a quién se refiere el versículo 9:5? El exegeta del Corán al-Baydawi y al-Alusi dicen que se refiere a los árabes incrédulos que violaron los tratados de paz e hicieron la guerra contra los musulmanes, y de igual forma, Abu Bakr al-Jassas dice que estos versículos son particulares a estos árabes politeístas y que no se aplican a nadie más. Estos comentarios están apoyado por el mismo Corán. El versículo 13 del mismo Surah dice: “¿Acaso no combatiríais a quienes faltan a sus juramentos y planean la expulsión del Mensajero, y ellos son los que comenzaron primero [a combatirlos]?” y el versículo 36 dice: “y combatid a los idólatras así como ellos os combaten”. El contexto textual e histórico del versículo 9:5 deja claro que no es una instrucción arbitraria sacada de la nada sino que está relacionada con ciertas tribus paganas de Arabia que estaban en guerra con los musulmanes. Por lo que interpretar esta frase de otra manera es contradecir al mismo texto del Corán.
Lo que es incluso más fascinante es que el versículo inmediato tras ese (9:6) dice que si un enemigo pides protección de forma espontánea, uno tiene la obligación religiosa de dársela, explicarle el mensaje del Islam y, si rechaza aceptarlo, acompañarle a un sitio seguro: “Si alguno de los idólatras te pidiera protección, ampárale para que así recapacite y escuche la Palabra de Allah, luego [si no reflexiona] ayúdale a alcanzar un lugar seguro; esto es porque son gente ignorante”. Esta instrucción de proteger y acompañar a un combatiente enemigo a un sitio seguro deja muy claro que este versículo, en ninguna forma o contexto, se puede interpretar como violento.
Tercer versículo mal usad: Corán 8:60
Otras de las citas preferidas para usar mal del Corán es: “Y preparad contra los incrédulos cuanto podáis de fuerzas [de combate] y caballería”, y una vez más, el versículo siguiente dice: “Y si [los incrédulos] se inclinan por la paz, acéptala tú también”. Sería difícil considerar este un pasaje violento.
Más aún, debemos de preguntarnos a quién se refiere este versículo. El contexto histórico coloca claramente este versículo en referencia a la guerra que se mantenía entre los Musulmanes y las fuerzas enemigas de los Quraish de Meca y sus tribus aliadas (Zad al-Masir (8:60) de Ibn al-Jawzi (d.597H) y Nadhm al-Durar (8:60) de al-Biqa’i (d.885H). Este capítulo (surah) fue revelado en referencia a la batalla de Badr que tuvo lugar entre los musulmanes que buscaba refugio en Medina y los Quraish de Meca quienes los perseguían y los habían forzado a abandonar sus hogares en Meca. El mismo versículo describe la guerra generalizada en Arabia y la falta de seguridad que sufrían las primeras oprimidas comunidades de musulmanes. “Y recordad cuando erais sólo unos pocos [antes de la Hégira ], os encontrabais oprimidos en la Tierra [La Meca], y temíais que os capturaran los incrédulos, y Allah os protegió [refugiándoos en Medina], os fortaleció con Su auxilio, y os agració con las cosas buenas; sed agradecidos” (8:26).
También hemos de notar que a veces lo islamófobos citan el versículo 8:12 de este mismo Surah: “Golpeadles [con vuestras espadas] sus cuellos” y de alguna manera ignoran el hecho que el versículo describe lo que Dios le dijo a los ángeles durante la batalla de Badr. La primera parte del versículo dice: “Y cuando tu Señor le dijo a los Ángeles: Yo estoy con vosotros, inspiradle valor a los creyentes”. Tomar un descripción de lo que Dios le inspiró a los ángeles durante la histórica batalla de Badr contra los Quraish que los oprimían y de alguna manera cambiarlo en una indicación genérica para que los musulmanes ataquen a lo no-musulmanes es algo, cuanto menos, deshonesto.
Cuarto versículo mal usado: Corán 47:4
Esta es quizás la más indignante de todas la citas mal usadas. Un frase en medio de un pasaje es sacada totalmente de su contexto y presentada de forma ridícula como: “Cuando os enfrentéis a los incrédulos golpead sus cuellos”. Incluso para el lector más desinteresado que se moleste en mirar el pasaje completo, el versículo habla del enfrentamiento de guerreros en un batalla (fi’l-muharaba, como explica al-Badawy en Tafsir Gharib al-Quran, un diccionario de vocabulario coránico atribuído a Imam Zayd ibn Ali). Y el versículo continúa: “Esto es para que cese la guerra”. El versículo habla específicamente del encuentro en un batalla contra lo incrédulos con los que se estaba en guerra, tal y como lo dice Ibn Jarir al-Tabari (Anwar al-Tanzeel wa Asrar al-Ta’weel (9:5) de Imam al-Baydawi (d.685H). Esto queda claro desde las primera líneas del capítulo (surah): “Quienes no crean, se extravíen y desvíen a los hombres del sendero de Allah” sobre quiene Ibn Abbas dijo que se refería a los Quraish incrédulos (Jami’ al-Bayan ‘an Ta’wil ay al-Qur’an (47:4) de Imam al-Tabari (d.310H)) que oprimían a los musulmanes al negarles la libertad de de practicar su creencia y luego les declararon la guerra para exterminar a su comunidad.
Respecto a la frase “Esto es para que cese la guerra”, Imam Qatadah la explicó diciendo: “Hasta que lo soldado enemigos depongan sus armas”, una frase que fue muy repetida durante toda la historia incluyendo a Qutaybah al-Daynuri. Vemos también que este versículo deja solo dos alternativas a los musulmanes respecto a los prisioneros de guerra: libertad incondicional o aceptar un rescate. El versículo no da más opciones, y, de hecho, los estudiosos ha señalado que esta es la regla general, puesto que el Profeta solo castigó a aquellos criminales culpables de terrible infamias, a parte de esto perdonaba a virtualmente todo el mundo, incluidos sus más acérrimos enemigos, como hizo con los jefes de guerra Thumamah ibn Uthal, Abu Sufyan ibn Harb, Habbar ibn al-Aswad, Ikrimah ibn Abi Jahl, Umayr ibn Wahb, Safwan ibn Umayyah, Suhayl ibn Aamir, y la lista continúa.
Quinto versículo mal usado: Corán 9:29
Una de las citas mal usadas más interesante que ver es la 9:29 junto con la pretensión de que instruye a los musulmanes a lucha contra la Gente del Libro “hasta que paguen la yizya y se sientan inferiores”. Pero también este versículo tiene un contexto histórico que es normalmente ignorado. Uno de los primero exegetas del Corán, Mujahid Ibn Jabr al-Makhzumi explicó que esto fue revelado en referencia a la campaña del Profeta contra el Imperio Bizantino (como se cita en el Tafsir al-Samarqandi). El Profeta Muhammad, que la paz sea con él, envió a al-Hariz ibn Umayr al-Azdi como emisario al estado vasallo de los bizantinos de los Ghassanids, pero el jefe de este, Shurahbil, cometió el terrible crimen de capturar al emisario, torturarlo y asesinarlo (Jami’ al-Bayan ‘an Ta’wil ay al-Qur’an (9:29) de Imam al-Tabari, también al-Kashf wa’l-Bayan (9:29) de Imam al-Tha’labi). Cuando se mando un ejército para enfrentarse a Shurahbil por su crimen, el Vicarius Theodorus reunió un gran ejército de soldados romanos para enfrentarse a los musulmanes en la batalla de Mu’tah.
Por lo que este versículo se reveló refiriéndose a la lucha en una guerra en curso contra una entidad política, esto es, el Imperio Bizantino, y que llevó a la preparación para el expedición de Tabuk. La hostilidad de este enemigo se menciona en este mismo pasaje del Corán que dice que esta instrucción se refiere a aquellos que “Pretenden extinguir la luz de Allah [el Mensaje] con sus palabras”, y que al-Dahhak dice que significa “Pretenden destruir a Muhammad y a sus compañeros” (Kitab al-Tarikh wa’l-Maghazi de Imam al-Waqidi (d.207H), p. 755).
A medida que la historia continuaba, también lo hicieron los conflictos entre el Imperio Bizantino y el floreciente Estado Musulmán de los Omeyas. Algunos escritos realizados en este contexto de conflicto asumían que este versículo caracteriza un estado perpetuo de de guerra con los enemigos. Pero como dice el Tafsir al-Maraghi, todas las condiciones de guerra mencionadas anteriormente se aplican también a este versículo. De esta forma el versículo significa: “luchar contra quienes se menciona cuando las condiciones que hacen necesaria esta lucha están presentes, y estas son: la agresión contra vosotros o vuestro país, la opresión y la persecución por vuestra creencia o la amenaza de vuestra seguridad y protección, como era el caso con los bizantinos y que llevó a la batalla de Tabuk” (Tafsir al-Maraghi vol. 10, p.95 of Sh. Ahmad Mustafa al-Maraghi).
Conclusión
El Corán es un mensaje a la humanidad que repite 114 veces “En el nombre de Dios, el más Compasivo, el más Misericordioso”. El Corán instruye a los musulmanes a hacer el bien con aquellos que lo hacen mal (41:34), a hablar palabras de paz a aquellos que son hostiles (25:63), a llamar al camino de Dios con sabiduría (16:125), a tratar con justicia y bondad a los no musulmanes (60:8), a ser la mejor de la gente hacia otra gente (3:110) y a respetar la libertad de religión (2:256 y 10:99). Simplemente no hay ninguna manera de entender el Corán de una forma que esté desprovista de misericordia y compasión. Cualquier persona razonable que mire a esto pasajes reconocerá que el Corán difunde la misericordia, no la violencia y la destrucción.
Los intentos de mostrar el Corán como llamando a la violencia no aguantan un escrutinio académica, de hecho, se pueden rechazar simplemente leyendo el pasaje completo en su contexto inmediato. La deshonestidad abunda entre los radicales y los islamófobos al cortar y descontextualizar estas frases. El conocimiento del contexto histórico de estos versículos demuestran que todos ellos sin excepción se refieren a la lucha contra los que están en guerra. Un estudio cuidadoso de análisis de estos versículos hecho por eruditos nos clarifican los significado de estos.
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Fuente: http://spiritualperception.org/ Traducido con algunas modificaciones editoriales por New Muslims. Para ver la lista completa de referencia haga click aquí.